Llama poderosamente la atención el cambio que ha dado en las últimas dos semanas el candidato Gustavo Petro que paso de un apoyo tácito al presidente Maduro y el régimen marxista en Venezuela, a proclamar que no tiene nada que ver con Maduro y la dictadura que preside, en un afán por situarse al centro y ganar esta franja de votantes
Su último acto mediático fue en medio de una parodia religiosa grabar en mármol “los doce mandamientos” a los que se comprometería en su nuevo gobierno que incluye entre otras cosas no expropiar (lo que había asegurado 3 semanas antes), no convocar una asamblea constituyente (que es una bandera de su campaña) a respetar la disciplina fiscal, etc.,
Todo esto no hace sino recordar al Hugo Chávez en campaña antes de ser elegido por primera vez. Proclamo su credo democrático liberal y al resultar triunfador hizo exactamente lo contrario.
Los cientos de miles de venezolanos que se encuentran en Colombia huyendo del régimen de su país son un recordatorio doloroso de por quien no se debe votar.
Por si quedará alguna duda, el nuevo partido político FARC (Fuerza alternativa revolucionaria del común) que ha surgido de la guerrilla comunista FARC (Fuerzas armadas revolucionaras de Colombia) han dejado claro su apoyo a Petro, con todo lo que eso significa.
Por su parte, el candidato Iván Duque ha hecho una campaña que proclama el respeto al orden democrático y constitucional del país, con propuestas de economía naranja y promoción del emprendimiento, siendo fiel a su origen como funcionario que fue del Banco Mundial.
Los números en las encuestas dan en promedio un 17% de diferencia a favor de Duque
Propone hacer modificaciones a los acuerdos de paz firmados por Santos y las FARC en especial en lo concerniente a impunidad, reparación de las víctimas, justicia para las mismas, haciendo especial énfasis en la lucha firme contra el narcotráfico que esta muy mermada desde hace ocho años, propuestas que han recibido una positiva respuesta del país.
Por el lado educativo plantea acciones concretas que hagan mas eficiente al sistema, lo mismo quiere hacer con el sistema de salud que ha padecido graves problemas de corrupción, al igual que sanear las contrataciones estatales para la construcción de infraestructura que es urgente en Colombia y que está prácticamente paralizada por los graves casos de corrupción en donde resaltan los millonarios sobornos de la firma Brasileña Odebtrecht al gobierno del Presidente Santos.
El resultado de las votaciones del 17 de junio tendrá como un efecto inmediato una mayor presión sobre el régimen de Maduro en Venezuela si gana Duque, o un alivio para el socialismo del siglo XXI de resultar ganador Petro.
Los números en las encuestas dan en promedio un 17% de diferencia a favor de Duque, así que si no se presenta un hecho grave o algún fraude en las elecciones tendremos a Iván Duque al comando de Colombia a partir del próximo 7 de agosto
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