Hace ya unos días que un buen número de marquesinas de autobús de la ciudad de Madrid lucen -es un decir- la cartelería de una campaña publicitaria en la que aparentemente se trata de vender bragas y sujetadores a 15,99 euros el conjunto.
A estas alturas, créanme, no voy a hacer una soflama mojigata por el hecho de que una señorita pose en paños menores. No me resulta de buen gusto, eso sí, pero no es esa la razón de que la campaña haya llegado a estas líneas.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora(Paréntesis. Aún no he oído ni una sola crítica desde la jauría feminista de cuota al uso comercial del cuerpo de esta mujer. Debe ser que no está rodeada de coches en la foto, que al parecer es clave en los últimos tiempos para tomar decisiones en este campo).
Lo que me ha llamado más la atención ha sido que esta fémina, que muestra encajes y tatuajes y al parecer tiene una influencia exageradamente importante entre la juventud española, posa realizando -con un estilo bastante flojo, todo sea dicho- el saludo militar.
Reales Ordenanzas: «El saludo entre militares constituye una muestra de respeto mutuo»
El Tratado Tercero de las Reales Ordenanzas del Ejército de Tierra aborda la cuestión de la disciplina. En su decimotercer título (nunca agradeceremos suficiente al Real Madrid que haya extendido el uso correcto del ordinal gracias a sus victorias continentales undécima y duodécima) se detallan las instrucciones a tener en cuenta sobre las manifestaciones externas de la disciplina militar, entre las que se encuentra el saludo.
De este gesto, se predica que:
Artículo 282
Todo militar saludará a las Banderas y Estandartes de las Unidades y durante la interpretación del Himno Nacional. También saludará militarmente a Sus Majestades los Reyes, a S. A. R. el Príncipe de Asturias, a los Infantes de España, al Presidente y al Vicepresidente del Gobierno y al Ministro de Defensa, en la forma y de acuerdo con lo reglamentariamente dispuesto.
Al embarcar o desembarcar de un buque de la Armada saludará a la Bandera, dándole frente en el momento de pisar o abandonar la cubierta.
Artículo 283
El saludo entre militares constituye una muestra de respeto mutuo. Se efectuará por el de menor jerarquía y será correspondido por el superior. Entre los de igual empleo el saludo se practicará de acuerdo con las reglas dictadas por el compañerismo y la buena educación. Su ejecución se regirá por la establecido en los reglamentos
Artículo 284
Los alumnos de las Academias de formación de Oficiales saludarán a los Oficiales y responderán al que reciban de los Suboficiales y clases de tropa y marinería. Los alumnos de las Academias de formación de Suboficiales saludarán a los Oficiales y Suboficiales y responderán al que reciban de las clases de tropa y marinería.
Artículo 285
En los lugares de trabajo en común o de encuentro frecuente, el militar saludará la primera vez que coincida con cada uno de sus superiores y cuando posteriormente se dirija a ellos, bien sea por propia iniciativa o por haber sido llamado por éstos.
Artículo 286
Si por la actividad que esté desarrollando no puede efectuar el saludo reglamentario, adoptará la postura más correcta que le sea posible y empleará la fórmula verbal de saludo que figura en el artículo siguiente.
Artículo 287
Todo militar que deba dirigirse de palabra a un superior se cuadrará ante él, le saludará y le dirá «a la orden de (tratamiento) mi (empleo del superior)» cuando tenga tratamiento de excelencia o señoría y «a sus órdenes mi (empleo del superior)» cuando tenga el de usted, quedando luego en la posición de firmes mientras no se le indique otra cosa; al despedirse se cuadrará, empleará la fórmula «ordena (tratamiento) alguna cosa mi (empleo del superior)» y volverá a saludar. Cuando encontrándose en formación haya de dar parte de novedades, permanecerá saludando mientras lo expone; el superior lo recibirá de igual modo.
Artículo 288
Quedará dispensado de la obligación de saludar si se encuentra desempeñando un servicio o función que exija una atención que le impida distraerse de su cometido.
Artículo 289
A los militares de Ejércitos extranjeros saludará en iguales casos que a los del propio, en justa correspondencia y con la oportuna flexibilidad para adaptarse a las diferentes costumbres o normas.
Artículo 290
Saludará a los superiores que vistan de paisano, cuando conozca su condición o aquellos se den a conocer. Cuando no vaya de uniforme empleará la fórmula verbal de saludo, además de las normales de cortesía.
Es una lástima que sea banalizado para vender bragas un gesto que, más allá de la cortesía, significa ponerse a disposición de los demás a través de un superior jerárquico como vía para estar al servicio de la Patria, tal y como ha detallado con acierto el General Dávila.
En España hay cerca de 125.000 militares que integran las Fuerzas Armadas Españolas, distribuidos entre el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y la Armada, más los llamados Cuerpos Comunes, la Guardia Real y la Unidad Militar de Emergencias, que integran a miembros de las tres ramas principales.
En la actualidad, cerca de 2.500 hombres y mujeres de nuestros Ejércitos sirven a los intereses de la defensa de España en 16 misiones en el extranjero en lugares como Irak, Líbano, Mali, Bosnia Herzegobina, República Centroafricana, Somalia o Yibuti. Merecen un respeto.
Por favor, reinstauren el servicio militar que tanto bien hizo a España o amplíen el cupo de reservistas voluntarios. Somos muchos los que estaríamos encantados de servir a la Patria de esta manera
Ya sé que los civiles no tenemos el derecho de uso del saludo militar. Pero algunos de nosotros, de forma cordial y con toda la marcialidad posible lo hacemos ante nuestros amigos militares en contextos privados. Al menos en mi caso, como muestra de profunda admiración y respeto a quienes se han jugado los bigotes por nuestra seguridad.
No son pocas las veces que respondo al teléfono a conocidos militares con un «a las órdenes de usía», sea cual fuere su empleo castrense, con el mismo ánimo de hacer honores a quienes eligieron el servicio de las armas como camino vital.
Es obvio que no me van a dar la laureada de San Fernando por esto. Tan cierto como que nadie le hará un consejo de guerra a los diseñadores de la campaña y a su protagonista. Ni una cosa ni la otra son posibles.
Pero no está de más reclamar un poco de respeto, el mínimo imprescindible, para el saludo militar, que es mucho más que un gesto. Pero hay que ir más allá. Porque lo que está en bragas en realidad es la cultura de defensa en su conjunto. Es urgente hacer un esfuezo en este sentido que debe nacer de la acción conjunta de la Administración y de la sociedad civil.
Por favor, reinstauren el servicio militar que tanto bien hizo a España o amplíen el cupo de reservistas voluntarios. Somos muchos los que estaríamos encantados de servir a la Patria de esta manera.
Con mi saludo.