El pasado 1 de junio, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cumplió sus primeros séis meses al frente de los destinos del país. Por tal motivo, consideramos estar ya en condiciones de predecir cual podría ser el rumbo que tomará México en un futuro inmediato.
Apenas iniciado el sexenio -despreciando todo estudio realizado por expertos- AMLO canceló las obras del aeropuerto de Texcoco, lo cual trajo como consecuencia inmediata que 40 mil personas quedasen sin empleo.
Pocos días después, el 24 de diciembre, en un trágico accidente de aviación, fallecen la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, así como su esposo Rafael Moreno Valle.
Ambos personajes eran miembros destacados del Partido Acción Nacional (PAN) principal partido de la oposición, razón por la cual podrían ejercer un fuerte contrapeso al poder de AMLO.
En la primera quincena de enero, dejándose llevar por el capricho de no comprarle gasolina a empresas estadounidenses, lo que AMLO propició fue causar el desabasto de dicho combustible no solamente en la capital del país sino en gran parte del territorio nacional.
AMLO intentó justificarse alegando que la falta de gasolina se debió a los huachicoleros o sea las bandas del crimen organizado que se dedican a perforar los ductos por donde pasa el combustible que surte a las gasolineras. A dichos ductos, una vez perforados, les extraen el combustible que los ladrones venden a precios mucho más bajos que los que marcan las tarifas oficiales.
El 18 de enero, temerosos de las represalias de AMLO, los dueños de una importante radiodifusora a nivel nacional despiden al famoso comunicador Jesús Martín Mendoza quien era unas de las voces más críticas en contra del nuevo gobierno.
Ese mismo día, en Tlahuelilpan (Estado de Hidalgo) se produce una tremenda explosión en uno de los ductos perforados, lo cual le costó la vida a más de un centenar de personas.
Con el fin de compensar la falta de recursos debida a la baja recaudación de impuestos producto de la desconfianza que existe dentro del sector empresarial, AMLO, con tal de no perder popularidad aumentando los impuestos, decidió emprender drásticos recortes presupuestales.
Debido a dichos recortes, miles de burócratas han perdido su trabajo lo cual está generando problemas administrativos pues faltan empleados que atiendan a los ciudadanos que desean hacer gestiones en las oficinas de gobierno.
Dentro de dichos recortes, destaca el que sufrieron las guarderías infantiles, obligando a la mayoría a cerrar sus puertas. Con ello ocasionaron el despido de miles de madres de familia quienes, al no tener quien atienda a sus hijos, se ven obligadas a quedarse en casa.
Dentro de dicha política de recortes, el más grave fue el que se dio dentro de la CONAFOR (Comisión Nacional Forestal) que dejó sin empleo a miles de brigadistas.
Los números cantan: De 22 mil brigadistas quedaron solamente 3 mil. El efecto inmediato fue que los pocos que conservaron su empleo resultaron insuficientes para apagar la gran cantidad de incendios que se dieron en muchas partes del país.
Rumores insistentes afirman que la mayoría de los incendios son sabotajes provocados por brigadistas que perdieron su trabajo.
Otra torpeza cometida por AMLO (ésta a nivel internacional) fue la que tuvo lugar el pasado mes de marzo cuando le exigió al rey Felipe VI que pidiera perdón por la Conquista de México
La drástica baja en el presupuesto afectó hospitales del Sector Público causando miles de víctimas que no pudieron recibir atención médica, que no pudieron ser asistidos quirúrgicamente y que se quedaron sin vacunas y medicamentos.
El rígido recorte del presupuesto, así como el que se deje sin capacidad de maniobra a varias dependencias gubernamentales provocó dos importantes renuncias dentro del primer círculo de gobierno: Germán Martínez, director del Seguro Social, así como Josefa González Blanco, secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales; esta última -harta de una situación que se había vuelto insostenible- disfrazó su renuncia provocando un incidente con una empresa comercial aérea.
AMLO ha impuesto la costumbre de las llamadas conferencias “mañaneras” que diariamente tienen lugar en Palacio Nacional a partir de las siete de la mañana. En ellas, en vez de comunicar los logros de su gestión, AMLO se dedica tanto a echarle la culpa de todo al gobierno anterior como a provocar enfrentamientos sociales.
Otra torpeza cometida por AMLO (ésta a nivel internacional) fue la que tuvo lugar el pasado mes de marzo cuando le exigió al rey Felipe VI que pidiera perdón por la Conquista de México.
El monarca español se encogió de hombros a la vez que varios intelectuales aprovecharon la censurar públicamente al mandatario mexicano; entre ellos destacan el Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa y el académico Arturo Pérez Reverte.
Las interminables y cada vez más frecuentes torpezas de AMLO han provocado la protesta de miles de ciudadanos que marcharon por las principales ciudades del país el domingo 5 de mayo; que, cuando en una conferencia “mañanera” el presidente afirmaba que había bajado la delincuencia el periodista Jorge Ramos lo desmintiera públicamente y que el escritor Francisco Martín Moreno publicase la novela “Ladrón de esperanzas” en la cual no solamente censura al presidente sino que habla del contubernio que se dio entre el PRI y MORENA para que López Obrador pudiese ganar las elecciones.
Aunque AMLO mucho insiste en su lucha contra la corrupción y que todos los males de México proceden del gobierno anterior, la realidad es que no ha emprendido ninguna acción penal en contra del ex presidente Enrique Peña Nieto quien asiste feliz de la vida a importantes eventos de la alta sociedad en donde, con todo cinismo, exhibe a su novia más reciente.
Esta actitud del ex presidente da serios fundamentos para creer que, efectivamente, entre el PRI y MORENA hubo un pacto mediante el cual -a cambio de impunidad- se le permitió a López Obrador llegar a la Presidencia.
Sin embargo, en los últimos días, se procedió contra Arturo Lozoya, ex director de PEMEX, pero esto forma parte del teatro sexenal con el cual quien acaba de llegar a la Presidencia aprovecha para lavarse la cara y ganar popularidad.
A la vista de todo lo anterior, podemos sacar la siguiente conclusión:
El régimen de AMLO -aparte de populista- es inepto puesto con unas decisiones que no son técnicas sino mas bien viscerales, acabará provocando caos administrativo, desempleo, inflación, escasez, devaluaciones y aumento de la delincuencia.
A seis meses de iniciado el sexenio esto es lo que nos presenta el futuro.
Quiera Dios que nos equivoquemos.
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