El director de cine, ganador de dos Oscar por Platoon y Nacido el 4 de julio, es noticia porque presenta una película sobre Edward Snowden –el empleado de la CIA que desertó- y un documental sobre Ucrania.
Y porque ha vuelto a escandalizar con su antiamericanismo y sus «boutades» progres. Clama por la justicia social y los desheredados de la Tierra pero hace documentales hagiográficos de Fidel o Hugo Chávez. Elogia a Pablo Iglesias y a Tsipras, pero se hace de oro con sus películas. Sus comentarios constituyen su mejor autorretrato.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraCon Pablo Iglesias, las cosas cambiarán. En una entrevista a El Mundo, Oliver Stone (Nueva York, 1946) demuestra ser un consumado analista de la política española y, de paso, europea: «Con partidos como Podemos las cosas están cambiando en Europa». Pero también demuestra tener sólidos conocimientos de la Historia de España: «Este país tiene también tradiciones muy oscuras que traen a veces el eco de la Inquisición».
Mi amigo Hugo.- Su fe en Podemos tiene lógica. Porque Stone hizo dos documentales en los que ensalzaba a Hugo Chávez, Al sur de la frontera y Mi amigo Hugo, que ganó la Convención Internacional de Radio y Televisión de Cuba, en 2014. En este, el cineasta rinde homenaje al dictador bolivariano e incluye testimonios elogiosos de su círculo de amigos, Nicolás Maduro incluído.
Antiamericanismo.– El cineasta ha sacado el máximo partido económico de Hollywood, pero no ha dudado en destrozar la Historia reciente de EEUU, en filmes como Platoon y Nacido el 4 de julio –ambas sobre la guerra de Vietnam- o Nixon. Excepto la primera, muy alaba por la crítica, las otras dos fueron recibidas con frialdad.
Llamó «Quijote» a Fidel Castro.- Rodó el elogioso documental Looking for Fidel (2003) tres días después de que el régimen cubano ejecutara a tres personas que pretendían huir. Dijo del dictador caribeño que es «uno de los hombres más sabios, es un superviviente y un Quijote«. Y se proclamó admirador suyo: «admiro su revolución, su fe en si mismo y su honestidad».
Camarada Comandante.- Años antes, el cineasta había hecho un «retrato humano» de Castro en otro documental, titulado Comandante. Dijo de él que «debíamos considerarlo como una de las personas más inteligentes de la Tierra, una de las personas que debíamos consultar».
Tsipras, inteligente, Aznar, perro faldero de Bush.- No le hace ninguna gracia las posiciones críticas de España con Chávez, Evo Morales y Correa. Y demuestra su gran perspicacia al calificar al griego Tsipras de «político inteligente», y al equipara a Rajoy («es un tipo más o menos similar») con Aznar, al que llama «perrito faldero de Bush».
Elogia a Putin y echa denuestos de la OTAN. El director de cine parece un infiltrado de novela de Le Carré, porque pone por las nubes a Putin, «ha restaurado el orgullo de Rusia» dice en El Mundo; y a renglón seguido echa pestes de la Alianza Atlántica: «se ha convertido en instrumento de intimidación» (…) «Cayó el Pacto de Varsovia, se desmilitarizó el Este de Europa y sin embargo EEUU no hizo nada por desmilitarizar la Europa Occidental. Al revés: la OTAN se expandió a otros 13 países y sigue su avance».
¿Con qué lema será recordado Stone con «Parias de la Tierra uníos» o con «El dinero nunca duerme»?
Los soviéticos son los buenos.- En su libro La Historia silenciada de los Estados Unidos, Stone elogia al papel de la Unión Soviética durante la Guerra Fría y en una entrevista llega a decir: «Ni EEUU nunca ha habido un reconocimiento real del papel de la URSS» y añade «¿Quién ganó realmente la guerra?».
La codicia es buena.- La frase no es suya sino del ambicioso tiburón Gordon Gekko (Michael Douglas) de la película Wall Street. Pero a juzgar por la millonaria carrera de Stone podría ser su lema. «La codicia es necesaria y funciona» declara Gekko. Y Stone lo demuestra con su cine y su cuenta corriente. Porque mientras clamaba por los desheredados de la Tierra, reivindicaba a líderes marxistas, bolivarianos e indigenistas; y se convertía en el campeón de la justicia social, veía incrementarse notablemente su fortuna económica, con películas como Platoon que recaudó más de 138 millones de dólares, Salvajes con 87 millones o Wall Street con 43 millones. ¿Con qué lema será recordado Stone? ¿Con «Parias de la Tierra uníos» o –como el título de la segunda parte de Wall Street- «El dinero nunca duerme»?