El pasado domingo, asistí a la manifestación convocada por HazteOir.org, organización que, prácticamente sola, ha hecho frente al desafío lanzado por el conjunto del arco político en su afán de imponernos a todos, de forma impúdica y mentirosa, una manera determinada y exclusiva de usar la libertad de expresión y educación como si del más puro estilo dictatorial se tratara.
La formula, tan conocida como repugnante, es la de siempre: culpar de intolerante al que se resiste a admitirlo y de ser el agresor porque no admite sus imposiciones.
Aprobada por el Parlamento de la Comunidad de Madrid, la teoría de los movimientos LGTB para introducir, en todos los centros de enseñanza pública y concertada y sin conocimiento de los padres, la enseñanza de sus tendencias sexuales a ninos de edad mínima, impartida por psicólogos partidarios de dichas tendencias pero sin permitir que se rebatan por otros especialistas que no las comparten.
Dicha iniciativa -el autobús de HO- tuvo inmediatamente en contra al establishment, político y LGTB y a casi todo el mediático
Ante semejante atentado contra la libertad de los padres para decidir sobre la educación de sus hijos y el derecho a expresarlo, Hazte Oír, inició una campaña explicando, mediante una pancarta móvil, la teoría contraria a la impuesta por la Ley autonómica. Dicha iniciativa tuvo inmediatamente en contra al establishment, político y LGTB y a casi todo el mediático, lanzado con todos sus poderes para acallar a los promotores de semejante actitud, empleando incluso métodos de dudosa legalidad.
Al mismo tiempo las redes manejadas por los autores y seguidores de tal persecución anti democrática amenazaban, insultaban y privaban del uso de la palabra en la Universidad a los que solo pretendían exponer su disconformidad con quienes saltándose todas las libertades, pretenden imponer su verdad, cosa que no hacen sus detractores, que no pretenden imponer nada y solo expresan abiertamente que lo único que quieren es tener la libertad que les corresponde por la Ley General, superior a disposiciones locales.
Al fin, y tras superar las dificultades impuestas por la Delegación, se pudo realizar la manifestación del domingo. Bien organizada y perfecta en su desarrollo. Sin embargo escasa de participación dada la importancia del tema. Una vez más la gente de orden en España es reacia a estas actuaciones, máxime si no cuenta con el beneplácito de los poderes establecidos a los que hoy por hoy ni están ni se mojan.
Por eso estuve allí, porque estoy seguro de que somos millones los que participamos de lo que hoy se defendía en Cibeles, pero es necesario participar en defensa de nuestros principios sin esperar que ningún dirigente de los actuales se ponga al frente de nuestras inquietudes.
Gracias a Hazte Oír y ánimo a los cómodos que piensan que otros les resolverán sus problemas.
Emilio Pérez Alamán Teniente General (R.)
Esta noticia se publicó originalmente en el blog del General Dávila.
Comentarios
Comentarios