Trump visita la Casa Blanca, despacha con Obama y se inicia el traspaso de poderes. Obama no muestra gesto de agrado, pero guarda la compostura: es el presidente elegido por los americanos, el presidente de todos, como dijo Trump en la noche electoral.
Al contrario del brexit, las bolsas reaccionaron al alza. Y es que Trump ha prometido 500.000 millones de dólares en obra pública. ¿Cómo se puede incrementar la inversión y reducir impuestos? Recortando sustancialmente las partidas de cambio climático y demás clientelismos que en el presupuesto son. Normal que los afectados salgan a las calles a mostrar su oposición.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn España, significa prácticamente duplicar el presupuesto de Defensa: 10.000 millones más
Pero el principal recorte provendrá de la OTAN. Su discurso es claro: si Occidente quiere que EEUU les garantice la seguridad, tendrán que pagarla. Y eso en España, significa prácticamente duplicar el presupuesto de Defensa: 10.000 millones más. ¿Llegará tan lejos? Seguro que no, pero seguro que no permaneceremos como hasta ahora…
Con todo, la estrategia más importante de Trump para cumplir su compromiso de doblar el crecimiento económico es el proteccionismo. Durante campaña prometió unos aranceles del 35% para México y del 45% para China. “Que los malditos ordenadores Apple se hagan en Estados Unidos”, resume.
¿Está seguro Trump que no es peor el remedio que la enfermedad?
El análisis es sencillo, aunque falso: si subimos los aranceles a México y China, recuperaremos actividad en Estados Unidos, crearemos empleo y mejoraremos el consumo. El problema es que el mismo día en que se eleven los aranceles en una dirección, se elevaran en la otra, dificultando las exportaciones. ¿Está seguro Trump que no es peor el remedio que la enfermedad?
Lo que es seguro es que habrá más dificultades para la deslocalización. Si serán barreras para-arancelarias, dificultades administrativas o aranceles, es una incógnita. Hasta dónde lleguen las dificultades probablemente dependerá del ensayo-error.
Por supuesto el tratado de libre comercio EEUU-UE está muerto antes de nacer. Pero los flujos comerciales también pueden verse afectados. España vende más de 11.000 millones de euros en EEUU; y para Alemania el mercado americano es clave. Si se constipa la locomotora alemana, Houston, tenemos un problema.
¿Y qué pasará con la Reserva Federal? La autoridad monetaria de Estados Unidos ya tenía previsto cambiar el sesgo bajista por alcista en su reunión de diciembre. Probablemente eso no cambiará. Pero, ¿y a futuro? Si la inflación crece y el déficit se incrementa, es probable que la senda sea alcista, entre otras cosas porque eso frenará los planes antideslocalización de Trump contra la tendencia mundial a la globalización.
Si la Reserva Federal inicia ese viaje de regreso, es bastante probable que el BCE haga lo mismo. Desde Francfort ya empiezan a sugerir que la inflación europea exige una política monetaria diferente. Eso significará menos metadona para la economía y por lo tanto, cierto ‘mono’ aunque más sensatez.
Desde la óptica política, la victoria de Trump es la muerte de lo políticamente correcto. Se abre el espacio para el debate y la alternativa. Y también para un Podemos de derechas. Veremos.