Cruda realidad/ Menos de la mitad de la Generación Z se ve ‘totalmente heterosexual’

    Un estudio recién publicado por el coloso de la publicidad J. Walter Thompson dibuja un inquietante perfil de la generación Z en América (entre los 13 y los 20 años) y su confusión con respecto a la identidad sexual.

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    Tres jovenes con las nuevas tecnologías
    Tres jovenes con las nuevas tecnologías/ selligent

    El 46% se define como bisexual «en algún grado» y el 6% (aproximadamente el doble que la media mundial) exclusivamente homosexual, el 56% conoce a alguien que se refiere a sí mismo con pronombres ‘neutros’ (pronombres de reciente invención en inglés para evitar la adscripción a un género, como ‘ze’ o ‘xe’, de moda en las facultades americanas), un espectacular 91% coincide en que ellos «exploran su sexualidad más que en el pasado», un 78% afirman que «el género no define a la persona tanto como antes» y el 70% es partidario de que se habiliten aseos de género neutro en los locales públicos.

    Les presento a la Generación Z -entre 13 y 20 años-, los que vienen detrás de los ‘millennials’, nuestros nietos, hijos o hermanos menores, según un estudio realizado por The Innovation Group, una división del coloso de la publicidad ‘J. Walter Thompson’.

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    El pensamiento único no teme a la contradicción, porque no está basado en la lógica sino en el poder y prefiere la narración al argumento, lo emocional a lo racional. De otro modo, sus contradicciones se harían demasiado patentes. Por ejemplo, nos han enseñado a creer que cosas que siempre se han considerado inmutables como el sexo o la raza son meros ‘constructos culturales’, algo fluido y sin consistencia real que puede variar con las distintas concepciones sociales.

    El estudio refleja el resultado de décadas de adoctrinamiento omnipresente en televisión, cine, música,…

    En cambio, la orientación sexual era fija, inmutable, impermeable a cualquier circunstancia externa. Sin embargo, el estudio recién publicado parece contradecir estas tesis y reflejar el resultado de décadas de adoctrinamiento omnipresente en televisión, cine, música, sistema de enseñanza y manifestaciones culturales.

    Parte del estudio insinúa, quizá, que los Zetas, al menos en América -es poco probable que en Irán o China se reflejen estas actitudes-, han crecido entre este tipo de encuestas y tienen un retorcido sentido del humor. ¿Cómo, si no, creer que el 39% de los varones encuestados diga que cuando va de compras no descarta comprar zapatos de tacón o incluso sujetadores? El deseo malicioso de tomarle el pelo al encuestador es una hipótesis más tranquilizadora que la alternativa, es decir, pensar que hemos llegado a ese punto de absoluta desorientación.

    La generación más joven insiste mayoritariamente en haber superado lo que llaman, en expresión que ha ganado una triste popularidad, ‘el binomio de género’, es decir, la perogrullada de que el ser humano se divide en hombres y mujeres.

    Es difícil -y alarmante- pensar qué tipo de sociedad podrá construir esta generación tan alejada de los modelos biológicos que han constituido la base de todas las civilizaciones humanas hasta la fecha cuando lleguen a la edad madura, y aunque es casi seguro que una parte sustancial irá abandonando los extraños conceptos inculcados en su infancia y absorbidos por ósmosis social, el impacto en su desarrollo es difícil de sobrevalorar.

    El resultado: individuos aislados, consumidores compulsivos y fácilmente manipulables por el poder

    Los resultados del estudio son la prueba evidente de que la transmisión cultural funciona y que el modelo inculcado por las élites con el objetivo de destruir, no ya la familia, sino la mera normalidad biológica de los sexos está dando los frutos deseados: crear individuos aislados, consumidores compulsivos, fácilmente manipulables por el poder y sin estructuras de solidaridad natural que les defiendan del más perfecto totalitarismo.

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