La elección de ese día no fue casual. El 23 de agosto de 1939, días antes de la invasión alemana de Polonia, los ministros de exteriores de Alemania y de la URSS firmaron Pacto Ribbentrop-Molotov, por el que Hitler y Stalin se repartieron Polonia, Lituania, Letonia y Estonia.
La invasión de los ejércitos alemanes y soviéticos contra esos países y la represión desatada contra sus poblaciones segó numerosas vidas. Entre los crímenes soviéticos durante la guerra figura el asesinato de 22.000 oficiales polacos en Katyn, una matanza admitida por la URSS en 1990 después de que Stalin la negase y se la atribuyese a Alemania.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraA eso hay que añadir el asesinato de medio millón de polacos a causa de la ocupación soviética -según datos del profesor Czesław Łuczak-, la deportación de 320.000 polacos a Siberia, el encarcelamiento de medio millón de polacos antes de junio de 1941 (cuando Alemania invadió la URSS) y la violación de 100.000 mujeres y niñas polacas por soldados del Ejército Rojo.
Es precisamente por eso que hoy en día en Polonia se refieren a la ocupación soviética usando la expresión “czerwona zaraza” (plaga roja).
Los crímenes de Stalin en la URSS
A eso hay que añadir la muerte de al menos 1,5 millones de ucranianos en el Holodomor, un genocidio provocado por Stalin a base de hambrunas; el asesinato de más de 700.000 personas durante la Gran Purga entre 1936 y 1938 (la mayor de las fosas comunes de esta matanza se halla en Bykivnia, Ucrania, y se estima que contiene más de 200.000 cadáveres; fue una masacre tan indiscriminada que incluso perjudicó al Ejército Rojo al diezmar sus cuadros de mandos); el asesinato de miles de clérigos ortodoxos (85.000 fueron ejecutados ya solo en 1937, en una de las mayores y más sangrientas persecuciones religiosas de la Edad Contemporánea); el asesinato de más de 110.000 polacos residentes en la URSS entre 1937 y 1938, muchos de ellos comunistas, pero también miembros de las minorías polacas del país, acusados sin más de ser espías; la deportación a Siberia y Kazajistán de 1,4 millones de alemanes étnicos residentes en el Volga y en otras zonas de la URSS, cuyo único “delito” era el de ser de raza germánica; la deportación de 900.000 armenios, búlgaros, griegos, ingusetios, kulaks, kurdos, polacos, tártaros, turcomanos y otras minorías étnicas, muchos de los cuales murieron en el duro camino a pie camino de Siberia; el internamiento en el Gulag -una enorme red de campos de concentración- de hasta 2,5 millones de personas cada año, muriendo en ellos más de un millón de prisioneros, pasando además 14 millones de personas por campos de trabajos forzados; y así podríamos seguir con un largo etcétera, con el que Stalin se ha ganado, con creces, su puesto entre los mayores genocidas de la historia.
El PSOE recuerda a las víctimas del estalinismo
Desde este blog he criticado muchas veces al PSOE, pero el miércoles este partido publicó un tuiteo digno de elogio, recordando a las víctimas del nazismo y del estalinismo:
Hoy es el Día Europeo de Conmemoración de las Víctimas del Estalinismo y el Nazismo. Gritamos bien fuerte: nunca más. pic.twitter.com/Vepxik05ej
— PSOE (@PSOE) August 23, 2017