La izquierda cambia el Pacto Educativo por la movilización callejera

    Atentos a la convocatoria del próximo 8 de mayo y a su desarrollo porque podríamos estar ante una estrategia de ‘calentar’ el ambiente a un año de la próxima convocatoria electoral.

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    Movilización de izquierda, puño en alto, en el sector educativo.
    Movilización de izquierda, puño en alto, en el sector educativo.

    Esta mañana la Plataforma por la Escuela Pública ha anunciado a las puertas de la sede del Ministerio de Educación que inicia un calendario de movilizaciones en las aulas, una nueva ‘Marea Verde’. La primera convocatoria será el próximo 8 de mayo, fecha que denominan ‘Día de lucha por la educación’.

    Los motivos para salir a la calle, según uno de los portavoces de la plataforma y secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Francisco García, son “la quiebra del Pacto Educativo” y la ausencia de inversiones en las aulas en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Reclamarán también la derogación de “la LOMCE del Partido Popular” y la “reversión de los recortes”.  Se supone que el sindicato izquierdista representa a los docentes.

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    En el acto de esta mañana también ha intervenido la presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), Leticia Cardenal, quien ha lamentado que el ministerio de Educación haya acabado con el Pacto Educativo. CEAPA no es una organización ideológicamente neutral, como correspondería a una entidad que representa a los padres de los centros públicos, sino que defiende «una escuela laica, en la que no se incluya la enseñanza confesional de las religiones».

    «¿Por qué se reclama únicamente al Gobierno de España un aumento de inversiones en un área que está transferida a las Comunidades Autónomas?»

    No podía faltar a la cita el Sindicato de Estudiantes quien, a través de su secretaria general, Ana García, ha animado a los alumnos a no presentarse a las pruebas de cuarto de la ESO establecidas por la LOMCE para superar esta etapa educativa. La organización estudiantil está difundiendo un cartel con el lema «¿Reválidas? ¡Haz un Cifuentes y no te presentes». El Sindicato de Estudiantes se define en Twitter como “organización de izquierdas y anticapitalista que lucha por la educación pública y los derechos de los y las jóvenes de clase trabajadora”.

    Como ya se contó en Actuall,  la secretaria general del Sindicato de Estudiantes se alegró de que el PSOE hubiera abandonado el Pacto Educativo y advirtió que “podrían convocar otra huelga general si sus planteamientos no se llevan a efecto”.¿A qué se refería Ana García? Ella misma lo explicó: “A las reivindicaciones de la ‘marea verde’, que pasan por la laicidad y restringir los conciertos y los recortes, frente a quienes defienden los intereses de unos pocos”.

    Sin embargo, este relato tiene algunas ‘lagunas’. ¿Por qué se reclama únicamente al Gobierno de España un aumento de inversiones en un área que está transferida a las Comunidades Autónomas? ¿Por qué se omite que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado incrementa la partida destinada a la educación un 3 por ciento respecto a 2017? ¿Por qué organizaciones de izquierda como CCOO, Sindicato de Estudiantes y CEAPA lamentan el fin del Pacto Educativo que han abandonado sus partidos afines, es decir PSOE y Podemos? ¿Por qué un sindicato que dice representar a los profesores y una organización que aglutina a los padres apoya a los alumnos que van a boicotear exámenes obligatorios perjudicando a sus compañeros y ocasionando un problema a los centros educativos?

    En sólo cuatro meses la izquierda ha sacado a la calle a muchas personas para reivindicar causas que en sí mismas no son ideológicas, como la subida de las pensiones o los derechos de la mujer. Sin embargo, estas movilizaciones teóricamente neutrales sólo presentan reclamaciones al Gobierno de España, es decir al Partido Popular. O, como en el caso del 8 de marzo, acaban reivindicando un feminismo de corte radical que sólo comparten algunas mujeres. 

    Atentos a la convocatoria del próximo 8 de mayo y a su desarrollo porque podríamos estar ante una estrategia de ‘calentar’ el ambiente a un año de la próxima convocatoria electoral. El tiempo lo dirá y nosotros se lo contaremos.

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