Puigdemont ya se ha pronunciado. Y ha obligado al Gobierno a seguir con la aplicación del artículo 155 y la intervención de la autonomía catalana.
Porque en lugar de dar una respuesta clara y sencilla, como le pedía el Ejecutivo en el requerimiento de si declaró o no la independencia, el golpista ha remitido una carta al Gobierno en la que pide que acabe “la represión contra al pueblo y el Gobierno de Cataluña” y que se concrete “una reunión que nos permita explorar los primeros acuerdos”.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEs decir, sigue enganchado en su delirio secesionista y no responde a lo que se le ha pedido.
El Gobierno debe, en consecuencia, hacer caer todo el peso de la ley y las herramientas del Estado de derecho sobre los golpistas.
Porque si no contestaba que “No” declaró la independencia, si se refugiaba en la ambigüedad, automáticamente continuaba la maquinaria activada del artículo 155. Así lo advirtieron el domingo fuentes del Gobierno de Rajoy.
«Cualquier otra suerte de contestación, sea una carta o la simple reiteración de su discurso ante el Parlamento catalán, o ausencia de la misma no evitará la aplicación del artículo 155«, según un portavoz.
En la carta, el golpista llega a decir que los Mossos es “uno de los cuadros policiales con más prestigio en la policía europea”
En la carta de Puigdemont no sólo no contesta directamente a la pregunta sino que pide que “se revierta la represión contra el pueblo de Cataluña”.
Y, a renglón seguido, recuerda que este lunes está citado en la Audiencia Nacional el mayor Trapero, jefe de los Mossos de Esquadra, “uno de los cuadros policiales con más prestigio en la policía europea”, como si la Audiencia fuera el aparato represor de una dictadura y Trapero un policía honesto.
Pero el colmo de la arrogancia llega cuando el líder golpista pide negociar, de igual a igual, como si no hubiera pasado nada, como si no se hubiera situado fuera de la ley, al llevar a cabo el referéndum ilegal y el paripé de no-declaración de independencia
“Nuestra propuesta de diálogo es sincera (…) aunque incompatible con actual clima de creciente represión y amenazas”. Y pide concretar una reunión con el Gobierno.
El líder golpista ha perdido así una oportunidad y ahora debe atenerse a las consecuencias. Si no se retracta el Gobierno le dará hasta el jueves a las diez de la mañana para que restituya el orden constitucional.
A continuación el Gobierno encomendará la gestión de Cataluña a un Gobierno de concentración o tecnócrata antes de convocar elecciones en la comunidad.