Javier Maroto, el de la dignidad con Rita Barberá, el que va en las listas de un partido que promete una cosa y luego la incumple, que traiciona a su electorado y se queda tan pancho y que presenta recursos de inconstitucionalidad sobre leyes que luego mantiene, será el coordinador de la ponencia social en el XVIII congreso del Partido Popular.
Dicho congreso consta de 150 puntos que abordan distintos temas sociales, entre ellos la familia y la crisis demográfica. Qué duda cabe que muchos de los planteamientos, así sobre el papel, son perfectamente asumibles por todos, pero siempre es bueno profundizar en algunos de los contenidos que, por así decirlo, destilan un ligero tufillo ideológico.
En el artículo IV, puntos 26 al 28, el PP describe la dramática situación demográfica que viven Europa y en España y la compara con el empuje que países asiáticos y africanos están llevando a cabo en este sentido. El motivo está claro, de hecho la misma ponencia lo reconoce: ellos tienen más hijos.
Solamente al final, y casi de refilón, el PP plantea la única opción verdaderamente útil en este sentido a medio y largo plazo: aumentar la tasa de natalidad
Es algo de perogrullo que cualquiera a simple vista puede comprender. Según el PP “sólo existen dos opciones posibles”: reducir el paro y traer a gente del extranjero (puntos 30 al 36). Solamente al final, y casi de refilón, “ El tercer y último ámbito de actuación posible”, plantea la única opción verdaderamente útil en este sentido a medio y largo plazo: aumentar la tasa de natalidad. En relación a este punto, el punto 37 propone, entre otras, algunas medidas que, a la vista de las políticas del Gobierno, no quedan más que en meras frases retóricas. A saber:
–Concienciación social: ¿Cómo pretenden concienciar a la sociedad sobre la necesidad de tener más hijos si equiparan la unión natural entre hombre y mujer, única capaz de aportar hijos a la sociedad, al resto de uniones?
¿Es compatible concienciar socialmente sobre la necesidad de que nazcan más ninos y mantener a la vez una ley que convierte en derecho el poder acabar con ellos antes de que lo hagan? ¿Puede España permitirse perder 100.000 ninos al año, sin que se haga nada para evitar esta sangría? Además, el Gobierno gasta al año en abortos una media de 40 millones de euros. Invertir esta cifra millonaria en liquidar a los ninos antes de nacer, y decir que se quiere incentivar la natalidad no es ni más ni menos que una inmoralidad.
Es por esto que, afirmar en el punto 42, “El Partido Popular está firmemente comprometido en la defensa y protección del derecho a la vida”, no es más que un burdo intento de tomar el pelo a la sociedad sobre el que, a estas alturas, sobran ya los comentarios.
-Adopción nacional e internacional: No existe voluntad política de fomentar la adopción nacional, y en España es casi imposible adoptar un hijo. Que se lo pregunten a las miles de parejas que llevan años esperando hacerlo en otros países.
Si sólo un 1% de los ninos abortados hubieran sido dados en adopción, esos ninos estarían ahora entre nosotros, viviendo en el seno de una familia que desea cuidarlos, y siendo un valor activo en el futuro de una España a día de hoy envejecida. Mientras no se cree un plan de adopción nacional con dotación presupuestaria, que anime y acompañe a las mujeres que no quieren tener a su hijo a que lo entreguen en adopción en vez de abortarlo, todo quedará en papel mojado
“Nos comprometemos a apoyar expresamente a las familias monoparentales “, recoge la ponencia” Este apoyo expreso sólo por el hecho de ser monoparental, supone un agravio comparativo frente a las familias naturales con hijos. Sin negar las dificultades por las que cualquier familia puede pasar, apelar a la monoparentalidad como único factor que merezca una apoyo expreso en la ponencia, tiene un sesgo evidente y discriminatorio, ya que no tiene en cuenta la situación social y económica en cada caso, existiendo familias con hijos que, en comparación con monoparentales, tengan unos ingresos menores por miembro. Conozco a mujeres solteras con un hijo que ganan mucho más que un matrimonio con dos.
En referencia a las personas con discapacidad, el Partido Popular miente cuando afirma en el punto 81 que “La Ley General de Derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social de diciembre de 2013 garantiza los derechos de estas personas desde la perspectiva de la Convención de los derechos de las PCD proporcionándoles seguridad jurídica”
Y así lo afirmó el Comité Español de Representantes de las Personas con Discapacidad refiriéndose a la ley del aborto que el Gobierno mantiene, indicando que “ni la legislación española del año 2010 ni menos aún la anterior del año 1985, que en términos de derechos de las personas con discapacidad es mucho más negativa, son compatibles con el tratado internacional del que España es parte y que tiene que ser observado fielmente”
El CERMI recuerda al Gobierno que “ el Comité de Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas ha señalado a España, como estado parte de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, su obligación de no incurrir en ningún tipo de discriminación por razón o motivo de discapacidad en la regulación legal del aborto”
Y por su fuera poco el nivel de incoherencia en el que algunos puntos de la ponencia social incurre, quiero terminar la guinda con el alegato que, en el punto 45, en la misma se hace a favor del cuidado de los animales:
Como ya dije una vez, en referencia al amor de Cifuentes hacia los perritos, más de un nino en España hubiera preferido haber sido perro
“Los animales son seres dotados de sensibilidad física y psíquica. Los animales experimentan sensaciones como sufrimiento y bienestar. Que el ser humano sea más inteligente que el resto de los animales no le otorga el derecho a la explotación o el maltrato, muy al contrario las personas tenemos la obligación moral de respetar a todos los seres vivos y muy especialmente con los animales de compañía con los que tenemos una relación especial ya que aportan importantes valores a nuestra calidad de vida”. Como ya dije una vez, en referencia al amor de Cifuentes hacia los perritos, más de un nino en España hubiera preferido haber sido perro. Su suerte tal vez hubiera sido otra.
Falta el vientre de alquiler, algo que el PP no llevaba en su programa. Y las enmiendas. Algunas me constan que van en la buena dirección, orientadas a atajar en serio el problema sociodemográfico que tiene España. Veremos qué ocurre, aunque mucho me temo que todo quedará en agua de borrajas. Ojalá algún día tengamos un Gobierno valiente y no ideologizado, que escriba menos y haga más. Esperanzas no me faltan.
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