Cruda realidad / Las feministas saldrán a la calle el 16 de mayo para pedir más dinero para las feministas

    Las asociaciones feministas volverán a las calles el próximo 16 de mayo con las 'cebollas de Egipto' en el punto de mira. Quieren gritar para que los 200 millones de presupuesto destinados a combatir las violencia de género, les llenen las alforjas, y no queden en el olvido.

    0
    Una mujer, en actitud agresiva puño en alto, durante una manifestación feminista en Madrid /EFE
    Una mujer, en actitud agresiva puño en alto, durante una manifestación feminista en Madrid /EFE

    «Solidaridad» es un nombre muy hermoso para una realidad muy fea. En teoría se trataría de algo así como el nombre civil y social de la generosidad, unirse a la lucha de otros cuyo fin ni nos va ni nos viene directamente pero que creemos justo; en la realidad es exactamente lo contrario: tratar de vestir de justicia social lo que, sin ese ropaje, se vería como lo que es: una descarnada lucha por el dinero, un «qué hay de lo mío» disfrazado de espíritu público.

    Los chicos de morado, que han visto frustrado su asalto a los cielos por esa maldita costumbre de la gente de ver lo que haces además de lo que dices, reaccionaron a su desastrosa crisis electoral amenazando con movilizaciones, porque la calle siempre es vistosa.

    Algunas personas creen que La Sexta da información.

    Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.

    Suscríbete ahora

    Tan vistosa, de hecho, que después de las multitudinarias marchas del 15-M anunciaron a bombo y platillo que «el pueblo ha hablado», pero poco después lo hizo de verdad, en las urnas, y votó mayoritariamente PP, qué le vamos a hacer.

    Los chicos de morado han prometido una primavera caliente, y las dóciles feministas son las primeras en atender a su llamada

    Pero me distraigo: decíamos que han prometido una primavera caliente, y las dóciles feministas son las primeras en atender a su llamada. Y, después del ensayo general de las manifas contra la sentencia de La Manada, ahora convocan una -leo- «movilización feminista el 16 de mayo 2018 contra el incumplimiento en los Presupuestos del Estado 2018 del Pacto de Estado contra la Violencia de Género».

    Aquí la palabra clave es «Presupuestos«. El manifiesto de la marcha lo firman tantas asociaciones feministas que a partir de cien dejé de contarlas, y les aseguro que quedaban aproximadamente otras tantas. Y, claro, eso son dos centenares de bocas hambrientas amorradas a la ubre estatal, con la noble ambición de vivir de su dinero -de usted, lector- tanto tiempo como sea posible.

    Los Estados del Primer Mundo son tan prósperos que generan enormes excedentes, que los gobernantes aspiran a absorber hasta el último euro vía impuestos. Y que luego el gobierno de turno reparte de la manera más apropiada para mantenerse en el poder, es decir, dando dinero a quienes pueden ponerles las cosas difíciles para que apoyen o, si no es posible, para que no hagan demasiado ruido.

    Los grupos feministas son eso: maquinarias de extorsión.

    En este caso tienen, al menos, la candidez de dejarlo claro desde el primer momento, siendo su primer punto en el manifiesto el siguiente: «Sin los 200 millones de euros anuales prometidos (el 0,04% del Presupuesto del Estado) por la ministra de Igualdad Dolors Monserrat no se puede cumplir con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Esos 200 millones, que, aun siendo insuficientes, servirían para responder a parte de las 213 medidas del Pacto».

    200 millones de euros se gastarán a través de estas asociaciones, meras pantallas de la izquierda radical y formas de solucionar la vida a más de una

    A ver, pregunta de examen: ¿cómo creen los lectores que se gastarán esos 200 millones destinados a «luchar contra la violencia de género»?

    Tic, toc, tic, toc…

    ¡Exacto! En buena medida, a través de estas asociaciones, meras pantallas de la izquierda radical y formas de solucionar la vida a más de una. Les apuesto mis ingresos de un mes a que si el Gobierno no solo respeta esos fondos, sino que los triplica pero dedicándolos sólo a medidas policiales sin que llegue un duro a todas esas sanguijuelas, la protesta seguiría en marcha.

    Qué diablos, aunque llegara a ellas hasta el último céntimo, porque a) el que no llora, no mama y b) todo gobierno que no sea de los suyos es machista por definición.

    Termina el manifiesto: «Compañeras, debemos contestar a este gobierno machista, indolente y que nos engaña. Sin el dinero prometido no se podrá hacer política feminista«.

    Cristina Cifuentes olvidó alegremente las ideas de la gente de derecha que le había votado para pasarse de frenada y legislar con más progresismo que nadie

    ¿No les da a veces la sensación de que hay alguna pulsión masoquista en la derechita? Recuerden a Cristina Cifuentes, que olvidó alegremente las ideas de la gente de derecha que le había votado para pasarse de frenada y legislar con más progresismo que nadie. El resultado fue, no solo que no se lo agradeciese absolutamente nadie, sino que logró que tirios y troyanos se alegrasen de su caída.

    La razón es clara: el PP no es malo porque no sea suficientemente progresista, sino que le atacamos como insuficientemente progresista -«machista, indolente y que nos engaña«- porque queremos ponernos en su lugar. No va de mujeres ni de homosexuales ni de transexuales ni de inmigrantes ni de jubilados: va de poder, punto.

    Y el día en que el PP -o ya, más bien, sus sucesores- se dé cuenta de que jamás va a contentar a la izquierda, se habrá ahorrado, y nos habrá ahorrado, muchos disgusto.

    Comentarios

    Comentarios