El sondeo del CIS ha configurado el 26J como un duelo al sol entre dos pistoleros: Rajoy e Iglesias. Está claro: si Podemos crece espectacularmente y el PSOE se hunde sólo quedan dos contendientes.
Y es inevitable preguntarse si la estrategia tanto de Rajoy como de Iglesias pasaba por quitar de en medio a su enemigo común: Pedro Sánchez. En vez de El bueno, el feo y el malo, esto podría titularse El Bueno y el Malo se deshacen del Guapo.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa estrategia recuerda, salvando las distancias, la que tan buen resultado le dio al PP de Aznar en los años 90, haciendo una pinza con la Izquierda Unida de Anguita contra el PSOE de Felipe González. Este llevaba cuatro legislaturas en la Moncloa y no se iba ni con agua caliente. Pero con la pinza (más la crisis y los escándalos de corrupción y crimen de Estado) el felipismo terminó cayendo.
El voto del miedo es la anilla del paracaídas antes de pegarse la torta contra el suelo
El PP trata ahora de reeditar algo parecido (aunque más sibilino) usando a Podemos contra el PSOE para tirar a continuación del “voto del miedo” como si fuera la anilla del paracaídas antes de pegarse la torta contra el suelo. En 1996 recurrió a la pinza para llegar al poder, y ahora para mantenerse en él.
La diferencia es que IU era un partido gerontocrático y demodé y carecía del tirón y el empuje arrollador que tiene ahora Podemos (que de hecho ya ha escalado hasta el poder en ayuntamientos importantes). Una vez ganadas sin mayoría las elecciones de 1996, el PP de Aznar pactó con los nacionalistas y cuatro años después logró una cómoda mayoría absoluta en un contexto de bonanza económica.
La carambola es ahora más arriesgada. Porque puede que el voto del miedo no funcione y termine gobernando el Frente Popular. Incluso aunque funcione, el PP necesitaría el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE.
Es lo malo que tiene jugar a ser Frankenstein al que su criatura (el monstruo) se le va de las manos. Porque a eso es a lo que ha jugado Rajoy.
Podemos tiene varios padres: la crisis, el movimiento antisistema, el empujoncito del zapaterismo…pero el PP trata de sacar tajada electoral del monstruo
Sería injusto e inexacto decir que Podemos es un invento de la derecha. Lo que tiene más bien son varios padres: la crisis, el paro, la generación ni-ni, la indignación (no sin parte de razón) y el movimiento antisistema, cebado por el viejo marxismo reconvertido con un lifting ideológico que incluye ingredientes nuevos: antiglobalización, populismo, feminismo, mezclado con fórmulas decimonónicas –como el anticlericalismo-.
Y la comadrona que le dio el empujoncito final fue el PSOE de Zapatero con su guerracivilismo, su demagogia LGTB, su estímulo al secesionismo vasco y catalán y su demonización de la derecha.
Pero al PP le ha venido muy bien tener a un dragón que echa fuego por la boca para pedir a su electorado que olvide los agravios, burlas y traiciones que le ha infligido y cierre filas con Rajoy ante la amenaza de la bestia.
Stefan Zweig inmortalizó en El tren sellado, relato histórico de su libro más famoso (Momentos estelares de la Humanidad) el error de cálculo de otro aprendiz de brujo: el káiser Guillermo II de Alemania al facilitar el regreso de Lenin, en tren, desde su exilio suizo a San Petersburgo, para iniciar la Revolución de 1917.
Alemania era plenamente consciente del peligro que suponía encender esa mecha, pero echó cuentas y se dijo: prefiero arriesgarme facilitando el regreso de Lenin porque una Revolución en Rusia supondría desactivar a los zares y cerrar el frente oriental de la Gran Guerra.
En un primer momento, la maniobra surtió el efecto deseado, ya que una de las primeras decisiones de los revolucionarios fue firmar la paz con Alemania, que pudo dedicar todos sus efectivos al frente occidental, luchando contra ingleses y norteamericanos.
Pero a la larga, la decisión de enviar a Lenin en el famoso tren sellado cambiaría la historia del mundo, con la aparición de la dictadura soviética.
¿Saltará en pedazos el orden creado en España con la Constitución de 1978 dentro de quince días?
Zweig lo recrea así:
“Durante la guerra mundial millones de balas alcanzaron su objetivo. Los ingenieros idearon los proyectiles más violentos, más potentes y de más largo alcance. Pero ninguno lo tuvo mayor ni fue más decisivo para la historia reciente que ese tren, cargado con los más peligrosos y más decididos revolucionarios del siglo y procedente de Suiza, atraviesa silbando toda Alemania, para llegar a San Petersburgo y allí hacer que el orden de la época salte en pedazos”.
¿Saltará en pedazos el orden creado en España con la Transición y la Constitución de 1978, dentro de quince días? Y segunda pregunta ¿quién será el responsable?