Es probable que no te expliques por qué Ciudadanos prefiere pactar con Susana Díaz que estrechar la mano a VOX, aun cuando aliarse con el PSOE andalusí desembocaría en un atronador trasvase de votos a la fuerza “verdigualda” en las siguientes elecciones. Esta incógnita difícil de entender quedará despejada en los renglones ulteriores.
Los españoles somos grandes conocedores de la política nacional, nos caracterizamos por ser duchos, doctos, avezados y expertos en chismes, conspiraciones patrias y pataletas de Twitter, pero pecamos de ignaros en cuestiones geopolíticas, es decir, de ignorantes en política internacional, una asignatura que nos resulta clamorosamente ignota, estrepitosamente desconocida.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraCiudadanos prefiere contraer matrimonio político con Susana Díaz antes que comulgar con VOX por razones de índole mundial. Téngase en cuenta que el grupo naranja de Albert Rivera está alineado con fuerzas de centro-izquierda europea e internacional, es el satélite español de lo que se denomina como “la gran coalición global”, un proyecto utópico de dominar el globo terráqueo bajo un partido único de ideología socialdemócrata, que aúne a moderados de izquierda y derecha en un proyecto común, justo lo que constituye C’s en España.
Un renombrado preboste de esta “gran coalición global” de signo socialdemócrata es Manuel Valls, exministro del Partido Socialista francés de François Hollande, a quien Ciudadanos pretende o pretendía presentar como alcalde de Barcelona. Es de una lógica aplastante, apabullante y abrumadora que un ex peón del PSOE galo suplique a Albert Rivera que abrace antes a Susana Díaz que a la formación “verdigualda” y “voxeadora”.
En sintonía con lo expuesto, es importante recordar que Enmanuel Macron, presentando en los medios de comunicación españoles casi como un implacable, acérrimo y acalorado derechista, es uno de los máximos representantes de “la gran coalición global” de ideología socialdemócrata, que, al igual que Manuel Valls, proviene del Partido Socialista galo de François Hollande y que para colmo, es el presidente del Ciudadanos francés.
También, es de una lógica demoledora, arrolladora y arrojadiza que Justin Trudeau, centroizquierdista canadiense primo hermano ideológico de Ciudadanos y amigo de Pedro Sánchez, insigne representante mundial de la “gran coalición”, tenga preferencia por Susana Díaz que por el partido de Santiago Abascal Conde.
Tampoco, es descartable que el Partido Demócrata de Estados Unidos, uno de los sumos pontífices de “la gran coalición global”, de ideología socialista moderada y “trendy”, prefiriera un pacto con Susana Díaz que con VOX.
Aparte de que los homólogos de Ciudadanos a nivel internacional son exsocialistas y se declaran como centroizquierdistas sin ningún tipo de complejos, recordemos que Albert Rivera, cuando fundó la alternativa naranja, se autoproclamó de “centro-izquierda” sin ambages ni circunloquios.
Más tarde, al ver que el segmento mayoritario de sus votantes procedía del PP, ya que con defender la unidad de España eres tildado de “derechoso” en nuestra Patria, decidió sustituir dicha etiqueta por las de “centrista” y “liberal”, más acordes con sus intereses electorales.
Ciudadanos, el partido más contrario a los principios cristianos en múltiples cuestiones
Ciudadanos, en múltiples cuestiones que son objeto de debate, es el partido más contrario a los principios cristianos, superando incluso al PSOE y a Podemos, quienes, por ejemplo, han llegado a mostrar su contrariedad frente a los vientres de alquiler, terrible práctica de la que Albert Rivera y sus correligionarios son sus bastiones y baluartes más radicales.
La “veleta naranja” no sólo apoya el aborto, sino que es un férreo promotor del mismo. Es el máximo defensor de los vientres de alquiler en España, y un divulgador a ultranza de la ideología de género y de los colectivos LGTB. Se puede afirmar, sin pelos en la lengua, que Ciudadanos es el partido más contrario a la Doctrina Social de la Iglesia Católica en este tipo de cuestiones.