Leo a Oscar Molina en Actuall. Le conozco, le tengo simpatía y hasta estima. Pero creo que mezcla churras con merinas. Y sobre todo, muestra clara devoción por ‘Santa Nómina’. Sí, los pilotos han sido durante años parte de esos ‘trabajadores privilegiados’.
Cita Molina a la RAE que define “privilegio” como “ventaja exclusiva concedida por un superior o por determinada circunstancia”. ¿Y cuál es esa circunstancia? Todos son trabajadores de servicios públicos en régimen de monopolio o cuasi monopolio. Pueden amenazar con paralizar el servicio ‘secuestrando’ a los ciudadanos. El político acepta el ‘chantaje’ con tal de encontrar la ‘paz social’. Total, pagan los contribuyentes…
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraEn realidad es lo mismo que pasa con los liberados sindicales que Molina acertadamente critica aunque disienta en la crítica genérica. Los liberados son necesarios en las relaciones laborales porque hacen falta interlocutores válidos que negocien en los legítimos intereses -muchas veces contrapuestos- de unos y otros.
Pero ocurre que los liberados se multiplican en la función pública, principalmente en Educación y Sanidad, sectores públicos cuasi-monopólicos. Ningún gobierno desea conflictividad. Y menos en asuntos tan sensibles para los ciudadanos. Así que ‘compra’ paz social… con el bolsillo de los ciudadanos. Exactamente igual que los trabajadores privilegiados, querido Óscar.
«Hay otro elemento común de los trabajadores ‘privilegiados’: se creen los propietarios de la empresa en la que trabajan ‘por cuenta ajena'»
Argumentará Molina que su ‘privilegio’ obedece a su especialización técnica. No ocurre lo mismo con el capital de fragata, hiperespecializado, con millones de euros en sus manos. ¿Sabe por qué? No porque esté militarizado, sino porque a nadie le importa si la fragata zarpa o no. Pero a todos les importa si el avion no despega.
Hay otro elemento común de los trabajadores ‘privilegiados’: se creen los propietarios de la empresa en la que trabajan “por cuenta ajena”. Los pilotos de Iberia se creyeron -con la liberación y la competencia ya no ocurre- los dueños de la compañía.
En las oficinas había encorbatados que hacían números. Pero los que volaban eran ellos. Lo mismo les ocurre a los conductores del Metro. “Yo no saco un puto tren”, dijeron en su huelga. Como si fuera suyo…
Por cierto, ¿sabían ustedes que los conductores del Metro fueron los únicos trabajadores públicos no afectados por el ‘zapatazo’ del 5%? Huelga obliga. Con ‘secuestro’ de madrileños, claro. Porque si se ponen en huelga los administrativos, a nadie le importa.
«No, Molina. No hay un acuerdo entre dos partes. Hay una parte que juega con cartas marcadas»
Y lo mismo ocurre con los estibadores que amenazan con el fin del mundo como les toquen los privilegios. Por cierto, de nuevo, el chantaje surte efecto. Antes de parar el comercio, nos volvemos a bajar los pantalones. Otra vez comprando paz social… con el bolsillo de los contribuyentes.
No, Molina. No hay un acuerdo entre dos partes. Hay una parte que juega con cartas marcadas. Sabe que su parón daña no al empresario, sino a la ciudadanía en su conjunto. El derecho de huelga consiste en que el trabajador deja de trabajar afectando a los intereses del empresario. No ocurre con los privilegiados: conductores de Metro, Renfe, pilotos, controladores aéreos y estibadores. Por eso creo que el derecho de huelga en estos casos debería de estar limitado. ¡Rásguese las vestiduras!
¿No es casualidad que todos los trabajadores privilegiados no estén sindicados en los grandes sindicatos sino que creen sindicatos ‘ad hoc’?
Molina enciende el ventilador para criticar a los verdaderos privilegiados: los ejecutivos. Critica que se suban el sueldo n 56%. ¿Aunque consigan salvar a la compañía o duplicar los resultados? ¿El éxito no merece premio? Y si no fue por éxito sino por ‘listos’, serán los accionistas son lo que deberán de afear la conducta. Yo personalmente creo que no se lo merecen. Pero no soy accionista…
Por último, Molina informa de que el 100% de los juicios contra los controladores ganaron los ‘privilegiados’. Cierto. Pero no por no ser privilegiados, sino porque el cierre del espacio aéreo lo mandó José Blanco, a la sazón ministro de Fomento. Los controladores sensatos eran conscientes de que sus privilegios no eran sostenbibles. Lamentablemente no fueron escuchados.
Por último, ¿no es casualidad que todos los trabajadores privilegiados no estén sindicados en los grandes sindicatos sino que creen sindicatos ‘ad hoc’ tipo Sepla o USCA? Son diferentes. Cierto. Y la diferencia no es otra que la ‘posibilidad de secuestro de la ciudadanía’ y obtener privilegios.
Con cariño, Oscar. Saludos al desierto.
También te puede interesar: