Llevamos mucho tiempo con el sonsonete de que Cataluña ha desconectado del resto de España. Primero lo hizo mentalmente y luego vinieron las leyes de desconexión. Desde los más jóvenes hasta los más ancianos repetían incansablemente: yo ya he desconectado, no me siento español.
Y en cierto modo se entiende, no en vano el nacionalismo siempre ha procurado tener atados y bien atados, la educación, los medios de comunicación, el mundo asociativo y la cultura. Y claro, con un ambiente tan tóxico, es normal que haya mucha gente desconectada. Aunque para ser precisos, no es que ellos hayan desconectado, más bien, los que controlan el generador, son quienes han desenchufado de la corriente.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraY fue un alivio ver, el 21 de diciembre pasado, que eran muchos menos de los que pensábamos los desconectados. El partido más votado fue Ciudadanos y las fuerzas indepes no llegaron ni a la mitad de la población.
Por eso, viendo la portada del diario Ara, descubro que cuando hablaban de desconexión y de las leyes de desconexión, a lo que se estaban refiriendo era a romper unilateralmente con la realidad. En Cataluña lo que ha habido es una desconexión en masa de la realidad, del mundo que nos rodea. Y por lo que parece, algunos medios van a la vanguardia.
Según la encuesta publicada por Ara -es portada-, parece hecha en el bar del Parlament, en la terraza de Casa Fuster o en la sede de Òmnium, un 80% de los catalanes quieren un referéndum, no quieren que se aplique el 155, no creen que haya rebelión, no son partidarios de la prisión preventiva y algunas cosillas más.
Lo que no consiguieron en las urnas, pretenden legitimarlo con una encuesta de chichinabo. Y lejos de mandarles a la mierda, decirles que están hartos de que les tomen por imbéciles y de que no todo vale, seguro que sus lectores se convierten en cómplices de una gilipollez que a ojos de cualquier persona con sentido común, es eso, una gilipollez.
Pero para ellos, que ya han desconectado todas las tomas de corriente del cerebro, esa encuesta, digna de Tezano, es la prueba fehaciente de que en la sociedad catalana hay una mayoría social que rechaza la brutal represión del Estado.
Y es verdad, esa mayoría existe, pero solo si quitamos de la ecuación a todos los votantes de Ciudadanos, del Partido Popular, un número importante de los del PSC, y un número menos importante de los de ahora sí, pero no. Y por qué no decirlo, a un número cada vez mayor de los que están entre sus filas.