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Muerto uno, educados todos

Cifuentes y la ley de antidiscriminación LGTBI

Cifuentes y la "ley antidiscriminación LGTBI".

Les confieso que no recuerdo si el autor de la frase “Muerto uno, educados todos” es Mao Tse-tung. Pero bien podría serlo, dada la afición del líder chino a reeducar a sus compatriotas por la fuerza. Y resulta de gran utilidad para el asunto que quiero contarles.

Todo empezó el pasado mes de septiembre cuando el director del colegio Juan Pablo II dirigió una carta a los padres con motivo del inicio de curso en la que se mostraba crítico con la ‘ley Cifuentes’ aprobada por la Asamblea de Madrid en julio.

Esta norma, cuya denominación completa es ‘Ley de Protección Integral contra la LGTBIfobia en la Comunidad Madrid’ se introduce de lleno en la reeducación de los individuos, en este caso de los menores, para ‘deconstruir’ la naturaleza humana y enseñar a los alumnos que ya no hay hombres y mujeres sino diversidad sexual y afectiva. Textualmente, la ley madrileña establece (artículo 32) que “la consejería competente en materia de educación incorporará la realidad lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual en los contenidos transversales de formación de todo el alumnado de Madrid en aquellas materias en que sea procedente. Revisará los contenidos de información, divulgación y formación que ya existan en los distintos niveles de enseñanza y en otros ámbitos formativos, para lo que dará audiencia a las asociaciones, organizaciones y colectivos LGTBI”.

Le faltó tiempo a Cristina Cifuentes para saltar a la yugular del director del colegio Juan Pablo II anunciado en twitter que “se estaba estudiando” si la carta dirigida por el director a los padres “infringe la legislación”. Eso fue a principios de octubre y se puede ver en el cruce de mensajes entre Antonio Velázquez, colaborador de Actuall, y Cristina Cifuentes:

Pocos días antes, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid anunció que iba a iniciar “acciones sancionadoras” contra el centro, lo que motivó que Lucía, una madre que lleva a su hija al Juan Pablo II difundiera una alerta a través de HazteOir.org denunciando una amenaza real: que el gobierno de Cristina Cifuentes podía dejar sin concierto al colegio de su hija como venganza por la carta que el director mandó a los padres.  Casi 44.000 personas suscribieron la alerta de Lucía.

La ‘Ley Cifuentes’ que impone el adoctrinamiento sexual a los menores no va a dejar de cumplirse. El inicio del curso escolar es una excelente ocasión para demostrarlo y lanzar un aviso a navegantes

El curso ha ido avanzando pero el gobierno madrileño no ha cesado en su estrategia de dar un escarmiento al colegio disidente. Y en octubre supimos que Cifuentes había dado traslado de la carta del director Juan Pablo II a la Fiscalía para que dictaminara si el escrito a los padres era constitutivo de delito. Impresionante.  Una carta investigada, un director vigilado y un colegio perseguido.

Y unos padres seriamente preocupados por el futuro de sus hijos, a los que Cristina Cifuentes les puede dejar sin cole.  Así de claro. Y miren por dónde, fue de nuevo Lucía,  ‘madre coraje’ del Juan Pablo II, la que volvió a alertar a la ciudadanía utilizando el altavoz de HazteOir.org con una frase dramática: “Están amordazando al colegio de mi hija”. Su mensaje a Cristina Cifuentes ha tenido también un importante apoyo porque lo han suscrito casi 27.500 ciudadanos.

De momento, que sepamos, las posibles “acciones sancionadoras” de Cristina Cifuentes contra el Juan Pablo II siguen su curso. Primero, anuncio de investigación; después, traslado a la Fiscalía. No va a permitir el Gobierno de la Comunidad de Madrid que alguien discrepe de la ley que obliga a los ninos y jovenes a aprender ‘diversidad sexual’. No va a consentir que alguien se oponga a que los colectivos LGTBI se introduzcan en las aulas a impartir contenidos, revisar materiales y comprobar que la actividad escolar en su conjunto no se sale ni una línea del guión establecido.

Prietas las filas, el que se mueva no saldrá en la foto. Y el que ose escribir una línea, decir una palabra moderadamente crítica con una ley totalitaria que vulnera el derecho fundamental de los padres a educar a sus hijos y adoctrina a los menores en materia sexual, será fulminado. Así sabremos en carne propia quién manda. Y aprenderemos con el ejemplo ajeno que de la ‘ley de adoctrinamiento sexual’ de Cristina Cifuentes no se discrepa. No se dará muerte física, Dios nos libre, a ningún director de colegio. Pero el proceso que conduce al castigo ejemplar ya se ha iniciado. Veremos a ver en qué acaba.

Mientras tanto, no se lamenten y actúen.  Firmen la alerta de Lucía en este enlace y díganle a la presidenta de la Comunidad de Madrid que deje de perseguir al que discrepa del pensamiento único. Son las libertades fundamentales las que están en juego. No lo olviden.

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