Sus planteamientos están respaldados por la mayoría de su base social y hace años los esgrimían sin reparos en foros públicos, incluidas las cámaras legislativas.
Es el caso del número dos de la secretaria general del PP en el ministerio de Defensa, Agustín Conde.
En las últimas horas, los pregoneros de la corrección política según el epistolario de cabecera ideológico del lobby LGTBI, han puesto sus focos en el nuevo secretario de Estado de Defensa por intervenir con datos científicos en los debates parlamentarios de la ley que ha equiparado legalmente al matrimonio las uniones entre personas del mismo sexo.
Agustín Conde, que fue alcalde de Toledo de 1995 a 1999, y que ha sido, entre otros cargos, portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, tuvo un destacado papel en 2005, cuando el Gobierno de Zapatero impulsó el matrimonio homosexual.
Conde defendió la posición del PP en la comisión que se creó para analizar la posibilidades de adopción por parte de las parejas homosexuales. Y se refirió entonces a un estudio elaborado en 1996 por los investigadores Paul y Kirk Cameron, del Family Research Institute de Colorado, en el que se señala que hay una mayor prevalencia de abusos sexuales sobre ninos adoptados por parejas del mismo sexo (29%), frente a los que se producen en parejas heterosexuales (0,6%).
Con la intención, suponemos, de enfatizar más el ‘pecado original’ de Conde, los voceros del lobby LGTBI señalan, sin contrastar, que el estudio fue realizado por HazteOir.org, cuando lo cierto es que tal dato se recoge en un informe elaborado por esta asociación, en colaboración con el Instituto de Política Familiar y el Foro Español de la Familia, que está disponible en internet.
En los últimos tiempos, sólo el director general de Familia de la Comunidad de Madrid Alberto San Juan se ha atrevido a ‘asomar la patita’
Dicho informe, titulado ‘No es igual’ tiene más de 250 referencias de artículos y estudios científicos sobre homosexualidad, adopción por parejas del mismo sexo, promiscuidad sexual o salud en poblacion con comportamiento homosexual.
Ahora anatematizan a Agustín Conde y le tildan de «homófobo» –caso del diario Público- cuando lo único que ha hecho el nuevo número dos de Defensa es recopilar y ofrecer datos científicos, es decir no ideológicos.
Pero volvamos a la cuestión principal. ¿Cuántos cargos del Partido Popular viven en silenciolo que para la cúpula del partido son almorranas ideológicas sobre la cuestión LGTBI?
En los últimos tiempos, sólo el director general de Familia de la Comunidad de Madrid Alberto San Juan se ha atrevido a ‘asomar la patita’ para asegurar, como destacó en exclusiva Actuall, que las leyes LGTBI impulsadas por Cristina Cifuentes «rozan la ilegalidad».
“Creo personalmente que el colectivo LGTBI pretende inmiscuirse en la educación de nuestros hijos”, aseguró San Juan en un encuentro informativo.
Eso sí, lo dijo aferrado a la socorrida locución-salvavidas («a título personal») como preludio de lo que supone un acto de sedición a juicio del progresismo intransigente instalado de forma mayoritaria entre los dirigentes del Partido Popular.
Ese «a título personal» acaso sea el reflejo más evidente del miedo que existe dentro del Partido Popular a discrepar del candidato único a presidirlo en el próximo Congreso Nacional de la formación. Y funciona, pues, que se sepa, San Juan sigue ocupando su puesto.
No ha sucedido igual con otros dirigentes que han osado contradecir el dogma que pivota sobre la triada LGTBI – progresismo- feminismo. Así sucedió con todos los parlamentarios provida laminados por Rajoy por mantener sus convicciones y discrepar abiertamente de la flatulencia de ratoncillo en que quedó la reforma de la ley del aborto comprometida en el programa electoral.
Merece la pena que se recuerden sus nombres, porque el marinismo puso precio a su cabeza como si fueran forajidos del Lejano Oeste americano a medio camino entre Sierra Vista (Arizona, EEUU) y Aguaprieta (Sonora, México): Lourdes Méndez, José Eugenio Azpiroz, Eva Durán, Antonio Molina, Javier Puente, Gari Durán, Ángel Pintado, Ana Torme, José Ignacio Palacios y José Luis Sastre.
Y la pregunta persiste: ¿cuántos altos cargos del PP sobreviven en permanente apnea ideológica?
También te puede interesar:
Radiografía ideológica del PP: marianistas y ‘sorayos’ aplastan a liberal-conservadores
Comentarios
Comentarios