Desde que la uruguaya Ana Surra entró en política como independentista por Cataluña su carrera ha sido meteórica, tanto que ya es diputada en el Congreso de los diputados por ERC a pesar de que llegó a España, Cataluña según ella, que no es lo mismo, hace apenas 11 años.
Sin duda logró la atención de los líderes separatistas gracias a frases como «muchos inmigrantes llegamos a Cataluña y nos dimos cuenta de que no era España. Es una cultura y una forma de ser diferente».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraComo ejemplo de dichas diferencias destaca que en Cataluña «la gente es muy trabajadora, más emprendedora. Vibran con otras cosas, como los ‘castellers’, al igual que hacen en España con los toros». Más que suficiente para crear un nuevo país.
Con que «se acabe con el expolio fiscal y se pueda construir el corredor mediterráneo habría trabajo para todos» afirma
También es una ferviente defensora del expolio que sufre Cataluña a manos de España, es más, aseguró en una entrevista a El Confidencial que con que «se acabe con el expolio fiscal y se pueda construir el corredor mediterráneo habría trabajo para todos».
Sus cuentas son las siguientes a razón de dicho expolio: «Es como si todos los días saliera en el AVE de Barcelona a Madrid un tren con 250 millones que no vuelven más». Y claro, con esas cuentas «con siete días se soluciona el problema de los funcionarios públicos y con cinco se construye un hospital».
Pero el problema para Surra, no es que todos los días 250 millones salgan para Madrid, sino en qué se emplean. Insiste la diputada independentista uruguaya que «el dinero que sale de Cataluña no va al pueblo de España». Y compara esta situación con la que vivió América Latina desde la llegada de Colón.
«En América Latina rompimos por lo mismo, del dinero que se sacaba no volvía nada y no se invertía en nada. Acaba en guerras y en despilfarros».
Pero, ¿de dónde viene esta ferviente defensora del independentismo? ¿Acaso defendería la unidad de España si en vez de Barcelona hubiese aterrizado en Madrid?
Guerrillera en Uruguay
La historia de Ana María Surra Spadea comenzó en Montevideo (Uruguay) en 1952. Es allí donde es cautivada por el Mayo del 68 lo que se traduce en su iniciación en el Movimiento de Liberación Nacional, más conocidos como los Tupamaros, es decir, se convierte en una terrorista.
Los tupamaros fue un movimiento de extrema izquierda que utilizan la guerrilla callejera como medio para justificar su fin. En 1989 se integró en el movimiento político Frente Amplio, pero durante los 60 y principios de los 70, (Surra se exilió de Uruguay en 1972), se distinguió por sus constantes atentados, asesinatos y secuestros.
Por destacar algunas de sus actividades delictivas:
– En 1968 tuvo lugar el ataque a la emisora de radio Ariel junto al primer secuestro del presidente de UTE, Ulysses Pereira Reverbel. También asaltaron el Hotel Casino Carrasco, en el que robaron varios millones de pesos.
– En 1969 los tupamaros asaltaron la financiera Monty, el Casino San Rafael de Punta del Este y tres sucursales bancarias. También irrumpieron en Radio Sarandí en plena emisión para emitir un comunicado.
– También en 1969, en junio, con ocasión de la visita del diplomático norteamericano Nelson Rockefeller, incendiaron las oficinas de General Motors. En setiembre secuestraron al banquero Gaetano Pellegrini Giampietro, que fue liberado 72 días más tarde tras el pago de un rescate. Y
– En 1970 tuvo lugar el secuestro y asesinato del funcionario estadounidense Dan Mitrione, acusado de practicar torturas, que se encontraba en el país sudamericano como asesor de la policía y el Ejército.
Periplo hasta Barcelona
De Uruguay, Ana Surra huyó a Chile, de donde tuvo que huir de nuevo tras el golpe de Estado de Pinochet. Se refugió en Panamá, desde donde dio el salto a Bélgica, de ahí pasó a Francia y aguantó en el país vecino hasta que pudo regresar a Uruguay.
“Nuestro principal objetivo es ir a Madrid a decir que nosotros representamos al gobierno de Cataluña”
En 2005 se trasladó a Barcelona por el nacimiento de su nieto y decidió quedarse allí. Trabajó como árbitra de baloncesto y se hizo independentista catalana a sus 53 años. Por ello creó la plataforma Sí, amb Nosaltres (Nosotros Sí) para todos los ciudadanos extranjeros residentes en Cataluña.
Es la presidenta y llama la atención de ERC, esa formación política que en los años 90 engrosó con varios de los miembros del disuelto grupo de extrema izquierda ‘Terra Lliure’ (Tierra Libre).
Ahora, como diputada independentista, alza su voz al unísono con la de sus compañeros tanto antes de las elecciones del 27-S: «O votamos independencia o votamos dependencia. No hay otra salida, no hay otra opción. Y si no nos animamos a votar independencia, mejor que se queden en su casa y no vayan a votar. Porque sino estarán siendo cómplices de la dependencia».
Como después de las elecciones: “Nuestro principal objetivo es ir a Madrid a decir que nosotros representamos al gobierno de Cataluña”. Una vida luchando por lo social allá donde haga falta.