El #HOBus va a sobrevolar este mes de agosto las playas españolas. Los pormenores serán presentados esta semana que viene en una rueda de prensa. Y esto coincide con un reciente auto de la Audiencia Provincial de Madrid que dice que permite circular de nuevo al autobús por Madrid porque no ve delito en su mensaje:
«Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si naces mujer, seguirás siéndolo. No permitas que manipulen a tus hijos en el colegio. Infórmate con el libro que no quieren que leas. Pídelo gratuitamente en el www.ElLibroProhibido.com«.
¿Será este el mensaje de la avioneta? Lo sabremos esta semana. Lo que sí que sabemos ya es que la avioneta va a concienciar a la ciudadanía sobre los peligros que entrañan, no sólo las once leyes autonómicas de adoctrinamiento de género promovidas por los colectivos LGTBI, sino, concretamente, los que se plantean con la ‘Proposición de ley contra la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género y características sexuales, y de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales’, presentada por Podemos en el Congreso de Diputados, la llamada ‘Ley mordaza’.
Envuelta en la loable idea de superar las injustas discriminaciones históricas que han sufrido determinadas personas a causa de su orientación sexual, esta propuesta esconde un inconcebible ataque a las libertades de la ciudadanía, incluyendo a una gran parte de la misma: menores, púberes y universitarios, padres, médicos, profesores, jueces e incluso personas homosexuales y transexuales.
Puesto que el autobús, tal y como lo han explicado por activa sus portavoces, no va contra nadie y pretende defender a los menores -’Dejad a los niños en paz’- de leyes como ésta, me voy a centrar hoy en su artículo 40: ‘Plan integral sobre educación y diversidad’, apartado tercero: ‘Como mínimo el Plan integral deberá recoger los siguientes puntos’. Y concretamente desgrano el punto c) ‘La atención a la diversidad sexual, de género y familiar en asignaturas como Conocimiento del Medio en educación Primaria’.
Esta ley adoctrina a los niños y jóvenes a lo largo de todo el sistema educativo al introducir en todos los centros educativos la ideología de género, una concepción de la sexualidad y afectividad humana que invita a los niños y jóvenes a cuestionarse su identidad sexual.
Sexo y género
Para entender todo esto, es importante tener en claro las diferencias entre los conceptos de género y sexo.
La palabra ‘sexo’ alude a la clasificación hombre-mujer de las personas y otros seres vivos macho-hembra de acuerdo a criterios genéticos, biológicos, físicos y fisiológicos. Esta palabra tiene una connotación biológica -de ahí que el #HOBus proclamase: ‘Lo dice la biología’-. El adjetivo sexual se relaciona, pues, con la genética -XX e XY también plasmado en el vehículo naranja-, la anatomía y la fisiología.
- Los niños tienen pene porque sus cromosomas sexuales son XY.
- Las niñas tienen vulva porque son XX.
Esta definición no abarca aspectos de la conducta (deseos, pensamientos, afectos, fantasías, inclinaciones o identificaciones sexuales) que no dependen de factores biológicos aunque estén ligados al sexo. Y existe una realidad que es que hay personas que no sienten su sexo biológico, lo que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se llama disforia de género.
El género, según esta ideología, puede corresponder a una asignación sexual normativa, la de varón-mujer, o a otro tipo de construcción social no normativa
Robert Jesse Stoller fue el primero que habló de género en 1968. Así, esta palabra se explica como una construcción social que incluye papeles, roles, comportamientos, caracteres, vestimenta, etc. Son los deseos y no existe dependencia entre ambas dimensiones, así es que el género, según esta ideología, puede corresponder a una asignación sexual normativa, la de varón-mujer, o a otro tipo de construcción social no normativa.
La orientación sexual o atracción -heterosexual, homosexual o bisexual- es, según la ideología de género, independiente de la identidad de género, la vivencia interna que podría corresponder o no con el sexo con el que nace el individuo. Y así, una persona trans -travesti, transexual o transgénero, que no es lo mismo- puede ser hétero, homo o bisexual.
Hago un paréntesis aquí para explicar algunos términos. Trans son travestis, transexuales y transgéneros. Travesti es aquel que nace hombre pero construye su identidad de género desde la femineidad -ropa, hormonas y operaciones de prótesis o siliconas- sin una correspondencia femenina genital.
Transgénero es la personas cuya identidad de género no se corresponde con su sexo de nacimiento sin que esto implique la necesidad de intervenciones de modificación corporal. Incluso, en algunos casos, las personas no se identifican con los sexosmasculino y femenino.
El transexual construye su expresión de género (sentimientos, actitudes, comportamientos y vestimenta, entre otros) diferente a la que le fue asignada en su nacimiento, pudiendo incluir tratamientos hormonales y/o quirúrgicos. Y los intersex o intersexual son personas que presentan, en grado variable, características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer.
Género se refiere a la exteriorización de la identidad de género de una persona, incluyendo la expresión de la identidad o la personalidad mediante el lenguaje, la apariencia y el comportamiento, la vestimenta, las características corporales y la elección del propio nombre, entre otras.
Para poder alcanzar la agenda política en materia de género hay que conquistar la ciudadanía y esto equivale a una nueva educación sexual
Para poder alcanzar la agenda política en materia de género hay que conquistar la ciudadanía y esto equivale a una nueva educación sexual para construir un nuevo modelo de ser humano indiferente sexualmente.
En general, la ‘Ley mordaza’ de Podemos adoctrina a los niños y jóvenes a lo largo de todo el sistema educativo e impone a los profesionales y a todos los funcionarios la obligación de asumir sus principios, prohibiendo expresamente su cuestionamiento.
Como ejemplo para entender este adoctronamiento desde la más tierna infancia, desgranemos sólo el artículo 40.3.c y planteémonos una serie de preguntas:
La atención a la diversidad sexual, de género y familiar en asignaturas como Conocimiento del Medio en educación Primaria.
- Atención a la diversidad sexual: los niños son instruidos desde los 6 años -Primaria abarca de 6 a 12 años- en la diversidad sexual. ¿Necesita un niño de 6 años, que apenas empieza a sumar, plantearse si es heterosexual, homosexual o bisexual? La producción de esperma se inicia en la pubertad, generalmente entre los 12 y 15 años. En esta etapa se producen las hormonas de la testosterona -varón- o estrógeno y progesterona -mujer- que influyen en el desarrollo física y en las características afectivas y psicológicas. ¿Por qué se les explica la diversidad sexual desde los 6? Adoctrinamiento sexual. ¡Dejad a los niños en paz!
- Diversidad de género: ¿Entiende un niño de entre 6 y 12 años la diversidad de género que les he explicado más arriba? El saber no ocupa lugar, ¿pero es necesario imponer este aprendizaje por ley? ¿O es que se pretende teledirigir a la sociedad hacia la ideología de género desde temprana edad?
- Diversidad familiar: El niño de 6 años que no tiene a su padre y a su madre y cuenta con otro tipo de familias ya conoce la diversidad familiar. El resto no tiene porqué conocerla a temprana edad. Simplemente, un niño educado en el respeto al prójimo no se planteará la crítica hacia otro compañero que presente una familia que no sea la de padre, madre e hijos. Eduquemos para la mayoría en el respeto, no legislemos para una minoría.
Ya he dicho en numerosas ocasiones que soy partidaria de la educación en la igualdad -no de equiparar los roles, es decir las funciones o responsabilidades que deben asumir en la sociedad, entre otras cosas porque la maternidad sólo es posible en mi sexo- pero no podemos pensar que ésta se alcanza negando nuestras diferencias sexuales.
La ideología del género no promueve la igualdad entre los sexos; promueve la asexualización del ser humano
En cualquier caso, sepan ustedes que la ideología del género no promueve la igualdad entre los sexos, no defiende la igualdad de la mujer con la que se envuelve decorosamente para troquelar nuestras mentes; la ideología del género promueve la asexualización del ser humano.
No aceptar la ideología de género no es discriminación, no es ser intolerante, ni homofóbico, ni tránsfobo, como se ha catalogado al #HOBus, un vehículo que este agosto pasa a surcar los aires del litoral español. La avioneta de HazteOir.org no va a arremeter contra el colectivo LGTBI, va a hablar, entre otras cosas de educación, de la educación de nuestros menores.
La ‘Ley mordaza’ que nos quieren imponer a todos los españoles no es democrática. Contra la discriminación estamos todos. No hace falta que nos impongan leyes totalitarias para respetar al prójimo.
PD: El #HOBus tiene cuenta en Twitter: https://twitter.com/bushazteoir
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