Hoy se celebra el Día Mundial de la Radio pero también es el primer aniversario de M21 -‘Radio Carmena’ como se la conoce a pie de calle-, la radio impulsada por la alcaldesa de Ahora Madrid, rama madrileña de Podemos, desde su llegada al poder en la capital del Reino de España.
El presupuesto planteado originalmente era de unos diez millones de euros hasta el año 2023 y los costes de producción de colaboradores y contertulios, según un informe al que tuvo acceso Dircomfidencial, ascendían a la nada desdeñable cifra de 4,7 millones de euros -623.000 euros por año-. Los sueldos de la plantilla, mientras tanto, se presupuestaron en la mitad: 2,3 millones para el mismo período. La partida destinada para publicidad era de 382.000 euros.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa realidad, en cambio, difiere mucho de lo planeado.
El periodista Raúl Poveda de La Razón ha publicado los gastos reales de la cadena y superan en un 25 por ciento lo inicialmente presupuestado, es decir, 326.000 euros más lo que supone 1.616.017,25 euros.
Según los informes periódicos de Madrid Destino, la empresa pública que gestiona la radio y otras ofertas culturales de la ciudad, M21 gastó en 2017 64.300 euros más de lo presupuestado en derechos de autor; se gastaron 834.268,49 euros en plantilla -600.000 euros en 95 colaboradores, 232.000 euros para el director Jacobo Ribero y el resto de plantilla-. La revista que editan mensualmente con una tirada de 25.000 ejemplares divididos en 400 puntos supuso para las arcas públicas 70.300 euros.
Una radio que sale un 25 por ciento más cara de lo normal, pagada con dinero público y sesgada políticamente desde sus comienzos merece ser, como poco, analizada bajo lupa
Sin entrar a debatir sobre la idoneidad de estos gastos en salario, la mayor parte del presupuesto se lo llevan las instalaciones. Radio M21 comenzó con dos estudios (Cibeles y Barajas) pero planea abrir otros dos en dos plantas del torreón de Conde Duque y las obras de acondicionamiento supondrán 240.000 euros.
La empresa también lanzó el llamado ‘radiobús’ cuyo objetivo era acercar la radio a distintos centros escolares. La gracia costó 55.000 euros cuando se había presupuestado en 40.000. Para la página web se destinaron otros 50.000 euros. Llama la atención esta cifra cuando una página de estas características hoy en día es relativamente barata.
Los datos no son tan llamativos por sí mismos, pero al compararlos con su audiencia es cuando saltan las alarmas. Esta radio no está sujeta al estudio de EGM, pero si valoramos los datos aportados por el ayuntamiento (siempre contando con su engordamiento previo) la media anual sale a 12.000 oyentes al mes, unos 400 diarios.
¿Acaso no es esto motivo para una auditoría? Una radio que sale un 25 por ciento más cara de lo normal, pagada con dinero público y sesgada políticamente desde sus comienzos merece ser, como poco, analizada bajo lupa.
Aquellos que promueven este medio son los primeros que, antes del llegar al poder –tontos no son-, clamaban a los cuatro vientos contra los sobrecostes de otros partidos. Una vez estos revolucionarios de pacotilla probaron la dulce miel de la gestión municipal, no pudieron resistirse a sus encantos. No vayan ellos a ser menos (por diferentes) a los predecesores.
“Consejos vendo que para mí no tengo”, señora Carmena y colegas de Ahora Podemos. Aplíquense el cuento y que tire la piedra el primero que esté libre de pecado.