La agresora (dcha) explicó que su agresión era por el exceso de hormonas masculinas que segrega.
La agresora (dcha.) explicó que su agresión era por el exceso de hormonas masculinas que segrega.

Lo que tiene la Justicia con perspectiva de género es que en la dinámica actual acaba haciendo aguas por todos lados.

Recientemente en Reino Unido, un caso que en España sería de violencia doméstica se ha resuelto con la puesta en libertad de la mujer agresora.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Se trata de dos lesbianas que viven maritalmente, y como las dos son del mismo sexo no se puede decir que se trate de violencia de género. Sin embargo el género masculino ha tenido mucho que ver en la agresión, como admite el propio tribunal. Se lo explicamos.

El hecho sucedió en los días de Navidad en Radcliffe, en Inglaterra, cuando una mujer fue denunciada por su pareja mujer, después de haber sido agredida.

La agredida se había marchado de una fiesta familiar temprano pero llevar a dormir a sus tres hijos menores, y la agresora siguió en la fiesta.

Al cabo de unas horas la agresora fue a casa con claros signos de embriaguez y entró a pedir dinero para el taxi a su pareja.

La sacó de la cama tirándole de los pelos y luego le dio al menos cinco golpes en la cabeza, según informó la agredida a la Policía.

La agresora padece Síndrome del ovario Poliquístico lo que le hace generar más hormonas masculinas, verdaderas culpables e inductoras de su agresividad

Pero una vez ante el juez, la agresora fue puesta en libertad, y pese a que la agredida dijo en un primer momento que no quería convivir más «con una persona violenta«, la pareja ha vuelto a convivir.

¿Como es posible que dejaran suelta a la lesbiana agresora?

Las razones que esgrimió el Tribunal fueron dos: por un lado que ella había sigo testigo de abusos domésticos cuando era niña -lo mismo que los tres niños que ha sido testigos de su abuso doméstico-.

Y la segunda razón -y aquí viene la polémica- es que la agresora que padecía Síndrome del ovario Poliquístico, lo que le hacía generar más hormonas masculinas de lo normal.

Y ahí está el verdadero culpable en toda esta situación: las hormonas masculinas. Por esto es comprensible que la mujer fuera dejada en libertad. Lo masculino había vencido.

¿Entonces, qué pasa con la teoría de Género, en la que se basa por ejemplo la Ley española de Violencia de Género, si hasta los tribunales admiten que cuando una mujer tiene ese síndrome no puede evitar dejarse llevar por el ramalazo hormonal masculino?

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