Como dice Borrel: el día es precioso, luce el sol y el otoño suena a paz y concordia.
Yo añado que las terrazas están llenas, también estamos más gordos -subraya Carlos Esteban- y aquí no hay conflicto alguno, más que el teatro inventado por Jordi Pujol hace 40 años para hacer negocios con el Estado español, como cuando los hacían con Franco, la burguesía catalana, digo, claro.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora-No queremos la independencia, ¿estás loco? -me dice un independentista forrado de pasta-. Queremos más dinero, eso. Una línea directa a Buenos Aires y, en mi caso, a Ciudad del Cabo. No, chico: todo esto es para mantener el sistema como está. Le hemos pedido una salida a Madrid porque el viejo Pujol nos lo ha ordenado. El viejo manda, vía Arturito Mas, y los demás obedecen. La estructura nacionalista de poder es vertical -como la del Caudillo- y muy jerárquica. Pujol no quiere destruir nada y tampoco quiere que lo destruyan a él ni a sus hijos.
Ya me entiendes. Aquí hemos pactado todo, y más o menos, lo ha dicho este Luis del Pino, pero se ha quedado corto.
Hoy, señores, voy de conversaciones y de recuerdos. Por ejemplo, la opinión de un amigo, colega, de la comunicación, que me decía:
–El nivel mental de los políticos españoles y catalanes es mediocre, roza la subnormalidad. Se salvan Durán y Lérida, Iceta, Zaragoza, Pujol y Rajoy.
Girauta es demasiado intelectual y Moragas se pasa de listo. El nivel es lamentable. Los vascos tienen un poco más de sentido del estado, a la fuerza ahorcan, pero poco más. Muy inútiles, tanto como los periodistas. Los listos están en los bancos, que ahora hacen el paripé, el teatrillo de irse, pero no mucho, o sea, con los mejores resultados de su historia. Y en «El País» andan con la campaña perfecta para que todo cambie y nada cambie.
Habla Borrel a la buena gente concentrada en Barcelona y pone a parir al Junqueras y a los independentistas. Pero Borrel no habla de España. Y Rajoy, tampoco. Nadie habla de España. Hablan de constituciones y de volver a la normalidad. ¿Qué normalidad? El compartido y consentido saqueo nacionalista de las arcas del Estado. Las pelas. La pasta. Otros treinta y tantos años de TV3 y de imposición educativa, de lágrimas de cocodrilo con forma de bandera cubana y de subvenciones a la cultureta. Circulen, circulen que aquí no ha pasado nada.
-Oye, gracias, Moragas. Gracias, Rajoy. Gracias, Pujol.
Ah, gracias, Soraya.
Supongo que seguiréis matando niños antes de que nazcan y aprobando leyes homosexualistas y lesbianas, esa dictadura del arco iris. Y destrozando, de paso, cualquier organización que se oponga a todo ello. O infiltrándola con vuestros chicos, camuflados o no, viejos o jóvenes. No nacimos ayer, CESID. O CNleches.
Lo de Fuerza Nueva, vaya, y los abogados laboralistas. Ya os conocemos. Vox y Ariza están amortizados, ¿no es cierto, ché? Ekaizer no es tonto, por argentino.
Una farsa con las banderas como excusa y los idealistas como carne de cañón
Sigo con más conversaciones:
-Las lesbianas estamos muy hartas del machismo de los gays. Nos desprecian. Nos consideran «mujeres». ¡Mujeres! Así, con odio. Por eso han metido a los trans y meterán a todo lo que se mueva porque no nos soportan a las feministas. Sí, ya lo puedes decir: se les acaba el chollo LGTB y van añadiendo letras. No hay conflicto y se lo inventan. Como aquí en Cataluña: no hay conflicto, se lo han inventado los indepes, un 25% de la población que, escucha, NO QUIEREN un referéndum pactado y vinculante porque lo perderían. Y en Madrid tampoco lo quieren porque son idiotas, porque se solucionaría de verdad el problema y porque el negocio billonario se iría a la mierda.
-En fin, todo es una farsa, colega.
Una farsa con las banderas como excusa y los idealistas como carne de cañón.
En un lado y en el otro.
Estamos demasiado gordos, decía Esteban, y vivimos demasiado bien, diría Sostres, para que haya revoluciones. Mi colega Andrei añade que si esto fuese Ucrania ya habría muertos por las calles. Pero con este sol y estas terrazas, qué coño muertos: parranda y cañas, copas y tapas y repúblicas de Ikea. ¿Eslovenia? ¿Qué PIB tiene Eslovenia? Por favor, los rusos están muy lejos. Y para los chinos solo somos el puente a las Américas.
-Pujol manda. Puigdemont obedece. Los medios venden más y todos contentos.
No cuenten conmigo, de verdad.
No quiero participar en esta pantomima de la Idología de mammón.
Váyanse a hacer puñetas. Todos.