Actuall

Un año de la matanza de Orlando: Gays a favor de la sharia, por Luis del Pino

Luis del Pino, director del programa 'Sin complejos' de Es Radio.

Luis del Pino, director del programa 'Sin complejos' de Es Radio.

Por su interés, reproducimos la reflexión que ha publicado en Libertad Digital el director de ‘Sin Complejos’ en EsRadio, Luis del Pino, sobre una manifestación de organizaciones LGTBI sontra la Sharia y la contramanifestación contra los primeros, a cargo de otras organizaciones LGTBI.

Gays a favor de la sharía

Se cumple un año de la matanza de Orlando. El 12 de junio de 2016, Omar Mateen, un musulmán nacido en Nueva York y de ascendencia afgana, entró con un fusil semiautomático y una pistola en el Pulse, un club gay de esa ciudad de Florida, donde en ese momento se estaba celebrando una fiesta.

Asesinó a 49 personas e hirió a otras 58 antes de ser abatido por la policía. Antes de morir, el asesino hizo una llamada a los servicios de emergencia en la que manifestó su lealtad al Estado Islámico.

Aquel ataque terrorista ostenta varios récords siniestros en los Estados Unidos: es el atentado terrorista con más víctimas mortales desde el 11-S, es la mayor masacre cometida por un tirador solitario y es el episodio más sangriento de violencia contra la comunidad gay.

Manchester vivirá una situación esquizofrénica, con una asociación LGBT manifestándose contra la sharía y otras asociaciones LGBT manifestándose contra quienes se manifiestan contra la sharía»

Dos personas traslada a un herido en el ataque terrorista contra la discoteca Pulse en OrlandoEn conmemoración de esa matanza y como homenaje a las víctimas, una asociación inglesa denominada Gays contra la Sharía ha convocado una manifestación en Manchester, con el lema ‘Unámonos contra el Odio’.

Inmediatamente, otras asociaciones LGBT de Gran Bretaña, como la Asociación de Gays y Lesbianas en Apoyo de los Inmigrantes, han salido a la palestra a denunciar que quien propaga el odio son los organizadores de esa manifestación contra la sharía y que el acto no es sino un intento de la extrema derecha para criminalizar a todos los musulmanes. Y en consecuencia, han convocado una contramanifestación.

Así que la ciudad de Manchester, recientemente golpeada por el espantoso atentado en un concierto de Ariana Grande, vivirá una situación esquizofrénica, con una asociación LGBT manifestándose contra la sharía y otras asociaciones LGBT manifestándose contra quienes se manifiestan contra la sharía.

«Si se manifiestan ustedes contra alguien que se manifiesta en contra de la sharía, parece que estuvieran ustedes a favor de la misma»

No me cabe la menor duda de que hay gente que se está aprovechando de la indignación que suscitan los atentados islamistas para fomentar la islamofobia, pero permítanme los organizadores de la contramanifestación de hoy en Manchester que les haga una pregunta: ¿les parece prudente convocar esa contramanifestación? ¿Les parece que lanza el mensaje correcto?

Porque si se manifiestan ustedes contra alguien que se manifiesta en contra de la sharía, parece que estuvieran ustedes a favor de la misma. Y no creo que sea necesario recordarles que, en muchos países donde rige la sharía, ustedes no podrían manifestarse a favor ni en contra de nadie, porque estarían Vds. en la clandestinidad o colgados de una soga.

Yo no sé si los gays organizadores de la manifestación contra la sharía en Manchester son islamófobos o no. Paso de entrar en juicios de intenciones. El caso es que no han convocado una manifestación contra los musulmanes, ni contra los inmigrantes, ni contra los refugiados, ni contra el Islam, sino contra una interpretación muy concreta, muy siniestra y muy sangrienta del Islam, contra la que deberíamos estar todos, gays y no gays.

«¿Cómo creen que interpretará su gesto una sociedad cada vez más aterrorizada por el terrorismo islamista indiscriminado?»

Y contra la que está la inmensa mayoría de los musulmanes, a quienes por supuesto no les agrada nada que les corten una mano por robar, que les lapiden por adulterio o que les cuelguen de una grúa porque les gustan las personas de su mismo sexo.

Si ustedes, señores convocantes de la contramanifestación, sospechan que los organizadores de la marcha contra la sharía tienen intenciones ocultas, la solución es fácil: no acudan.

O mejor aún: convoquen otra marcha de homenaje a las víctimas de Orlando desprovista de las connotaciones que a ustedes les parecen rechazables.

Pero manifestarse contra quienes se manifiestan contra la sharía lanza un mensaje demoledor para ustedes mismos: ¿Cómo creen que interpretará su gesto una sociedad cada vez más aterrorizada por el terrorismo islamista indiscriminado?

«En cualquier caso, allá cada cual con las tonterías que hace. No voy a ser yo quien llore porque el activismo progre se suicide de forma tan sorprendente»

A veces tengo la sensación de que determinados grupos encuadrados en lo que podríamos llamar el activismo progre han perdido el contacto con la realidad. Y de que se aferran desesperadamente a una serie de mitos que la actualidad política – tan violenta, tan cambiante – ha derribado hace mucho.

Que el buenismo no vende (ni en la calle, ni en las urnas) es una evidencia cada vez más palpable. Y tratar de sostener determinadas posturas es cada vez más contraproducente: salgan por un momento de la comodidad de su burbuja mental, señores contramanifestantes, y traten de ponerse en el lugar de una persona cualquiera de la calle.

¿Qué creen Vds. que piensa esa persona al ver algo tan incomprensible como un gay protestando contra quienes se manifiestan contra la sharía? Pues muy sencillo: o que está loco, o que en realidad no defiende lo que dice defender y tiene otros intereses ocultos.

A una persona cualquiera de la calle, de cualquier tendencia política, ver a un gay manifestarse contra la sharía puede gustarle o no gustarle, pero le resulta comprensible: nada más natural que ver a alguien manifestarse contra quien le quiere asesinar o encarcelar. Lo que le resulta ininteligible a esa persona de la calle es lo contrario: ver a un activista LGBT defender, de forma directa o indirecta, a quienes asesinan a gays.

En cualquier caso, allá cada cual con las tonterías que hace. No voy a ser yo quien llore porque el activismo progre se suicide de forma tan sorprendente. La realidad, lo queramos o no, siempre termina imponiéndose.

Comentarios

Comentarios

Salir de la versión móvil