El archiconocido científico Stephen William Hawking (Oxford, Reino Unido, 8 de enero de 1942) ha tropezado como lo hicieron otros genios científicos a lo largo de la historia con su predicción sobre la «bola de fuego» en la que supuestamente se convertirá la tierra debido a la superpoblación.
En concreto, la hecatombe predicha por Hawking tendrá lugar en el año 2600 debido a la superpoblación y las crecientes demandas de energía.
Ante semejante panorama, el científico propone su proyecto Breakthrough Starshot mediante el cual pequeñas naves espaciales llegarán a la galaxia vecina Alpha Centauri impulsada por haces de luz.
Pero el Population Research Institute dirigido por Steven Mosher, ha respondido con datos científicos al físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador más conocido de nuestro tiempo para negar la mayor.
La previsión es que «la población mundial disminuya a lo largo de este siglo», lejos de crecer de forma tal que se haga inhabitable nuestro planeta
Nuestro planeta no está amenazado por la superpoblación y, por tanto, las conclusiones de Hawking no están basadas en datos científicos.
Al contrario, este instituto internacional especializado en demografía, muestra, con datos de las Naciones Unidas, que la superpoblación es una gran mentira utilizada con fines ideológicos y crematísticos.
En un comentario remitido por el Populatin Research Institute a sus seguidores, se especifica que la previsión es que «la población mundial disminuya a lo largo de este siglo», lejos de crecer de forma tal que se haga inhabitable nuestro planeta.
En concreto, se subraya que «la tasa de crecimiento anual de la población se ha desplomado desde la década de 1960 sin signos de cambio en el corto plazo«.
Así se deduce de los datos de la división de Población del departamento de Asuntos Sociales y Económicos de las Naciones Unidas.
Según este organismo, la población se estabilizará en torno al año 2100 y se contraerá en los países con altos ingresos en torno al año 2065 y para las naciones con ingresos medios hacia 2085.
Otro dato que el profesor Hawking ha pasado por alto en su análisis, a juicio del Population Research Institute, es que, tal y como se ha demostrado en el siglo XX y en lo que llevamos del XXI, las parejas han rebajado sus espectativas de fertilidad a medida que ha disminuido la mortalidad infantil y ha mejorado la atención médica.
Además se prevé que la desaceleración del crecimiento poblacional, que es un auténtico invierno demográfico ya en muchas naciones como España o Japón, se incremente con el aumento de personas incorporadas al mundo laboral, en especial de las mujeres, así como el aumento del nivel de vida general en el planeta.
«Aunque se han añadido dos mil millones de personas desde 1990, el porcentaje de personas desnutridas en los países en desarrollo ha disminuido del 23 al 13%»
Más población, más posibilidad de solucionar los problemas
La visión del Population Research Institute sobre el crecimieto de la población, dista mucho del fatalismo de Hawking.
A su juicio, un crecimiento moderado de la población no debería significar el lamento de los neomalthusianistas: «Más bocas para alimentar; más emisores de dióxido de carbono».
Por contra, un crecimiento sostenido de la población es una oportunidad. «Mas gente supone más trabajadores, y más mentes innovadoras para encontrar soluciones creativas a problemas como el hambre en el mundo o para llevar a cabo proyectos como Breakthrough Starshot«.
Más datos que desmienten a Hawking: «Aunque se han añadido dos mil millones de personas desde 1990, el porcentaje de personas desnutridas en los países en desarrollo ha disminuido del 23 al 13%», explican.
Y añaden, citando datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO): «En 2014 hemos producido comida en menos superficie que el terreno de uso agrícola en 1994». O lo que es lo mismo, somos capaces de producir más en menos espacio.
«Ciñámonos a los hechos. La población mundial se está desacelerando, no explotando. Pero en cualquier caso, no hay evidencia que respalde la afirmación de que el crecimiento de la población per se hará que la Tierra se convierta en un infierno llameante«, inciden desde el Population Research Institute, que compara la afirmación de Hawking con otras con poca base científica realizadas por genios de la historia.
Otros científicos con creencias anticientíficas
René Descartes creía firmemente en que el alma humana se alojaba en la glándula pineal. Isaac Newton estaba convencido de que ese podía predecir el futuro a través de arcanos distribuidos entre los versículos bíblicos.
William Herschel, descubridor de Urano, creía que basado en «principios astronómicos»el Sol tenía «montañas y valles» y que lo más probable era que estuviera habitado por vida alienígena.
Incluso Albert Einstein, durante años rechazó la idea de la expansión del universo, teoría elaborada por el jesuita Georges Lemaître, presidente de la Academia Pontificia para las Ciencias, precursora de la del Big Bang.
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