Dos conspicuos observadores abordan el debate sobre las elecciones francesas. El periodista y escritor José Javier Esparza en un artículo publicado en La Gaceta, titulado Si yo fuera francés votaría a Marine Le Pen.
Y el catedrático de Filosofía del Derecho, Francisco José Contreras, en un análisis para la Red Floridablanca, Francia, entre el error y el vacío.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraCada uno, por separado, aportan argumentos para formarse un juicio ante una cita con las urnas de trascendentales consecuencias para Francia y Europa.
“Si yo fuera francés, votaría a Marine Le Pen”, afirma Esparza
¿Argumentos?
Primero, la animadversión que provoca una frase como ésa. La unanimidad del amplísimo frente anti-Le Pen, que recuerda -salvando las distancias- a la unanimidad contra Trump.
Y, viceversa, la amplísima unanimidad a favor de su rival, Emmanuel Macron. “Hay unanimidades que despiertan sospechas” apunta el columnista.
Y desgrana:
* Le apoyan tanto la derecha de Los Republicanos como la izquierda de los socialistas,
* tanto el dinero saudí como el lobby judío,
* tanto la banca Rothschild como la Unión de Organizaciones Islamistas de Francia,
* tanto el Gran Oriente de Francia como significativas personalidades eclesiásticas,
además de la inmensa mayoría de los medios de comunicación, la totalidad del poder financiero, la Unión Europea, el PP lo mismo que el PSOE, etc.
Y concluye “¿qué potencia es capaz de suscitar semejantes unanimidades? Sólo el poder. Un poder tan avasallador que incluso se considera con derecho a excluir de la vida pública a otro candidato, es decir, a una porción significativa de los ciudadanos. Mal asunto”.
Segundo, cree que Macron puede ser más enemigo contra las libertades públicas que Le Pen.
Al Frente Nacional “le acusan de ultraderechista, fascista, racista, etc.” pero “el Frente Nacional ha gobernado ya en numerosas instancias municipales y nadie podrá decir que allí las libertades públicas han menguado”.
Macron, por el contrario, “ya ha formado parte de un gobierno que sí ha aprobado leyes estrictamente liberticidas, como esa que prohíbe informar a las mujeres que van a abortar de las opciones alternativas que tienen en la mano. ¿Quién es de verdad un peligro para las libertades públicas?”
Tercero, cree que Macron ya ha traído la catástrofe para la economía, en tanto que Le Pen está por ver.
“La catástrofe, en Francia, ha llegado ya: ha sido la política de Hollande, y resulta que Macron ha sido su ministro de Economía. ¿Hay que pensar que ahora Macron, en el gobierno, hará una política distinta y más eficaz que la que hizo en el gobierno? Eso es puro pensamiento mágico”
Y subraya: “Macron es responsable directo de la catástrofe económica de Francia. Por eso yo, si fuera francés, votaría a Marine”.
Cuarto, Le Pen avisa de la amenaza islamista, Macron dice que no es problema. Este es otro contundente argumento para votar a la primera. Sobre todo después de los atentados de Bataclán, Niza o Rouan.
“El país se ha llenado de miedo por el terrorismo islamista, y Macron está entre quienes insisten en que el islam no es un problema. El orden público se ha hundido por la inmigración descontrolada, y Macron está entre quienes sostienen que la inmigración es “una oportunidad económica”.
Y quinto, la UE es el gran argumento de los pro-Macron. Si Le Pen gana, llega el Frexit y ‘après la déluge’: el acabóse del proyecto europeo que caerá como un castillo de naipes y sobrevendrá sobre Europa poco menos que una Edad Oscura.
Esparza no descarta los riesgos de una victoria de Le Pen, pero tampoco le parece que la UE tal como hoy funciona sea la panacea.
¿Por qué la gran crisis migratoria, que la mayoría de la poblacion ha vivido como una amenaza, ha sido sin embargo propiciada por la propia Unión Europea?
Y ofrece datos, no conjeturas: Desde que el euro entró en vigor, el coste de la vida ha crecido hasta un 14% mientras que los salarios sólo han aumentado un 6%.
“El paro ha aumentado de forma exponencial (…) Las generaciones que protagonizaron el prodigioso periodo de los “treinta años gloriosos” del desarrollo económico han de ver ahora cómo sus hijos, con toda seguridad, vivirán peor que ellos.”
La agricultura y la ganadería francesas -antes privilegiadas- “son ahora nichos de miseria y suicidios”
“La gran industria francesa se marcha ahora a otros países para encontrar mano de obra peor cualificada pero más barata”.
Y apunta a Bruselas: “¿Por qué la gran crisis migratoria, que la mayoría de la poblacion ha vivido como una amenaza, ha sido sin embargo propiciada por la propia Unión Europea? ¿Es esta la Europa que querían los franceses? ¿Son estos los beneficios de la Unión?”
¿Y quién es el candidato de la UE? Macron. Razón para no votarle.
“Ahora mismo Francia entera es un gran absceso que hay que reventar” concluye Esparza. Y sostiene que “una presidencia de Macron sólo significaría que el absceso siga creciendo. Por eso yo, si fuera francés, votaría a Marine”
Contreras: Uno vende humo, la otra una utopía
En su artículo, Francia, entre el error y el vacío, el profesor José Contreras da por hecho la victoria de Macron pero descalifica por igual a éste -por vender humo- y a Le Pen -por su falta de realismo y proponer una utopía-.
A Macron le echa en cara que su argumento más poderoso sea … el “no a Le Pen”. El macronismo se define negativamente, por oposición a lo que evita: no al FN; no a la ruptura de la UE.
Pero ¿qué ofrece? “A diferencia de Fillon –que sí esgrimía un recetario liberal-conservador reconocible, con compromisos serios de reducción del tamaño del Estado, contención de la deriva bioética hacia la maternidad artificial y el transhumanismo, etc.- el proyecto “social-liberal” (¿!) de Macron es pura inanidad postmoderna: un florilegio de pomposidades asépticas y vaguedades equidistantes”
“Las iniciales del partido EM están escogidas para coincidir con las de Emmanuel Macron: no se veía algo así desde el Grupo Independiente Liberal de [Jesús] Gil)”
¿Con qué fin? Con el fin de presentar “un gran cajón de sastre capaz de alojar –para las legislativas de Junio- a candidatos de todo el espectro: desde Los Republicanos (hundidos tras el fiasco Fillon) al Partido Socialista en plena liquidación por derribo. Se esboza así un nuevo bipartidismo: el FN ya solo frente a una “super-grosse Koalition” anti-FN”
Contreras ironiza con las siglas del partido de Macron En Marcha (E.M.) “sí las iniciales del partido están escogidas para coincidir con las de Emmanuel Macron: no se veía algo así desde el Grupo Independiente Liberal de [Jesús] Gil)”
Y cree que aunque gobierne hasta el 2022 su “social-liberalismo” (¿¡) no será capaz de afrontar “los dos grandes problemas de Francia: el excesivo peso del Estado y la inmigración masiva, generadora de guetos étnicos y “territorios perdidos para la República”.
¿Cómo va a ser la solución Macron si “unánimemente apoyado por las asociaciones musulmanas, ha incurrido en varios tics de autodenigración nacional: “la cultura francesa no existe”; “la colonización de Argelia fue un crimen contra la humanidad”.
Contreras sostiene al inhibirse en estos asuntos se los regala gratis a los nacionalistas y sus soluciones equivocadas (salida del euro, proteccionismo anacrónico y empobrecedor).
Y se lamenta de que haya sido dinamitada la vía intermedia “que hubiera representado Fillon –consciente de la relevancia de la cuestión migratorio-identitaria, pero económicamente realista y favorable al mercado común europeo-“.
Esta es la opción que -según el análisis del profesor Contreras- hubiera sido mejor para los franceses.
No le convence Macron pero tampoco el Frente Nacional porque su utopía consiste en el “retorno mágico a la Francia de 1960 (blanca, homogénea, estatalista, con garitas aduaneras en La Junquera y Ventimiglia)”.