¿Tiene derecho Elósegui a la libertad de expresión que le niegan la izquierda y los LGTB?

    Hablar, escribir, criticar, discrepar, disentir… son conquistas de la democracia, sin la cual estaríamos en un Estado totalitario o en un régimen de terror. Afortunadamente se puede hablar, discrepar… etc. excepto de un tema tabú.

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    El juez Francisco Serrano, el historiador César Vidal, el periodista José Javier Esparza y el sociólogo Amando de Miguel.
    El juez Francisco Serrano, el historiador César Vidal, el periodista José Javier Esparza y el sociólogo Amando de Miguel.

    La libertad de expresión es un derecho humano consagrado en artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

    «Todo individuo –reza el artículo- tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».

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    Y el  artículo 20 de la Constitución Española, reconoce y protege «a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción».

    Sin embargo, ese derecho se le ha negado a la catedrática María Elósegui, nombrada recientemente juez del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Porque la izquierda (PSOE, IU) y asociaciones LGTB la han tildado de «homófoba» y han llegado a exigir que no tome posesión del cargo.

    María Elósegui, nueva jueza del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo
    María Elósegui, nueva jueza del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo

    Remiten a unas citas de la catedrática sobre el género que –como ella misma afirma- «están sacadas de contexto».

    ¿Tiene derecho la profesora Elósegui a la libertad de expresión? ¿Hay democracia cuando reina el miedo a perder un puesto o hay que medir las palabras?

    Hemos hablado con juristas y líderes de opinión y esta es su respuesta.

    El catedrático en Filosofía del Derecho Francisco José Contreras.
    El catedrático en Filosofía del Derecho Francisco José Contreras.

    Contreras: «Las opiniones de Elósegui las compartían Marx, Freud, Gandhi o Adenauer»

    El catedrático de Filosofía de Derecho, Francisco José Contreras, afirma que lo que dice la profesora Elósegui es «de sentido común».

    «Las opiniones de María Elósegui que suscitan el escándalo de la prensa progresista -por ejemplo, que las uniones hombre-mujer merecen una promoción jurídica especial porque de ellas resultan hijos; que la «operación de reasignación de sexo» implica la mutilación de un cuerpo sano y que la práctica homosexual incrementa notablemente el riesgo de una serie de patologías, como el SIDA- son a mi modo de ver puro sentido común».

    Añade que tales opiniones «fueron compartidas por toda la sociedad hasta hace muy pocas décadas. Es lo que pensaban Kant, Marx, Freud, Gandhi o Adenauer».

    Contreras cree que «si la presión mediática conduce a la defenestración de María Elósegui -como ocurrió con Rocco Buttiglione- se confirmará que las peregrinas tesis del lobby LGTB se han convertido en nueva doctrina oficial, y que quienes no las compartimos somos ciudadanos de segunda, con nuestra libertad de pensamiento, expresión y representación claramente mermadas».

    Amando de Miguel / Actuall

    Amando de Miguel: «Hablar de delito de odio es muy peligroso»

    El sociólogo y escritor Amando de Miguel sostiene que el único límite que debe tener la libertad de expresión «son las amenazas contra una persona concreta». Eso es lo único rechazable. Pero que «cualquiera puede opinar lo que desee, y esto incluye la crítica o el desacuerdo»… por ejemplo respecto a «los homosexuales organizados».

    Para De Miguel el llamado «delito de odio» «es un concepto totalitario» porque lo único rechazable no es lo que «uno piense de los demás, sino una acción que les perjudique».

    «A mí pueden no gustarme unas determinadas personas y decirlo, o estar en desacuerdo con su forma de vida y decirlo… pero eso no es un delito, es sólo una opinión».

    Considera que todo ello merma la libertad de expresión. «Hablar de delito de odio es muy peligroso».

    César Vidal
    César Vidal / ElperiódicodeCanarias

    César Vidal: «Estamos ante un fenómeno no menos totalitario que el nazismo o el comunismo»

    «Resulta verdaderamente lamentable que a inicios del siglo XXI, tras la desaparición de inquisiciones y sistemas totalitarios, la libertad de expresión, la libertad artística y de creación, la libertad de enseñanza e incluso la libertad de conciencia estén seria y directamente amenazadas por la ideología de género» afirma el historiador y escritor.

    César Vidal compara el fenómeno con los totalitarismos nazi y comunista:

    «Que una persona se vea privada de la libertad para educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones; para expresar lo que siente y piensa; incluso para realizar un pastel de bodas a su gusto a causa de este movimiento ideológico deja de manifiesto hasta qué punto nos hallamos ante un fenómeno no menos perverso moralmente y totalitario socialmente que el nazismo o el comunismo».

    El juez Francisco Serrano.
    El juez Francisco Serrano.

    Francisco Serrano: «No existe libertad de expresión, sobre todo si se hablan de estos temas: ideología de género, LGTB»

    El juez Francisco Serrano ya sabe lo que es vivir en sus propias carnes la persecución de los grupos defensores de la ideología de género. El Tribunal Constitucional anuló la inhabilitación que le habían impuesto por permitir a un menor ampliar sus vacaciones con su padre para garantizar su salida como paje en la Hermandad del Silencio.

    Pero él tiene claro que fue una persecución política por sus críticas a la política de género promovida por José Luis Rodríguez Zapatero.

    El magistrado lo tiene claro: «No existe libertad de expresión, sobre todo si se hablan de estos temas: ideología de género, LGTB». «Contra el que se se desmarca hay represalia y persecución» ha señalado el magistrado.

    «Se está cumpliendo al pie de la letra el título del libro que publiqué hace unos años La dictadura de género. Una amenaza contra la Justicia y la Igualdad. Hay una verdadera amenaza contra la Justicia, contra la Igualdad y contra numerosos derechos reconocidos en la Constitución», insiste Francisco Serrano.

    Y lo peor de este caso, afirma, «es que María Elósegui ha triunfado por sus méritos, pero si vas contra mano, van contra ti».

     

    José Javier Esparza, durante el desarrollo de un Encuentro Actuall.
    José Javier Esparza, durante el desarrollo de un Encuentro Actuall.

    José Javier Esparza: «Es imprescindible levantarse contra el totalitarismo del pensamiento único»

    «Es cada vez más evidente que estamos ante una nueva inquisición, esta vez laica, como lo fue la de las purgas estalinistas», señala el periodista y escritor José Javier Esparza.

    Y explica: «El lobby LGTB recupera el espíritu de Vyshinski: una vez el partido te ha señalado, eres culpable incluso si demuestras lo contrario, porque lo que importa aquí no es el reo, sino el efecto político que la acusación causa en las masas».

    «Lo asombroso es ver con qué docilidad los medios de comunicación, que justificaban su existencia en nombre de la libertad de expresión se pliegan ahora ante esta negación de toda pluralidad”

    Lo peor es la actitud de muchos medios de comunicación.

    «Lo asombroso –explica- es ver con qué docilidad los medios de comunicación, que hasta hace poco justificaban su existencia en nombre de la libertad de expresión y la pluralidad, se pliegan ahora ante esta negación furibunda de toda pluralidad y toda libertad de expresión».

    Y concluye: «Cualquier tiranía es mucho más siniestra cuando se impone en nombre de la libertad. Es moralmente imprescindible levantarse contra este totalitarismo del pensamiento único».

    El historiador y escritor Jorge Vilches.
    El historiador y escritor Jorge Vilches.

    Jorge Vilches: «Sería como denunciar a alguien por llevar una camiseta del Che, que montó campos de concentración para homosexuales»

    Doctor en Historia y profesor de Historia del Pensamiento, Jorge Vilches cree que por la regla de tres de denunciar o vetar a la profesora Elósegui por sus ideas, habría que «denunciar a Alberto Garzón por defender el comunismo, una ideología que dejó cien millones de muertos en el siglo XX».

    Ernesto Guevara exhibe su pistola, con la que asesinó a miles de personas.
    Ernesto Guevara exhibe su pistola, con la que asesinó a miles de personas.

    Sería como denunciar «al que lleva una camiseta con la cara del Che, que montó en Cuba campos de concentración para homosexuales, a los que torturaban bajo el lema de «El trabajo os hará hombres».

    ¿Y qué pasa si unas palabras hieren u ofenden a alguien? «Si alguien se siente insultado puede recurrir a los juzgados», señala el profesor Vilches, pero «no es democrático el buscar la muerte civil de alguien porque tiene una opinión distinta perfectamente legal y legítima, aunque no coincidamos con ella».

    «El delito de opinión impuesto por ciertos políticos y sus medios afines, es propio de dictaduras”

    Una cosa es el respeto a todos y la autocensura, y otra que haya que imponer delitos de opinión. «La autocensura es natural a la civilización y al mismo cristianismo. Otra cosa muy distinta es que exista un delito de opinión, impuesto por ciertos políticos y sus medios afines, por no comulgar con la verdad oficial. Eso es propio de dictaduras».

    Significativamente los ataques a la profesora Elósegui han venido de la izquierda (PSOE, IU).

    Y es que «el propósito de la izquierda es la creación del Hombre Nuevo y la Sociedad Nueva mediante la destrucción de los principios y valores tradicionales, y la imposición de unos nuevos», subraya Vilches.

    Y añade: «La historia del socialismo es así ya el siglo XIX, y se acelera en el XX con el triunfo del bolchevismo en Rusia. No es nada nuevo. Utilizan las instituciones para manejar la información, la educación y la cultura e ir forjando nuevas generaciones ganadas para su proyecto político. Es la ingeniería social que la izquierda política y mediática ejerce como nadie. Por supuesto, el que no comulga se convierte en disidente, y su obra en proscrita».

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