Por su interés reproducimos este artículo del General de División Juan Miguel Mateo Castañeyra en el blog del General Dávila.
«Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación? Esta pregunta fue hecha por Pachi López, a Pedro Sánchez, durante el debate en TV sobre las primarias del PSOE.
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Suscríbete ahoraAsí a primera vista, el hecho de que aquel que ha sido tu subordinado, y además amigo, te haga esa pregunta, podría parecer una impertinencia. Pero si lo pensamos un poco más, en principio y sin entrar por ahora en la respuesta, la sensación que produce, o al menos me produce, es de honda preocupación.
Porque si bien es cierto que las actitudes, los dichos, las sentencias y los latiguillos de muchos políticos nos pueden hacer dudar de su capacidad; y que utilizar expresiones tales como “compañeros y compañeras” o afirmar que “la tierra es del viento” o decir que “la nación es un concepto discutido y discutible” nos puede dar una medida del nivel intelectual del que las emite; pero siempre nos quedaba la duda de que dijeran esas simplezas, bien porque consideraban que tenían que decir algo, o simplemente porque creían que eso era lo que queríamos oír. En realidad, en nuestro fuero interno, pensábamos que no podían ser tan vacíos y tan limitados; o al menos, queríamos pensarlo para no horrorizarnos de en qué manos estaban nuestros destinos.
La pregunta se la hace quién sabe bien qué es lo que hay detrás de un liderazgo fraguado a base de imagen y de marketing
Pero la pregunta de Pachi López a Pedro Sánchez, pone de manifiesto que, para el socialista vasco, las dudas sobre la superficialidad y la indigencia intelectual del que fuera su líder en el PSOE, responden a algo más que a unos indicios. Porque la pregunta la hace públicamente quién le conoce bien, pues su relación fue directa, tanto en el partido como en las cortes. La pregunta se la hace quién sabe bien qué es lo que hay detrás de un liderazgo fraguado a base de imagen y de marketing. La pregunta se la hace, quién sabe o cree saber, que detrás de ese liderazgo hay pura inconsistencia.
Y es que ahora, más que nunca, cuando la soberanía y la integridad nacional están seriamente cuestionadas, se necesitan dirigentes solventes, de firmes convicciones y profunda formación. Por eso decía al principio que la simple formulación de la pregunta, me dejó hondamente preocupado.
España la Nación más antigua de Europa
Pero veamos ahora la respuesta: “sí, por supuesto que sé lo que es una nación, es un sentimiento, como por ejemplo el que hay en Cataluña y el País Vasco”, contesta balbuceando, el interrogado. Aunque la explicación de Pachi López tampoco es para tirar cohetes, al menos tal vez, se ha molestado en leer lo que sobre el tema dice Wikipedia. La preocupación es ahora aún mayor que la manifestada con la pregunta; y además de preocupación, tristeza y envidia.
Preocupación, porque a un dirigente español, cuando quiere poner ejemplo de una nación, le traicione el subconsciente, y no se le ocurra poner de ejemplo a España, que es la nación más antigua de Europa; o tal vez no le traicionó el subconsciente.
Preocupación, porque a la ignorancia se le une el deseo de agradar a unos nacionalistas, que están empeñados en inventarse una nación, en contra del sentido de la historia, del sentido de los tiempos y del sentido común.
Tristeza por estar en manos de una clase política que no nos merecemos el pueblo español, porque en este caso, no es cierto que tengamos lo que nos merecemos
Preocupación, porque alguien que aspira a dirigir España, no ve lo evidente, que es que agradar a los nacionalistas solo sirve para reafirmarlos en sus reivindicaciones; o peor aún, que sí lo ve, pero que no le importa con tal de conseguir unos votos.
Preocupación, porque con ese ejemplo, consciente o inconscientemente, se está dando argumentos de legitimidad a los que quieren destruir a España.
Tristeza por estar en manos de una clase política que no nos merecemos el pueblo español, porque en este caso, no es cierto que tengamos lo que nos merecemos. En este caso lo que sí es cierto es aquello de que buen vasallo si hubiera buen señor. Hay quién atribuye a Bismarck, lo de que España es la nación más fuerte del mundo, porque a pesar de que su clase política está empeñada en destruirla, no lo ha conseguido. La frase no sé si será cierta, pero merece serlo.
Y envidia. No sé muy bien cuál es el programa del flamante Presidente de Francia, ni si lo hará bien o mal. Pero alguien que le haya oído hablar de Francia y del lugar que ocupa y debe ocupar en el mundo, ¿podría tener dudas sobre lo que el opina de lo que es o no es, la nación francesa? o incluso ¿hay duda de lo que opina sobre este asunto la Sra. Le Pen? ¿O cualquier otro dirigente desde la extrema derecha a la extrema izquierda francesa? Y Francia tiene bretones, corsos y vascos. Y no tiene autonomías. Y es más moderna que España. Lo dicho, envidia.
La pregunta que tal vez sería pertinente hacerle a Pedro Sánchez en particular, y a nuestra clase política en general, no es si saben lo que es una nación, sino si saben lo que es España. Si saben lo que ha significado en la historia, en la política, en las artes en el pensamiento y en la civilización occidental. Si saben de los esfuerzos, sacrificios, luchas, ilusiones y renuncias de muchas generaciones que durante siglos han formado lo que es la realidad histórica que se llama España. Y la pregunta es, a mi modo de ver, pertinente. Sólo desde esta ignorancia de lo que hemos sido y de lo que somos, se puede tratar con la frivolidad con la que muchas veces se hace, los temas que afectan a nuestro propio ser. Si no, no se comprende no ya a los que cuestionan nuestra identidad, sino que los que se dicen defensores de la soberanía y unidad nacional, aporten como único argumento para defenderla, lo que dice la Constitución del 78, como si España se hubiera inventado en esa fecha.
Juan Miguel Mateo Castañeyra
General de División. (R.)