Hoy cuesta imaginarlo, pero la primera entrevista larga que le concedió José Luis Rodríguez Zapatero a un medio de comunicación fue a Federico Jiménez Losantos. En realidad, tanto la elección del periodista como el mensaje que ofreció en ella tienen perfecta lógica.
Volvamos a noviembre de 2004, cuando se produjo la entrevista. Gerhard Schöeder llevaba seis años siendo el canciller de Alemania. Fue la primera vez desde la II Guerra Mundial que el SPD gobernaba sin la tutela de la CDU, pero llegó con un programa muy poco socialista y que introdujo reformas importantes que permitieron que, años después, su sucesora Angela Merkel pudiera decir: “Alemania ha dejado de ser el enfermo de Europa”.
Tony Blair llevaba un año más en el poder, con un programa heredero de Margaret Thatcher. Su victoria más difícil, la de Thatcher, fue lograr que el Partido Laborista no lograse la victoria en las elecciones hasta que no asumió el programa y las ideas de la baronesa.
«Rodríguez Zapatero llegó al poder de rebote y adoptó una nueva socialdemocracia capaz de asumir un programa de racionalidad económica»
Este es el contexto en el que José Luis Rodríguez Zapatero dijo, en otra entrevista: “Bajar impuestos es de izquierdas”. Como en el caso de Margaret Thatcher, José María Aznar había cambiado los términos del debate económico.
Antes de su llegada al poder, proponer una rebaja de impuestos sería motivo de condena ante cualquier tribunal, y en especial los tribunales populares creados por los medios de comunicación. Él bajó los impuestos, explicó que aquéllo era bueno, lo demostró consiguiendo lo que nadie esperaba, la entrada en el euro, y renovó su victoria con una mayoría absoluta.
Rodríguez Zapatero llegó al poder de rebote, y sin un programa ideológico claro. Adoptó lo que se entendía como el signo de los tiempos: una nueva socialdemocracia capaz de asumir un programa de racionalidad económica.
«Las elecciones de 2008 coincidieron con el inicio de la crisis, y Zapatero parecía atrapado por la realidad»
Qué lejos queda eso. Rodríguez Zapatero dio un giro radical a ese planteamiento. Ya no se trataba de apostar por la alternancia dentro de un cierto consenso económico, nacional, sino de todo lo contrario. Había que recuperar la “ruptura” que proponía el PSOE durante la Transición, enlazar con lo peor de la II República.
Sobre Economía no se produjo ese cambio al principio. ¿Por qué iba a hacerlo, si la economía seguía creciendo a buen ritmo, el paro alcanzaba mínimos históricos y la deuda cayó a la tercera parte del PIB?
Las elecciones de 2008 coincidieron con el inicio de la crisis, y Zapatero parecía atrapado por la realidad. Sin problema. Negó la existencia de la crisis, y dijo antes de recibir más votos que ningún otro candidato a la presidencia que no habría ningún problema por aumentar el endeudamiento público. Y aquello de que bajar impuestos era de izquierdas… vamos a dejarlo.
De hecho, nunca fue de izquierdas. Y nunca fue el programa del PSOE. Y el camino hacia el gasto por el gasto que emprendió Zapatero, junto con los rescates de las cajas quebradas de Mariano Rajoy, elevó primero el nivel de gasto público, y después el de los impuestos. El resultado es lo que tenemos: mucho gasto, tanto que con unos impuestos elevadísimos no logran cubrirlo.
«De las nueve regiones que más extraen para quien gane 16.000 euros, seis están gobernadas por socialistas»
Y que nunca fue de izquierdas lo demuestra el hecho, también, de que allí donde gobiernan, y en la medida en que la ley les otorga, sacan más impuestos a los ciudadanos.
Lo podemos ver en una información que ha elaborado el diario El Mundo sobre datos recabados por el Consejo General de Economistas. En esa información se puede observar la voracidad fiscal de los socialistas.
La información plantea cuatro supuestos. En todos ellos, un contribuyente soltero y sin hijos, sin discapacidad y cuyos ingresos sólo proceden del trabajo. Los socialistas son más voraces con los ingresos más bajos.
De hecho, de las nueve regiones que más extraen para quien gane 16.000 euros, seis están gobernadas por socialistas y lo mismo ocurre en cinco de las nueve primeras, para quien gane 30.000 euros, con este orden: Extremadura, Aragón, Baleares, Andalucía y Asturias.
«Por supuesto, en Patrimonio y en Donaciones, los socialistas son los campeones»
Pero si se trata de ver a un contribuyente que genera 70.000 euros al año, aunque las dos regiones que más quitan son socialistas (Extremadura y Valencia), sólo tiene tres entre las seis primeras.
Y lo mismo ocurre con los contribuyentes con una renta de 110.000. Las regiones gobernadas por socialistas cobran más impuestos, y sobre todo a los que menos ganan.
Si esto es llamativo, más lo es el caso de Junts pel Sí (JxS), la coalición nacionalista de izquierdas (hace tiempo que CiU dejó de ser de derechas) que gobierna Cataluña. Con diferencia son los que más extraen de quienes se ganan un sueldo de 16.000 euros: 1.612, por los 1.511 que tienen que pagar los extremeños.
En Madrid son 1.434. Para los que generan 30.000 euros al año, de nuevo la región que más extrae en Cataluña, y la que menos, Madrid. Pero los gestores de JxS no quieren importunar mucho a quien gana 110.000 euros al año, y cae al puesto 12. Por supuesto, en Patrimonio y en Donaciones, los socialistas son los campeones, aunque se cuela alguna región popular.
Si tiene aprecio por el dinero que ha ganado, y especialmente si es poco, ya sabe que los socialistas le quitarán una mayor parte de su renta. Porque, ya se sabe: bajar impuestos no es de izquierdas.
Comentarios
Comentarios