Menos mal que lo cuenta el Brief, haciéndose eco de distintos informes. Copio: «Según el informe del Atlantic Council, el Kremlin se está sirviendo de líderes de opinión globales –como Julian Assange, fundador de Wikileaks–, pero también, de partidos políticos y plataformas locales en España, de extrema izquierda, como Podemos, de extrema derecha, como Vox, y “ultra católicas”, como HazteOir.org, para ejecutar sus planes de desestabilización».
Acabáramos. Todo lo que los colaboradores hemos escrito aquí todos estos días en defensa de la unidad de España era solo una pantalla, un señuelo; las querellas de Vox que han precipitado la detención de los líderes de la DUI y todo el mensaje tachado de ‘españolista’ de Abascal y sus muchachos no han sido sino humo y espejos para disimular su verdadera intención, que no era otra que lograr la independencia de Cataluña y así debilitar España.
No sé; antes los popes del establishment, los periodistas consagrados, los medios ‘serios’ se echaban sus buenas risas con la ceja levantada ante las teorías supuestamente conspiranoicas que veía titiriteros invisibles detrás de los tejemanejes nacionales.
¿HazteOír procurando desestabilizar España? ¿Vox? ¿No tienen algo más divertido para desacreditarlos?
Ahora no es meramente que se hayan cambiado las tornas; es que ni siquiera se esfuerzan por que no resulte demasiado ridículo. ¿HazteOír procurando desestabilizar España? ¿Vox? ¿No tienen algo más divertido para desacreditarlos?
Cuenta el Brief: «No se trata de ninguna fantasía paranoica, más propia de la Guerra Fría, sino de un arma específica y sofisticada que Rusia está utilizando para promover sus intereses geoestratégicos. La negación, por parte del Kremlin, forma parte de la guerra de desinformación».
¿De verdad? ¿estamos trabajando para un agente del Kremlin? ¿O tenemos que creernos todo menos esa parte?
Siento mucho decepcionarles -y decepcionarme: a mi edad me hubiera hecho cierta ilusión participar en una oscura trama internacional- pero esto es peor que una tontería y una pamema: es una coartada, una excusa, el modo perfecto de echar balones fuera.
Intentemos pensar con cierta frialdad, ¿de acuerdo?
Para ello, si les parece, en lugar de darle directamente las respuestas, les plantearé las preguntas pertinentes del caso.
Primera: ¿en qué consiste exactamente esa «arma específica y sofisticada» de Rusia? ¿Podrían mostrar alguna prueba? ¿Podrían, en todo caso, contarnos en qué consiste?
Ya sabemos alguna cosa. Sabemos que, aunque los llamen así en todas las publicaciones, no son ‘ciberataques’ como una está acostumbrada a concebirlos: robos masivos de datos personales que luego se distribuyen en las redes, ni desactivación de redes financieras o cuentas bancarias; no se trata de interferir en los planes de vuelo de los aeropuertos ni de descifrar los códigos de lanzamiento de misiles.
¿Entonces? Seguimos esta vez con lo que cuenta el Real Instituto Elcano: lo que distingue a Rusia de otros ciber-actores y divulgadores de bulos es que “la guerra de la información” forma parte de “una estrategia militar definida”. El canal de televisión Russia Today y la web Sputnik son los principales cañones de ese arsenal de intoxicación propagandística».
Qué anticlímax. Así que los rusos malos ponen información falsa en las redes, algo que habrá sorprendido muchísimo a los internautas y usuarios de redes sociales, que jamás han tenido que vérselas con falsedades en el ciberespecio.
¿Les suena ridículo? Lo es. Mucho, de verdad, enormemente.
Porque, vamos a ver, miremos un poco la situación global con un poco de distanciamiento y objetividad.
¿Pude tener Rusia algún interés en desestabilizar nuestro país? Sí, es probable. Somos miembros de la OTAN, aliados de Estados Unidos y, last but not least, tenemos en este momento tropas en las mismas puertas de Rusia, en su frontera con los países bálticos.
Pero si su reacción es la propagando online -que, por la fuerza del puro mercado, tiene que hundirse y confundirse con los cientos de miles de noticias falsas que se difunden cada día en las redes-, podemos estar tranquilos.
No solo porque su eficacia es necesariamente limitada y fácilmente contrarrestable, sino porque, si se han molestado alguna vez en comparar la potencia -en cualquier campo- de Rusia y la de Estados Unidos, verán que estamos hablando de un ratón contra un elefante.
Y esta es otra de las cosas que me obnubilan de esta historia: ¿nadie se ha parado a hacer la comparativa?
¿O es simplemente que se piensa que Estados Unidos «no hace esas cosas» porque es «bueno»? Todo el fantástico arsenal de guerra cibernética de la CIA, ¿es de adorno, para fardar?
Otra pregunta. Todo esto viene al asunto catalán, a la DUI, ¿no? Y me planteo, ¿han sido los rusos los que han preparado el movimiento secesionista?
Estos casi cuarenta años, ¿ha sido Moscú el que ha cedido constantemente ante los nacionalistas catalanes, el que les ha permitido constantes desplantes y desafíos, el que les ha dejado preparar a la vista de todo el mundo la secesión sin mover un dedo?
Se trata de distraer la atención de los verdaderos culpables, un gobierno de Madrid que ha dejado que la Generalitat alimente pacientemente el odio contra el resto de España
La verdadera operación de propaganda de todo esto es mucho más simple. Ha pasado ya, en Estados Unidos, con una copia idéntica de esta conspiranoica ‘trama rusa’, que en ese caso sirve para tratar de justificar la impensable victoria de Trump y para intentar desacreditarle.
También aquí se trata de distraer la atención de los verdaderos culpables, un gobierno de Madrid que, en sus dos colores, ha dejado que la Generalitat alimente pacientemente el odio contra el resto de España y lo prepare todo para la desconexión.
Pero, naturalmente, no deben hacerme caso: es todo culpa de Rusia.
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