La campaña de segundo turno por la presidencia de Brasil, en la que se enfrentan el diputado Jair Bolsonaro y el candidato de ‘Lula’, Fernando Haddad, ya está, como dicen los brasileños, «pegando fogo». En apenas una semana Haddad ha recibido tres duros golpes.
El más reciente viene de un gobernador del Nordeste, aliado de Haddad, que ha dicho con todas las palabras: el Partido de los Trabajadores (PT) tiene que pedir disculpas, porque cometió «mucha burradas», es responsable del ascenso de Bolsonaro y «van a perder feo». No se trata de un aliado – o ahora ex aliado – cualquiera, sino Cid Gomes, exgobernador del estado de Ceará y hermano de Ciro Gomes, aspirante a la Presidencia por el Partido Democrata Laborista (PDT) que quedó en tercer lugar con poco más de 13 millones de votos.
Ciro declaró su apoyo en favor de Haddad y el PT consideraba muy importante el respaldo de él y de su hermano Cid para beneficiarse con la «la transferencia» de voto de sus electores, especialmente en Ceará donde los hermanos son caciques desde hace décadas. El inesperado hecho aconteció en Fortaleza, este lunes 15 de octubre, durante un acto de campaña en favor de Haddad. Cid inició su discurso pidiendo al PT humildad para reconocer que erró.
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Suscríbete ahoraRecibió al igual aplausos y abucheos. Algunos militantes petistas le gritaron «no» y él les respondió: «¿Es así? por gente como tú van a perder la elección y que bueno que así sea, […] porque no aceptan que cometieron muchas burradas, porque cooptaron los órganos públicos, porque creyeron que eran dueños del país y Brasil no acepta tener dueño».
Y les lanzó a la cara, en medio de gritos: «quien creó a Bolsonaro fueron ellos, que creen que el fin justifica los medios».
«Las frases prejuiciosas que eventualmente decía son las mismas que escuchamos en las calles del país […] él esta más cercano al espíritu mayoritario de las calles», dice de Bolsonaro un excompañero de Lula
Los militantes presentes comenzaron a gritar «ole, ole, ole, ola, Lula, lá, Lula, lá» (consigna de las campañas de 2002 y 2006 del expresidente, que hace referencia a hacer llegar a Lula «allá», es decir, a la Presidencia). Cid que sabe lo que ese «canto» significa les dice»Lula esta preso, idiotas. Eso es el PT y el PT que se comporta así merece perder».
La grabación se expandió como reguero de pólvora en las redes sociales la noche del lunes, en cuestión de minutos, después de que aconteció.
Otro golpe, vino de un prestigiado político de izquierda, Fernando Gabeira, exguerrillero, periodista, y fundador del PT, del que salió en 2003 por no compactuar con la corrupción de Lula.
Fue diputado y compañero de Bolsonaro durante 16 años en la Cámara. Defensor radical de la agenda pro aborto, género, LGBT y legalización de las drogas.
Escribió dos artículos muy interesantes sobre Bolsonaro. En el primero, del dia 8 de octubre, elenca virtudes y defectos del excolega, y reconoce que es un hombre sincero y con el que se puede dialogar.
En el segundo, del lunes 15 de octubre, dice: «Mi experiencia es de quien defendió en el Parlamento banderas que Bolsonaro ataca. Las frases prejuiciosas que eventualmente decía son las mismas que escuchamos en las calles del país […] él esta más cercano al espíritu mayoritario de las calles. […] Mi actitud no fue la de rotularlo de fascista, misógino, racista u homofóbico«.
Y en una entrevista al periodista Morris Kachani, de el periódico O Estado de São Paulo, publicada el domingo 14 de octubre, Gabeira asegura que la democracia no esta en riesgo con Bolsonaro en el poder, aunque la calidad de la misma, sí; y atribuye la ascensión del excapitán a los graves errores del PT y de la izquierda que no combatió la corrupción de la sigla.
En la misma línea, un texto más modesto, pero que que se ha hecho viral a través de las redes sociales y de los aplicativos para intercambio de mensajes, apareció un día después del primer artículo de Gabeira.
Afirma que es falso que el elector que convirtió a Jair Bolsonaro en el candidato más votado a la Presidencia de Brasil el pasado domingo 7 de octubre sea machista, homofóbico y racista.
«No, este país no tiene 47% de machistas, homofóbicos y racistas; rotularlos así no va a resolver nada, porque esos insultos no tienen sustento. Su elector promedio de este hombre no es nada de eso. Sólo no quiere que el país sea gobernado por un partido que tiene un dueño».
«El problema no es el elector de Bolsonaro. Somos nosotros, del gran campo de las izquierdas […] Bolsonaro ‘surgió’ de aquí mismo, de nuestra incapacidad para hacer la necesaria autocrítica», explica un profesor universitario de izquierda
En medio de la intensa y sistemática campaña de descalificación contra el candidato del Partido Social Liberal y contra sus electores durante todo el proceso electoral, rotulándolos despectivamente con esos epítetos, tales palabras cobran peso especialmente por su origen.
No fueron escritas ni por un simpatizante de Bolsonaro ni por un observados neutro, sino por un profesor universitario de filosofía que asume abiertamente ser de izquierda. No un «figurón» sino uno de esos miles de militantes rojos de a pie. Y eso, quizá, puede ser un signo de que la fractura llegó también «hasta la base».
«No sirve de nada llamar al elector de Bolsonaro ‘racista», cuando ese elector es negro y decidió que no vota nunca más al Partido de los Trabajadores (PT). De nada sirve decir que ‘mujer no vota en Bolsonaro’ a una mujer que decidió no votar en el PT de forma alguna. […] Las mujeres votaron más en Bolsonaro que en Haddad, los negros votaron más en Bolsonaro que en Haddad, una cantidad enorme de gaysvotó en Bolsonaro», constata.
Y la cuchilla entra más profundamente: «El problema no es el elector de Bolsonaro. Somos nosotros, del gran campo de las izquierdas […] Bolsonaro ‘surgió’ de aquí mismo, de nuestra incapacidad para hacer la necesaria autocrítica. […] la culpa del surgimiento de esa ola es nuestra, exclusivamente nuestra».
El autor es Gustavo Bertoche Guimarães, de doctor en Filosofía por la Universidad Estadual Estado de Río de Janeiro y profesor en la Facultad de Educación y Letras de la Universidad de Iguaçu, en el estado de Rio de Janeiro. El análisis, aunque no contempla otros factores de peso, es extraordinariamente lúcido en muchos aspectos y valiente, testimonial y con fuertes rasgos de desahogo.
Fue publicado en su página de Facebook el pasado 9 de octubre; una semana después, el texto fue compartido por casi 20 mil personas desde su muro, recibió más de 26 mil reacciones y un millar de comentarios, críticas y elogios.
Bertoche asegura que el «campo de izquierda», y en especial el PT, quedó atrapado en nombres intocables, incluso cuando demostraron su falibilidad, que se silenció a los críticos de la «vaca sagrada» – en una clara referencia al expresidente Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, y que adoptó «el método más podrido» de conquistar mayoría en el congreso y en las asambleas legislativas, por haber preferido el poder a la virtud».
Irónico, cuestiona los que califican de «facista» o «nazista» a Bolsonaro: «Disculpe amigo, pero chistes y frases imbéciles no son Mein Kampf. […] Y no, no está habiendo una disputa entre barbarie y civilización. El bárbaro no disputa elecciones«.
Y concluye: «El elector no votó a Bolsonaro porque él dijo cosas detestables. Votó a Bolsonaroa pesar de eso, […] fue el voto antiizquierda, fue el voto antisistema, fue el voto anticorrupción».
El texto completo, en español, puede ser leído aquí.
Faltan 15 días para el balotaje y signos de una desbandada de izquierda ya están a la vista de todos.