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¿Y si vuelven a ganar los secesionistas? Tres posibles escenarios ante el 21-D

El líder de ERC, Oriol Junqueras y la de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas.

El líder de ERC, Oriol Junqueras y la de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas.

El anuncio de las elecciones exprés a celebrarse el jueves 21 de diciembre de 2017 en Cataluña han logrado poner entre la espada y la pared a todos los representantes políticos del uno al otro confín ideológico.

La recuperación de la normalidad democrática a la que ha apelado Mariano Rajoy para poner en marcha el artículo 155 -tarde, según reconoció en el Senado el pasado sábado por la mañana- no consiste sólo en la recuperación de la legalidad, sino también de la cotidianeidad social y de un estado de opinión lejos de la crispación a la que han llevado los golpistas a sus conciudadanos.

La rapidez máxima con la que se han convocado los comicios no estaba entre las preferencias de Xabier Albiol, el cabeza de lista del PP, partidario de calmar las aguas antes de poner las urnas con garantías.

Quienes han proclamado de forma ilegal la República Catalana se han visto, al menos durante unas horas, en la disyuntiva de presentarse o no bajo la legalidad española -la única existente

Rajoy no ha querido de ningún modo aplicar en soledad el artículo 155 y para eso ha tenido que ceder a las presiones de Ciudadanos y el PSOE. Sobre todo de los primeros, que ven esta como su gran oportunidad de ganar su primera comunidad autónoma.

Sin embargo, nada de esto va a ser tan sencillo. En especial para los independentistas. Quienes ha proclamado de forma ilegal la república catalana se han visto, al menos durante unas horas, en la disyuntiva de presentarse o no bajo la legalidad española -la única existente- que han repudiado con una arcada especial durante los últimos meses.

Está por ver cómo les pasará factura a ERC y PDeCat su decisión de concurrir a los comicios bajo la autoridad de su fantasmagórico opresor. ¿Cómo digerirá su base social esta decisión cuando ya estaban rompiendo los DNI y los pasaportes?

Queda por saber si los (aún más) independentistas radicales de las CUP van a dar el paso de presentarse también. Porque su papel durante esta legislatura en el Parlamento regional catalán ha sido clave para llegar hasta donde se ha llegado.

Y por último, habrá que descifrar qué parte de los podemitas, en sus diferentes pelajes catalanes, se hace con el control del discurso y la acción política: los que han apoyado la ilegalidad secesionista o los que aspiran romper España por vías legales.

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, junto al vicepresidente, Oriol Junqueras / EFE

Así pues, las posibilidades que caben tras las elecciones del próximo jueves 21 de diciembre son básicamente estas tres:

1.- Que se repita con las CUP

Un resultado que vuelva a dar una mayoría a los independentistas, con lo cual cabrá preguntarse para qué ha servido una convocatoria electoral fulgurante.

Más cuando parece patente que ha calado en buena parte de la población catalana que la Ñ, como usa Lluis Llach en Twitter para abreviar o por alergia al nombre de España, ha lesionado sus derechos democráticos al oponerse al 1-O.

A través de ese prisma podrán aducir que, ahora sí, habiendo ganado con las normas de su enemigo, se han cargado aún más de razones para dar la espalda a España.

2.- Que ganen los independentistas sin las CUP

Con un PDeCat capitidisminuido y una ERC esplendorosa de votos. Entonces las riendas las tendrá -aún más- Oriol Junqueras, para quien, en su ansia de llegar a la categoría de Molt Honorable, el plazo de poco más de 50 días hasta las elecciones se le hace largo.

En este caso, sin las CUP, los podemitas de Cataluña Sí Que Es Pot podrían convertirse en herederos de la llave que hasta ahora han tenido en sus manos los seguidores de Anna Gabriel, si son capaces de cohesionarse a nivel interno.

3.- Que sean mayoría, en comandita, Ciudadanos, PSC y PP.

Toda una incógnita. ¿Serán capaces, después del acuerdo de mínimos para poner en marcha el artículo 155 de crear un pacto de legislatura? ¿Serán capaces de legislar para erradicar el adoctrinamiento ideológico escolar? ¿Lograrán ganar espacios de libertad para el uso normal del castellano en Cataluña? ¿Serán capaces de limpiar el mando de los Mozos de Escuadra para que sirva al conjunto de la sociedad bajo el imperio de la ley?

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