
Las mujeres que cumplen condena en cárceles de Irlanda están en peligro desde que el gobierno permite el traslado, a las prisiones donde conviven, de violadores que se declaran transexuales.
La advertencia de los funcionarios de las prisiones de Irlanda se ha producido cuando el Ministerio de Justicia ha confirmado que docenas de presos masculinos declarados mujer viven como ellas en cárceles que albergan exclusivamente delincuentes sexuales condenados.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLas cifras dan miedo. Al menos 34 reclusos nacidos con el sexo masculino viven como mujeres en cuatro cárceles especiales para delincuentes sexuales para hombres: Littlehey, Isle of Wight, Whatton y Stafford. Otros diez prisioneros pueden alojarse en las cárceles de delincuentes sexuales Bure, Rye Hill y Ashfield. En al menos una prisión, este grupo incluye a un prisionero condenado por violaciones múltiples y separadas.
Al menos 34 reclusos viven como mujeres en cuatro cárceles masculinas especiales para delincuentes sexuales
Es curioso que las mujeres que se declaran hombres no quieren trasladarse a una cárcel masculina, pero al revés sí. Ellos, que ahora son ellas, quieren vivir entre mujeres, aunque haya realidades que demuestren que no han cambiado de idea.
La facilidad con la que se cede al traslado de los presos es aterradora. Si antes el hombre necesitaba un diagnóstico médico de «disforia de género» y al menos 2 años viviendo «como mujer», para recibir un Certificado de Reconocimiento de Género, o bien, un certificado de una comisión especial de prisiones, ahora la primera ministra Teresa May está considerando que baste la autoidentificación del hombre como mujer para su traslado.
«He visto a mujeres sentirse muy amenazadas por la presencia de prisioneros transgénero. son muy vulnerables ya que muchas han tenido hombres abusivos en sus vidas»
Uno de los problemas más graves que se da en Reino Unido es la falta de datos. Existe una opacidad por parte del Ministerio de Justicia con respecto al tema. Confirman que existen 25 presos «transgénero», pero no especifican si son hombres que se sienten mujeres o al revés.
La presidenta de la Asociación de Directores Penitenciarios de Reino Unido, Andrea Albutt, ha contado, desde su experiencia: «He visto a mujeres sentirse muy amenazadas por la presencia de prisioneros trans. Las mujeres presas son muy vulnerables. Muchas de ellas han tenido hombres abusivos en sus vidas, que son parte de la razón por la que terminaron en la cárcel», asegura.
Por lo que señala que «poner a todos los hombres que declaran que son mujeres en las cárceles de mujeres sería muy dañino». E insiste en que a las presas les da miedo: «Hay prisioneros trans que están pasando por el proceso [de transición] que todavía son muy masculinos, parecen hombres con cabello largo y maquillaje. No son femeninas, y si miden 1,90, son muy aterradoras».
El año pasado se contabilizaron 100 presos trasgéneros en cárceles de hombres y 25 en las de mujeres
La prisión de mujeres de Bronzefield, acogió a «Jessica Winfield». Una persona a la que temían todas las demás porque antes de llamarse Jessica fue Martin Ponting, condenado a cadena perpetua por violar a una niña y a otra hija discapacitada de unos amigos de la familia. Lleva en prisión desde 1995.
Meses más tarde tuvieron que aislar a la Winfield por acercamientos indebidos a otras presas, como informó The Sun. Una fuente de esta prisión comentaba al tabloide inglés que «los temores del jefe de prisión se han hecho realidad. Las presas están furiosas por haber sido atormentadas por un violador convicto».
Andrea Albutt cuenta el caso de un prisionero transgénero sometido «al proceso completo» (o sea, castrado y mutilado) que «a veces era muy femenina, otras veces agresiva, masculina, muy desestabilizante, muy macho, teníamos que ponerla por separado», según recoge The Daily Mail.
Todas las presas tenían miedo de ‘Jessica’ que fue Martin Ponting, con cadena perpetua por violar a dos niñas, una discapacitada
Un caso que fue muy popular es el de ‘Davina Ayrton’, que antes se llamaba David, y que fue condenado a 8 años por violar a una chica de 15 años en 2004. Paul Banfield ya se declaraba mujer cuando fue condenado por violar a una chica de 17 años y romper las órdenes de alejamiento.
Otro ejemplo es el de Craig Hauxwell, condenado a 14 años por violar a dos chicas adolescentes y por 7 «asaltos indecentes». Cometió los crímenes en 2001 y 2002, pero cuando lo juzgaron en 2016 declaraba ser una mujer llamada Lisa, como explica Religión en Libertad.
John Pilley -más tarde conocido como Jane Anne- se convirtió en 1999 en el primer recluso de Inglaterra y Gales en ser autorizado para cambiar de sexo mientras cumplía condena por el intento de asesinato y secuestro de un taxista.
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