El Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET) nació del seno del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) con el objetivo de estudiar y detallar los atentados yihadistas en todo el mundo. Han presentado en Madrid su primera publicación, el anuario del terrorismo yihadista 2017.
Consueño Ordóñez, presidenta de COVITE y de OIET, señala que sobre las víctimas del terrorismo yihadista en Europa –y en concreto de Barcelona- “se ha corrido un tupido velo condenando al olvido a las víctimas”. Por eso, para “promover su memoria y dignidad es importante este tipo de estudios sobre la violencia y que promuevan valores democráticos”, añade.
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Suscríbete ahoraLas víctimas europeas de este tipo de terrorismo suponen tan solo el 0,4 por ciento del total. Uno de los analistas del estudio, Carlos Igualada, señala que de alguna manera “se han sobredimensionado con el objetivo de aplicar leyes que recortan nuestras libertades con políticas más agresivas”.
Visión global
Durante 2017 hubo atentados en 42 de los 191 países del mundo, lo que supone el 21 por ciento del total sumando 1.459 ataques. El año pasado fue el ‘annus horribilis’ en el que se alcanzó el récord histórico desde que existen este tipo de mediciones.
Los cinco países más afectados son Irak (35 por ciento del total con 505 atentados); Afganistán (187 atentados); Nigeria, el territorio del Sahel con mayor actividad de este tipo con Boko Haram (105); Somalia con Al Shabaab (92) y Siria con numerosos grupos (90).
El año pasado murieron por atentados yihadistas un total de 13.632 personas
No cabe duda de que la región que representa una mayor amenaza yihadista no está en Oriente Medio, sino en el Sahel, África. Mali y las zonas colindantes al lago Chad son los principales focos de peligro. El pasado mes de marzo surgió una nueva entidad llamada Jama’at Nasr al Islam wal Muslimin (JNIM), bajo difelidad de Al Qaeda.
Los objetivos preferidos por los terroristas son los civiles que suponen el 48 por ciento del total de las víctimas. El 35 por ciento son fuerzas de seguridad y el 11 por ciento objetivos religiosos.
El año pasado murieron por atentados yihadistas un total de 13.632 personas. Dos de cada tres víctimas se concentran en Irak, Afganistán, Siria, Somalia y Nigeria y la mitad de ellas tienen lugar en la región llamada MENA (Meadle East and North Afrika, Oriente Medio y el norte de África en inglés).
En Irak murieron 5.335 personas, en Afganistán 2.077, en Siria 1.206, en Somalia 1.185 y en Nigeria 780. El atentando con más víctimas desde el 11 de septiembre de 2011 se produjo el 14 de octubre de 2017 en Mogadiscio, capital de Somalia, donde Al Shabaab asesinó a 512 civiles.
Los grupos más significativos
No cabe duda de que Daesh (Estado Islámico) ha sido el grupo más asesino del año pasado. Su violencia y su ensañamiento con las víctimas tiene pocos o ningún rival. En Siria llegó a poner bombas en perros callejeros, juguetes o pelotas con el objetivo de matar a los niños y eliminar a futuras generaciones de la faz de la tierra.
Este grupo ha reivindicado atentados por todo el MENA: desde Burkina Faso hasta Irán, de Somalia a Cachemira. Son los responsables de 641 atentados. Su método favorito son los IED -explosivos caseros improvisados- (52 por ciento), seguidos de coches bomba (16 por ciento), terroristas suicidas (13 por ciento) y terroristas suicidas con coches bomba (ocho por ciento).
El segundo grupo son los talibanes, que actúan tanto en Afganistán como en la vecina Pakistán. Dada la orografía de estos países, su modus operandi más utilizado es la emboscada en puestos de control militares o policiales (38 por ciento), seguidos de IED (18 por ciento), coches bomba (15 por ciento), terroristas suicidas y terroristas suicidas con coche bomba (12 por ciento).
De Boko Haram puede decirse que está de capa caída en comparación con otros años por la presión ejercida por las fuerzas de seguridad y por la pérdida de su refugio de Sambisa, un territorio de la extensión de Andalucía. El 55 por ciento de los ataques de este grupo son de terroristas suicidas, el ataques a poblados e IED suponen el 24 por ciento y ataques a militares el 6 por ciento. Este grupo son los que más atacan a fuerzas de seguridad.
El cuarto puesto se lo lleva Al Qaeda, otrora grupo mayoritario y predominante, liderado por Ayman al Zawahiri. Actualmente está creciendo en las mismas zonas en las que Daesh está desapareciendo. El 29 por ciento de sus ataques son IEDs, el 27 por ciento coches bomba, el 18 terroristas suicidas y el 13 por ciento asaltos a comisarías y estructuras militares.
Europa, objetivo creciente
Los atentados en Europa han ido creciendo a medida que Daesh ha ido perdiendo territorio en Siria e Irak. El modus operandi es muy distinto debido a la dificultad (cuando no imposibilidad) de encontrar armas de repetición capaces de producir un elevado número de muertes, al igual que explosivos de gran potencia.
Los países más afectados son Francia y Reino Unido
Esto tampoco supone un problema ya que, como es sabido, los terroristas utilizan armas blancas o vehículos para atropellas a las multitudes. De las quince acciones cometidas en Francia, Reino Unido, Bélgica, Alemania, Suecia, Finlandia y España, diez de ellas causaron víctimas mortales con un total de 62. Los países más afectados son Francia y Reino Unido.
España es uno de los frentes contraterroristas más importantes
En el 2017 se realizaron 51 operaciones policiales en las que se detuvo a 84 detenidos, la segunda cifra más elevada de la década después de los 102 arrestos de 2015 y por delante de los 76 de 2016.
Cataluña es la región donde más se lucha contra el yihadismo ya que es donde mayor población musulmana hay (más de medio millón). En Barcelona se realizaron 14 operaciones y se detuvieron a 22 presuntos terroristas, seguida por Madrid con 12 operaciones y 16 detenidos.
El Cuerpo Nacional de Policía realizó el 49 por ciento de los operativos, seguido de la Guardia Civil 37 por ciento) y los Mossos d’Esquadra (14 por ciento).
¿Qué nos depara este 2018?
Las expectativas no son nada halagüeñas. El terrorismo perdurará durante décadas y se calcula que no solo será yihadista sino también de nuevas ideologías o de grupos actuales extremistas en sus postulados socio-políticos.
El problema no es solo de grupos aislados, sino global. Las nuevas herramientas de comunicación llegarán a más gente como nunca antes y potenciarán el efecto de cada acción, como ha ocurrido recientemente. Se calcula que Al Qaeda tomará de nuevo el mando mundial con la inclusión de uno de los hijos de Bin Laden, Hamza.
No se descarta que en Europa se llegue a utilizar recursos como en otros países: niños suicidios, secuestros o drones. Cualquier oportunidad será aprovechada por los terroristas para atacar a civiles, fuerzas de seguridad e infraestructuras. Ningún lugar es lo suficientemente seguro.
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