Estos resultados contrastan con las recientes acciones de unos funcionarios de gobierno, que se han valido de su puesto para colocar los recursos del estado a disposición del lobby gay, en busca de promover la progresiva aceptación del matrimonio homosexual y la aprobación de la ley de identidad de género.
Todo esto ha provocado un descontento generalizado en los salvadoreños. Pintar dos cuadras enteras de pavimento y vestir el Patrimonio Nacional con la bandera del arcoíris homosexual, no es desde ningún punto de vista una preocupación de interés nacional.
La imposición de la Ideología de Género en la cultura es una inclininación elitista que nada tiene que ver con las verdaderas necesidades de los ciudadanos. La reacción de las grandes mayorías ha sido un constante cuestionamiento entorno a la indebida utilización de los fondos públicos para financiar los intereses políticos-ideológicos de una minoría radicalizada no representativa.
El legítimo rechazo frontal a estas acciones coincide con los apartados de dicho estudio referentes a las principales preocupaciones del país en los que destacan la delincuencia, los problemas económicos en la familia y la corrupción del gobierno. Si algo le interesa al ciudadano salvadoreño es que se hable de políticas públicas que les garantice seguridad física, seguridad económica y confianza en las instituciones del Estado.
Es un hecho que la familia es la institución cultural más importante de las sociedades
Las conclusiones del estudio corresponden a datos recopilados en mayo de 2018, en una antesala de las elecciones presidenciales del 2019. La misma encuesta predice que el candidato presidencial que logre dar más esperanza económica a los votantes seguramente será el ganador. Respecto de esto último, podemos concluir que las motivaciones de los electores serán aquellas que garanticen la estabilidad socioeconómica de las familias.
No es tan necesario que una encuesta lo diga, es fácil darse cuenta de que lo natural, es que la mayoría de la población la conforma gente sana que quiere vivir bien, tener un buen trabajo, mejorar su calidad de vida y fuera de eso no tiene sentido gastar el dinero en actos simbólicos que pretenden imponer poco a poco una agenda que atenta contra los más altos valores fundamentales de la sociedad, que son la vida, la familia y la libertad.
Es por esta razón, que se vuelve notable que los candidatos presidenciales en El Salvador comprendan que la protección de la familia continúa siendo una apuesta victoriosa. Es un hecho que la familia es la institución cultural más importante de las sociedades. En el sentido que es la principal fuente de bienestar en cuanto a vivienda, alimentación, educación, seguridad y salud física.
La familia sigue siendo el principal lugar de refugio cuando la realidad se vuelve desfavorable, es garantía de nuestra actividad económica, nuestra producción y nuestro consumo. Es vital para cualquiera que desee liderar un país frágil en temas de seguridad y economía, que reconozca el papel protagónico y determinante de la familia natural en una propuesta de nación que permita su promoción, protección, saneamiento y fortalecimiento, en vez de redefinirle o destruirle.
Comentarios
Comentarios