La campaña contra el sexo masculino continúa y día sí, día también los medios de comunicación bombardean con las maldades que algunos hombres han cometido y se las cuelgan a todos. Y lo peor de todo es que esa situación lo que provoca es hechos más o menos razonables, pasan a verse como un nuevo ataque.
Hay algunos ejemplos de estos días que pueden ayudar a explicarlo.
Y antes de empezar, como en las películas y vídeos que se avisa del contenido para que el espectador sepa lo que va a ver, hay que hacer una aclaración al hablar de esto: es verdad que hay hombres que cometen atrocidades. Todas ellas condenables. Y también hay mujeres que las cometen. Y son igualmente condenables.
Ahora vamos a los casos. El primero es el filtro de BlablaCar para que las mujeres puedan viajar sólo con mujeres. Ese filtro está desde ya hace algunos años, por lo que no sería noticia. Pero la situación que se está creando contra los hombres ha suscitado una pregunta en las redes sociales, que ha recibido una respuesta bastante significativa por parte de la empresa.
– Hola, somos @blablacar_es y hemos creado este filtro para que nunca tengas que viajar con un hombre.
– Se os ocurriría hacer exactamente lo mismo, pero con inmigrantes?
– Imposible, estamos en contra de toda discriminación! pic.twitter.com/fVnIIVztJt— Bou (@elsacodelcoco) 10 de febrero de 2018
Un tuitero ha preguntado si ese filtro para viajar sólo mujeres, podría trasladarse a viajar sólo españoles. Y se podría ampliar a viajar sólo hombres, viajar sólo jóvenes y hasta el infinito. Pero la respuesta de la empresa ha sido que filtrar por «viajar sólo españoles» no se crea porque la empresa está contra toda discriminación. ¿Y no es filtrar por sólo mujeres una discriminación?
Otro caso es lo que ha ocurrido en la Semana de la Moda de Nueva York. La diseñadora francesa Myriam Chalek quiso denunciar las conductas sexuales inapropiadas a las que se somete a numerosas modelos, sacando partido a la campaña #MeToo y para ello desfilaron las modelos esposadas a un hombre cubierto con una máscara de cerdo.
Los testimonios eran estremecedores como el de Alicia Kozakiewicz que explicó como con 13 años fue secuestrada y su captor emitía en directo por Internet el abuso al que la sometía. ¿Pero son todos los hombres unos cerdos? ¿Son todos los hombres unos violadores? No. Y se vuelve a hacer de un acto deleznable una lucha de sexos que lo único que consigue es generar un clima de conflicto sin ningún sentido.
«los chicos reciben de la sociedad moderna un mensaje devastador y paralizante.[…] Son culpables de origen por el mero hecho de ser hombres»
O quizás lo tiene, y no hay más que ver la entrevista que han publicado en El Mundo a Jordan B. Peterson, un psicólogo clínico canadiense, profesor universitario, que se está convirtiendo en las redes en un dolor de cabeza para los defensores de la ideología de género.
«La biología desmiente su idea de que las personas son de plastilina. Y ellos -los posmodernos- las quieren de plastilina para poder moldearlas. La existencia de la naturaleza imposibilita la ingeniería social», ha respondido a la pregunta de por qué negar la Biología. Y es que según Peterson «los chicos reciben de la sociedad moderna un mensaje devastador y paralizante. Primero, se les recrimina su agresividad, cuando es innata y esencial a su deseo de competir, de ganar, de ser activamente virtuosos. Luego se les dice que la sociedad es una tiranía falocéntrica corrupta de la que ellos, por supuesto, son culpables de origen por el mero hecho de ser hombres». Y ahí está donde toda esta batalla se está yendo de las manos a los defensores de hablar de heteropatriarcado, patriarcal… Querer darle a todo lo que se haga o diga un prisma de lucha de sexos. Lucha de sexos que quieren llevar hasta el lenguaje, donde no hay sexos, sino géneros. Y de ahí los conflictos con «portavozas», «miembras» y «todos y todas».
Y toda esta situación de permanente conflicto llevará a la confrontación, al hastío o a la locura.
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