La propiedad privada y la economía de mercado dan lugar a un orden social espontáneo que hace posible, como ningún otro, el bienestar del mayor número posible de seres humanos. Por el contrario, la intervención del Estado, la planificación centralizada de la economía, los impuestos injustos y la colectivización de los contratos producen pobreza para la inmensa mayoría y conducen inevitablemente al autoritarismo político a largo plazo. Cubrimos la regulación de las grandes instituciones económicas, como el mercado, el dinero y el crédito, o los impuestos. Nos apoyamos en la tradición liberal clásica y en el punto de vista de los mejores expertos de hoy para vigilar y mantener a raya la tentación siempre latente del Estado de confiscar cada vez más frutos del esfuerzo de la gente.