Retengan estas tres citas, más abajo verán por qué:
«[Esta medida es] un abuso de poder motivado por razones políticas que no hace nada para fomentar el diálogo sino que más bien añade nuevas confusión e incertidumbre a nuestro desastroso sistema de inmigración». John McCain, senador republicano y ex candidato a la Presidencia de Estados Unidos.
«La iniciativa que tomó hoy el presidente hace más difícil alcanzar una solución a largo plazo». Mitt Romney, senador republicano y ex candidato a la Presidencia de Estados Unidos.
«[Al hacer algo así, el presidente] dejará a millones de personas en un limbo legal, envenenará el pozo para el Congreso y hará algo que es clamorosamente inconstitucional». Paul Ryan, ‘speaker’ de la Cámara de Representantes y ex candidato republicano a la vicepresidencia.
Si no he leído cien veces la palabra «cruel» referida a Donald Trump en estos días no la he leído ninguna.
Miren, soy tan sensible como la que más. Pero precisamente por eso me irrita especialmente darme cuenta de que me están manipulando a través del corazón, víscera traidora donde las haya.
Viene esto a cuento de la última ofensiva a calzón quitado del complejo mediático mundial, y especialmente americano, contra Donald Trump, esta vez a costa de la rescisión del DACA, siglas inglesas de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia.
El programa en cuestión fue aprobado por Obama en 2012 y básicamente permitía a los hijos de los inmigrantes -en su abrumadora mayoría, mexicanos- que habían entrado en Estados Unidos de forma ilegal eximirse de la deportación e incluso acceder a educación y otros servicios sociales por un plazo prorrogable.
Los medios y las redes sociales se están cebando con la Administración, especialmente por su aspecto de medida ‘desalmada’, que traiciona las promesas que el país hacía a unos niños que buscaban en América su ‘sueño’ -de hecho, a sus beneficiarios se les llama ‘dreamers’-, y no solo la oposición demócrata, sino los ‘sospechosos habituales’ de su propio partido: Paul Ryan, John McCain, Mitt Romney y toda la tropa de republicanos antiTrump.
Así que voy a clarificar algunos puntos sobre la medida, empezando por:
1.La oposición de los propios republicanos es una farsa
Ya se lo adelanto: es meramente política, mezcla de cobardía electoral y odio demostrado por su ‘compañero’ de partido y presidente a su pesar, Donald Trump.
¿Las pruebas? Relean las citas del principio, que no se refieren -como he querido que ustedes supongan- a la rescisión del DACA, sino a su aprobación por Obama. Sí, esto es lo que pensaban, y me he limitado a tres porque sería agotador leerlas todas. Y, sí, el Partido Republicano recuerda enormemente al PP en eso de defender con firmeza lo mismo a lo que se opusieron antes con firmeza no menor.
2.DACA se aprobó por orden ejecutiva, es decir, sin pasar por las cámaras del Congreso
Eso ha permitido a Trump rescindirlo sin pasar tampoco por el Congreso, con un mero memorandum del Departamento de Seguridad Nacional. No hay una «ley» de Trup, como pretende engañosamente el titular de primera de El País.
3.La orden de Obama es muy probablemente inconstitucional
Como indicó acertadamente en su día Ryan y, en cualquier caso, supone un desprecio por la ley, cuya vulneración fomenta.
Trump jamás habló contra la inmigración, sino contra la inmigración ilegal
No se dirá bastante -aunque no se dice nada de nada- que Trump, ni en su campaña ni en su presidencia, habló jamás contra la inmigración, sino contra la inmigración ilegal, es decir, saltarse los tediosos y en ocasiones exigentes procedimientos que tienen que cumplimentar cada años los miles de extranjeros que aspiran a residir en Estados Unidos.
Premiar la inmigración ilegal es hacer burla de la ley y causar un agravio comparativo a todos los que se someten al procedimiento legal previsto.
4.No se trata solo ni principalmente de ‘niños’
Como pretende hacer creer casi cada titular y cada foto aparecida en prensa. De hecho, DACA afecta a hijos de inmigrantes hasta los 31 años, no exactamente la más tierna infancia.
Para hacernos una idea, la media de edad en este momento de los beneficiarios del DACA está en los 25 años. No de guardería, vamos.
5.No deja tirados a los beneficiarios de la medida
Esta siempre se planteó como temporal, y de hecho debe prorrogarse regularmente. Quienes ya hayan obtenido una prórroga de dos años podrán disfrutar de ella como derecho adquirido, mientras que quienes estén a punto de terminar el plazo pueden solicitar prórroga y beneficiarse de ella hasta el 5 de octubre.
6.No es necesariamente un punto y final
El hecho de que se rescinda una orden ejecutiva de Obama no significa que el Congreso no pueda plantear su restauración. De hecho, el presidente ha animado a los legisladores, también desde Twitter, a que presenten y aprueben un proyecto legislativo en este sentido.
Es, por lo demás, una magnífica trampa. Con esta invitación, él se salva de parte, al menos, de las críticas, le pasa la patata caliente al Congreso y obliga a sus enemigos en su propio partido a defender un aspecto de la inmigración ilegal -cuestión cada vez más impopular entre los votantes republicanos- cuando las elecciones legislativas no están ya lejos.
De aceptar el reto, muchos tendrán que elegir entre apoyar un DACA redivivo y perder su escaño o quedar como la chata de Pumarín tras tanto rasgado de vestiduras.
7.Nadie tiene derecho a sorprenderse: la rescisión del DACA estaba en el programa electoral
De hecho, la plataforma que hizo ganar las elecciones a un candidato con tan escasas posibilidades y tanta hostilidad por parte de los medios se basaba en detener y revertir la inmigración ilegal, y acabar con DACA figuraba entre las primeras y más obvias medidas.
En todo caso, habría que reprochar a Trump haberse demorado tanto cuando tan rápido ha sido en otros asuntos que importan menos a su base, y tener todavía el muro por empezar.
Así que háganme el favor de ahorrarme todas esas historias de brillantes cirujanos que ven truncada su carrera por la crueldad de Trump.
Si tan cruciales son esos chicos para el desarrollo de América, México tiene más necesidad de ellos
No puede legislarse con anécdotas ni con apelaciones constantes al sentimentalismo, sobre todo porque la otra parte tiene muchas historias en sentido contrario que ofrecer y que no son visibles por el muro de silencio que ejercen los grandes medios.
DACA no era más que un subterfugio para saltarse la propia ley americana, aprobado sin sanción parlamentaria y planteada como medida temporal.
Y si tan cruciales son esos chicos para el desarrollo de América como todos pretenden -incluido, en un alarde de cinismo, el propio ex presidente mexicano Vicente Fox-, México tiene bastante más necesidad de ellos que Estados Unidos.
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