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Nerón Hussein Obama, por Paco Segarra

Obama y Nerón

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama y el actor Peter Ustinov interpretando a Nerón en 'Quo Vadis' / Actuall

Se reproducen los tiroteos en el territorio de los Estados Unidos de América del Norte -USA, por sus siglas en inglés-. Se incrementa, lógicamente, la represión.

Estamos en vísperas de elecciones y podría haber interesados en un golpe de estado. Gore Vidal, poco sospechoso de conservador, acusó a Franklin Delano Roosevelt de haber liquidado la República para dar paso al Imperio, gracias a la II Guerra Mundial, que libró al país de la Gran Depresión, la tremenda crisis económica de los años 30.

El hecho de que los imperios se autolesionen es un procedimiento de muy dudosa probidad moral y de gran eficacia política. Se repite, por lo menos, desde que los romanos elevaron la cuestión a la categoría de arte y las conspiraciones y crímenes políticos a moneda de curso habitual en las transacciones del poder. «Nihil novo sub sole» y, además, nadie ha superado a Roma en cinismo y crueldad: Maquiavelo y la Mafia son terribles excrecencias del ADN imperial.

El paso al estado de excepción y a la junta militar es inevitable y próximo. Trump no puede ganar. Pero el Sistema nunca pierde

Tiroteos provocados y miedo en la sociedad civil. «Tenemos que proteger a nuestra ciudadanía». El paso al estado de excepción y a la junta militar es inevitable y próximo. Trump no puede ganar. Pero el Sistema nunca pierde.

Oh, es usted un conspiranoico.

 Oh, ¿recuerdan a Nerón? Fue muy burdo, pero no más que los dirigentes useños de la actualidad.

¿Por qué Nerón persiguió a los cristianos? Nos lo dice Cornelio Tácito en el libro XV de los Annales: “Como corrían voces de que el incendio de Roma había sido doloso, Nerón presentó como culpables, castigándolos con penas excepcionales, a los que, odiados por sus abominaciones, el pueblo llamaba cristianos”.

La Policía y el FBI tras un ataque en Estados Unidos / EFE

En tiempos de Nerón, en Roma, junto a la comunidad hebrea, vivía la pequeña y pacífica de los cristianos. De ellos, poco conocidos, circulaban voces calumniosas. Sobre ellos descargó Nerón, condenándolos a terribles suplicios, las acusaciones que se le habían hecho a él. Por lo demás, las ideas que profesaban los cristianos eran un abierto desafío a los dioses paganos celosos y vengativos… “Los paganos—recordará más tarde Tertuliano— atribuyen a los cristianos cualquier calamidad pública, cualquier flagelo. Si las aguas del Tíber se desbordan e inundan la ciudad, si por el contrario el Nilo no se desborda ni inunda los campos, si hay sequía, carestía, peste, terremoto, la culpa es toda de los cristianos, que desprecian a los dioses, y por todas partes se grita: ¡Los cristianos a los leones!”.

El interés del imperio exige actuar contra el propio pueblo para evitar la implosión que representaría Trump si, no lo sé, estuviera siendo sincero en sus campañas

Nerón tuvo la responsabilidad de haber iniciado la absurda hostilidad del pueblo romano, más bien tolerante en materia religiosa, respecto de los cristianos: la ferocidad con la que castigó a los presuntos incendiarios no se justifica ni siquiera por el supremo interés del imperio.

Ahora, en cambio, el interés del imperio exige actuar contra el propio pueblo para evitar la implosión que representaría Trump si, no lo sé, estuviera siendo sincero en sus campañas.

Y, por otro lado, siempre tendremos a Putin y sus chicos: culparles de cualquier sabotaje para incrementar el ya incrementado presupuesto de defensa sería un negocio redondo.

Todo lo cual podremos confirmarlo en un par de semanas. Ya lo verán.

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