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¿La mejor política educativa en España?: las anteojeras

Los españoles tienen los niveles de educación más bajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este titular, desgraciadamente, se repite en los medios de comunicación año tras año. Pero, ¿cuáles son las causas de este estrepitoso fracaso?

¿Los estudiantes? El nino, el adolescente, el joven no es el culpable. Ellos trabajan lo que se les pide y los que no superan los mínimos terminan fuera del sistema educativo. España lidera el abandono escolar en la Unión Europea, con una tasa del 21,9 por ciento, casi el doble de la media comunitaria (11,1%), de jovenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo habiendo completado como mucho el primer ciclo de secundaria.

¿Las familias? Pues miren ustedes. Llevamos más de un mes de clase tras la vuelta al cole de este 2015 y les puedo asegurar que mis hijos de 9, 7 y 6 años traen a casa deberes casi todos los días después de haber estado en el colegio 7,5 horas (incluidos los descansos para comidas y recreos). ¿Les parece lógico? ¡Malditos deberes! Papá y/o mamá tienen que estar por las tardes en casa para ayudar a sus pequeños con las tareas, para echarles una mano con los estudios si tienen un examen, para hacer manualidades tan variopintas como una trompeta con cable de ducha, para preparar el contenido de las mochilas de las numerosas actividades extraescolares a las que -como nosotros- tantas otras familias les apuntan, sobre todo cuando los dos trabajan fuera de casa…

 Los profesores no se sienten motivados en España, con el cuarto menor grado de valoración social de la OCDE

¿Los profesores? ¡Ay pobres! Cada uno que aguante su vela, pero no quiero en este momento ponerme en su pellejo, aunque me queje de todo el trabajo que mandan para que los pequeños hagan en casa… Y eso que sólo me ha venido a la cabeza el debate sobre la autoridad del maestro, los sucesos de violencia en las aulas, las agresiones de alumnos a sus profes, las faltas de respeto, los padres agresivos que se ensañan con los maestros… Los profesores no se sienten motivados en España, con el cuarto menor grado de valoración social de la OCDE, aunque sus ingresos no son bajos comparados con el entorno europeo.

Y en este punto recuerdo la autoridad perdida de los padres, que dejan de ser lo que son, padres, para pasar a ser colegas de sus hijos… ¡Vaya por Dios! Pero vuelvo al inicio y recuerdo el dato de la OCDE y concluyo: ¡La culpa es de las autoridades!

La política educativa no funciona en España. Mientras que muchos países apuestan seriamente por la educación, España está en manos de unos políticos que prefieren ponerse unas anteojeras (como asnos en ruta) para no ver lo que realmente está ocurriendo. No ha habido mayor irresponsabilidad en la historia de la democracia española que la de unos políticos incapaces de llegar a acuerdos básicos en la materia más importante: la educación de la sociedad.

Dejemos de hablar de clases de Religión en periodos de pre-campaña y campaña

Ante las próximas elecciones generales no votemos por una clase política ignorante y despreocupada, exijamos un pacto educativo fruto del consenso -que algunos han intentado sin éxito-. Logremos que la ley fruto de ese pacto esté vigente al menos los mismos 30 años de democracia en España, en los que hemos sufrido las muchas reformas que ha experimentado nuestro sistema educativo. La educación no puede ser la pelota de tenis en el juego político. Dejemos de hablar de las clases de Religión o de las lenguas autonómicas en periodos de pre-campaña y campaña. Apostemos por solventar este fracaso escolar, por la calidad de la enseñanza en España, en toda España. La educación es la gran asignatura pendiente de la democracia española.

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