Apoyo a Reig Pla / Mike: «Me hicieron sentir que la vida valía la pena»

    "Desde el primer momento en el que entré y hasta el día de hoy, el sentimiento de hermandad, amor y acogida, comunión y solidaridad se siente en el ambiente y eso es muy contagioso". "Exijo el derecho a elegir la sanación de heridas adquiridas en nuestro pasado, sin que existan imposiciones"

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    Un hombre se quita la máscara LGTBI / Actuall
    Un hombre se quita la máscara LGTBI / Actuall

    Hola, soy Mike P.

    Tengo 22 años de edad. Soy de Ecuador, un país pequeño, pero muy lindo al cual me siento orgulloso de pertenecer.

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    Hace 3 años mi vida era un caos. Realmente no tenía un sentido de existencia. Me sentía vacío, triste, solo, era un chico que además de ser neurótico, vivía con traumas psicológicos que me impedían vivir en paz.

    Era un chico extremadamente tímido, callado, retraído y con miedos, con demasiados miedos. Me sentía deprimido todo el tiempo por las cosas que pasaban a mi alrededor.

    Como una huida adquirí una adicción a la pornografía y masturbación de una manera severa y esa era la única cosa que me mantenía en paz, como si eso fuera una especie de sedante que me hacía olvidar de todos mis problemas e inseguridades, al menos por un rato. Esta fue realmente una de las peores etapas de mi vida.

    El tiempo pasaba y la adicción a la pornografía se hacía más fuerte. No podía controlar cuantas veces al día o a la semana lo hacía. Realmente la pornografía puede ser tan adictiva como caer en otro tipo de adicciones con estupefacientes, porque el mecanismo biológico es similar: la liberación de hormonas como dopamina y serotonina que te hacen sentir placer y alejarte un poco de la realidad puede ser demasiado adictivo. Debo aclarar que toda la pornografía era de temática homosexual.

    A decir verdad, es muy curioso que me resultara particularmente atractivo videos pornográficos en los que un hombre maduro tuviera relaciones con chicos demasiado jóvenes. A veces deseaba ser yo ese chico joven que solía actuar en ese tipo de películas.

    Recuerdo que, en la secundaria, jamás tuve inclinación o atracción alguna hacia chicos de mi edad. Pero sí lo sentía hacia hombres mucho mayores a mí. Mi adicción y mi comportamiento compulsivo estaba saliéndose de mis manos y ya empezaba a hacer cosas más fuertes. Empecé a adentrarme en una adicción a video-chats homosexuales y al cybersexo. Y realmente se había convertido en una adicción porque no podía detenerla.

    No podía seguir viviendo de esta manera. Esto solo me causaba dolor y me hacía sentir miserable por no poder ser el dueño de mi propio cuerpo

    Estuve a punto de conducirme a un estado de adicción más fuerte y a hacer todo esto más real; entrar en una adicción a los encuentros sexuales. Hasta que un día no pude más con todo esto. No podía seguir viviendo de esta manera. Esto solo me causaba dolor y me hacía sentir miserable por no poder ser el dueño de mi propio cuerpo. Busqué ayuda en internet, incrédulo de poder encontrar algo, incrédulo de que alguien pudiera comprender lo que yo estaba sintiendo y viviendo.

    Hasta que encontré la página: “esposiblelaesperanza.com”.

    El día en que la encontré me puse muy feliz. No recuerdo haberme sentido tan feliz y con tanta esperanza en toda mi vida luego de saber que ellos realmente podrían ayudarme. Desde el primer momento en el que entré y hasta el día de hoy, el sentimiento de hermandad, amor y acogida, comunión y solidaridad se siente en el ambiente y eso es muy contagioso.

    Yo soy y he sido alguien ateo y ellos, a pesar de ser una institución católica respetaron eso y nunca me obligaron o forzaron a practicar la religión o algo de lo que yo no estuviera de acuerdo

    Me devolvieron la esperanza, me hicieron sentir que la vida valía la pena. Es necesario recalcar que, yo ingresé a la página por mi propia voluntad. Necesitaba de la página y sé que la sigo necesitando hasta el día de hoy porque gracias ella, mi vida se dividió en un antes y un después.

    También tengo que recalcar que su propósito principal no era una conversión homosexual en sí, sino una maduración integral de la persona, en la que pueda sanar muchas heridas, superar traumas y devolverle a la persona su sentido de humanidad para con los demás. Yo soy y he sido alguien ateo y ellos, a pesar de ser una institución católica respetaron eso y nunca me obligaron o forzaron a practicar la religión o algo de lo que yo no estuviera de acuerdo.

    He madurado mucho en estos 3 años que he aprendido en este itinerario, y mis propios amigos y familia son testigos de ello. Me he vuelto una persona muy madura en muchos de mis aspectos. He dejado atrás miedos e inseguridades sobre mi persona. Me he aprendido a valorar enteramente y por lo que soy.

    El itinerario de Es Posible la Esperanza ha sido realmente una de las mejores cosas que me han pasado en la vida y gracias a esta ahora soy lo que soy

    Aunque por estos 3 años que han pasado, han surgido ya sentimientos de proyección hacia chicos de mi propia edad, me di cuenta que había algo en mí que me hacía envidiar a los otros. Quería ser como ellos, los elevaba en un pedestal y por, sobre todo, pensar en siquiera sentirme igual a ellos me parecía un chiste.

    Ahora es distinto, ahora tengo más confianza en mí mismo de la que tuve antes. Ahora miro a otros chicos y ese sentimiento de envidia me parece ridículo e inmaduro. Ahora me he vuelto más humano y menos egoísta. He aprendido a compartir y darme a los demás y he encontrado felicidad al hacerlo.

    Antes era un chico realmente solitario, con muchos problemas sociales, especialmente por mi neurosis. Ahora he aprendido a entender a los demás y aceptarlos tal como son. He aprendido que soy más feliz cuando alguien más es feliz.

    Para mí el itinerario de Es Posible la Esperanza ha sido realmente una de las mejores cosas que me han pasado en la vida y gracias a esta ahora soy lo que soy. Ya he vencido en mucho a estas adicciones de pornografía que en un pasado me tenían esclavizado y no me permitían vivir.

    Es por todo esto que quiero denunciar a todas aquellas personas que están atacando al obispado de Alcalá de Henares y a las personas que han ofrecido ayuda desinteresada a las personas que, como yo, voluntariamente han decidido seguir el itinerario de maduración integral. Testimonios como este y el de muchos otros chicos que conozco me hacen rectificar que no existen señales o pruebas que deriven en problemas de ansiedad, depresión o suicidio por el estudio del itinerario. Todo lo contrario, el itinerario ha sido una fuerte herramienta que nos ha permitido evitar que ese tipo de situaciones invadan nuestra vida, viendo la vida desde una perspectiva real y no subjetiva.

    También exijo el derecho a elegir la sanación de heridas adquiridas en nuestro pasado, sin que existan acusaciones o imposiciones de ideologías que nosotros no queremos aceptar y estamos en todo nuestro derecho de no hacerlo. Porque como también se respeta el derecho de la libertad de pensamiento y elección, este derecho no puede serle quitado a personas que por su propia voluntad quieren realizar el itinerario de Maduración Integral con el objetivo de convertirse en personas más solidarias y con un sentido de realización.

    Por último, quiero pedir a todos los obispos de la iglesia católica una denuncia contra la tiranía, opresión, injusticia o imposición de la ideología de género y cultura gay a personas que no están conforme con vivir una vida de este estilo, y que se promueva la formación Integral de la personalidad y un acompañamiento a estas personas que quieren sanar y madurar.

    Att: Mike P, 22 años, Ecuador

    * Testimonio recogido por Es posible la Esperanza en apoyo del obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pla, que mantiene un servicio de acompañamiento a personas con Proyección hacia personas del Mismo Sexo (PMS).

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