Menos mal que los políticos se comprometieron en el Pacto de Toledo a no hacer de las pensiones un argumento electoral. Pero la cabra tira al monte. Y es que los más de 9 millones de pensionistas son los que deciden las elecciones. Son los favoritos de los partidos llamados tradicionales. Son muchos, su tasa de voto es superior a la media y sólo votan con un criterio: su pensión. Blanco y en botella.
Ocurre que la pensión media y la esperanza de vida suben. Los nuevos pensionistas llegan con pensiones más altas por la mejor de la economía en general. La medicina hace que cada vez vivamos más. La conclusión de ambos factores es clara: el sistema no es sostenible.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl gasto en pensiones supone 100.000 millones anuales, cerca de un 10% de nuestra riqueza nacional. Se paga con el esfuerzo de los trabajadores en activo, que actuarialmente no podrán gozar de los beneficios por los que han cotizado. Un Madoff gigante desde el Estado…
Y no queda mucho para tocar hueso. Aunque el déficit general ha bajado, la Seguridad Social ha pasado en la era Rajoy de superávit a déficit. El fondo de reserva, el llamado ‘colchón de las pensiones’ está a punto de agotarse. ¿Y después?
Sólo caben dos alternativas: Esquilmar más a los trabajadores actuales o el recorte en las prestaciones
Si fuéramos capaces de duplicar nuestros puestos de trabajo, probablemente se solucionarían nuestros problemas. Pero cada puesto de trabajo es un triunfo. Así que sólo caben dos alternativas. La primera, esquilmar más a los trabajadores actuales.
Tocar las pensiones es arriesgarse a perder las elecciones, así que mejor anunciar impuestos especiales para mantener el sistema. Es lo que ha hecho el PSOE y aplaude Podemos. Nuevas losas sobre la productividad y la capacidad de crear empleo.
La segunda alternativa es el recorte en las prestaciones. En realidad es lo que llevamos haciendo 30 años. Felipe metió en el sistema global los fondos de pensiones de Telefónica, Repsol, etc. Fue el primer colchón… Después, recortes por arriba hasta aplanar la pensión. Finalmente, ZP recortó y Rajoy semicongeló.
Todo porque nadie tiene el coraje de decir la verdad: el sistema de pensiones es insostenible. Sólo cabe recortarlo o suicidarse. O quizás un poco de ambas. Dos más dos nunca serán quince. Pero eso será mañana. Hoy hay que ganar el 26J.