Actuall

Pulso entre la cúpula del PP, pro LGTB, y los fieles a los principios del partido

Cifuentes y la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid con la bandera LGTBI / Actuall

Cifuentes y la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid con la bandera LGTBI / Actuall

El Partido Popular padece una especie de esquizofrenia ideológica. Por un lado, en sus estatutos figura su compromiso con la familia y la vida. En el XVII Congreso los estatutos aprobados recogieron en el artículo 3 que «el Partido Popular quiere distinguir su actuación general por un compromiso renovado con el derecho a la vida».

Pero después hemos visto la posición de la formación conservadora respecto al aborto, el matrimonio homosexual o los vientres de alquiler y nada tiene que ver con ADN ideológico. Lo último ha sido la Ley LGTB aprobada por la Asamblea de Madrid, que atenta directamente contra la familia además de vulnerar la libertad de educación.

Esa deriva de una parte de la cúpula del PP ha generado un pulso interno en el seno del Partido, entre quienes defienden los valores que siempre ha defendido la formación y quienes pretenden impulsar leyes que atentan contra esos valores. El problema es que hace tiempo que no se oye la voz de la militancia y urge más que nunca un Congreso.

Está por ver si el gesto valiente de David Pérez, alcalde de Alcorcón, crea escuela de disidentes en el PP

Está por ver si el gesto valiente de David Pérez, alcalde de Alcorcón, crea escuela -de disidentes- en el Partido Popular. Pérez se armó de valentía y decidió no aplicar los acuerdos LGTB en el municipio madrileño a pesar de las presiones de la Comunidad de Madrid. Su ejemplo, de momento, no ha cundido en otros alcaldes o cargos relevantes del PP. Adoptar una posición contraria a la línea oficial del partido, que se lo digan a Pérez, no es fácil.

Hay que recordar que los populares Luis Peral y David Pérez se ausentaron de la votación en la que se aprobó la ley contra la discriminación LGTB en la Comunidad de Madrid el pasado verano. Su gesto no fue más que eso, porque la norma finalmente sería aprobada.

Todo lo contrario sucedió meses antes, cuando la rebeldía de estos mismos populares y Regina Plañiol fue decisiva para que la ley que regulaba la práctica de los vientres de alquiler no saliera adelante. 62 votos a favor y 64 en contra, por lo que gracias a ellos el PP no sacó adelante la ley. Mientras que Pérez y Plañiol se ausentaron de la cámara regional, Peral votó en contra.

Algo parecido, aunque ha sido un tímido gesto, ha hecho Alberto San Juan, director general de Familia en la Comunidad de Madrid. El pasado martes señaló a preguntas de la periodista de Actuall, Beatriz de la Rosa, que la Ley de Protección Integral contra la LGTBfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual en la Comunidad de Madrid «roza la ilegalidad”.  «Creo que el colectivo LGTB pretende inmiscuirse en la educación de nuestros hijos», añadió.

La disciplina de partido

Hay quien está convencida, como la exsenadora del PP, Gari Durán, de que en el seno de su partido hay muchos más disidentes respecto a la ley LGTB auspiciada por Cifuentes. «Me consta que en la Comunidad de Madrid hay disidentes más allá de los que votaron en contra de la ley LGTB de Cifuentes o la de los vientres de alquiler, sin dar nombres, hay políticos que en absoluto estaban cómodos votando esta ley», afirma a Actuall.  

Margarita Durán, ex senadora del Partido Popular.

Durán es muy crítica con la batería de leyes aprobadas en materia LGTB, es decir, las que dicen defender nuevos derechos. «Apelan a una situación previa de vulneración de derechos o de desamparo de ciertos colectivos, pero con la excusa de defenderlos se introducen elementos contrarios a los derechos fundamentales».

Gari Durán: «Influye la disciplina de partido; estas leyes son discriminatorias con el propio colectivo gay, porque les obliga a declarar su condición en público, algo que es una cuestión privada»

Se da la circunstancia de que «algunos diputados del PP votaron a favor sin darse cuenta de la carga ideológica que introducen estas leyes», explica Durán. O sea, que hay políticos que votan sin saber el qué. Un hecho bastante grave, dicho sea de paso.

«Algunos -explica- no se percatan de que la norma LGTB rompe la igualdad ante la ley, introduce la discriminación positiva y la inversión de la carga de la prueba. Sin duda, influye la disciplina de partido. Pero además son leyes discriminatorias con el propio colectivo gay, porque les obliga a declarar su condición en público, algo que es una cuestión privada».

En una línea parecida se expresa la exdiputada en el Congreso, Lourdes Méndez, que dice desconocer si hay más disidentes a las normas LGTB que la dirección del partido ha abrazado con entusiasmo. «Las han aprobado, excepto Madrid, por unanimidad. En Murcia hubo unanimidad, en Baleares también y en el resto de sitios donde se aprobaron estas leyes totalitarias», declara a Actuall.

Humanismo occidental

Méndez, a la que le costó su puesto -al igual que a otros nueve diputados- defender que se aprobara la reforma del aborto que el PP llevó en su programa de noviembre de 2011, dice que hay muchas personas que obedecen lo que la cúpula ordena equivocadamente. «Esa disciplina la llevan al máximo sin pensar en los perjuicios que una ley así impone».

La exdiputada del PP, Lourdes Méndez / Actuall

La exdiputada asegura que no se trata de una ley más, sino de que la ideología de género persigue «la imposición de una ideología que es incompatible con la doctrina católica y que atenta contra la libertad de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones». Bajo su punto de vista, se trata de «una ley totalitaria porque vulnera la libertad ideológica y la religiosa».

En 2012 Cifuentes hizo todo lo posible -pero fracasó- por borrar de los estatutos del PP la mención a un partido «inspirado en los valores del humanismo cristiano»

El fondo del asunto, claro, es que el PP está imponiendo los postulados LGTBI por la vía de los hechos. Y no ya sin consultar a sus bases, sino contradiciendo los propios estatutos del partido.

En el XVII Congreso del PP los estatutos aprobados recogieron en el artículo 3 que «el Partido Popular quiere distinguir su actuación general por un compromiso renovado con el derecho a la vida».

Cabe destacar que en aquel congreso de Sevilla la hoy presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, hizo todo lo posible por borrar de los estatutos la mención a un partido «inspirado en los valores del humanismo cristiano». Hasta el punto de que presentó una enmienda en la que proponía sustituir dicha mención por «humanismo occidental o europeo». Su propuesta fue rechazada.

Por eso, que el PP apruebe hoy leyes inspiradas por el lobby gay sin apenas debate interno es cuanto menos sorprendente. «El PP está funcionando sin democracia interna porque estas leyes no se han aprobado en el congreso del partido, sino que se están imponiendo de forma antidemocrática y totalitaria», señala Lourdes Méndez.

El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid lanzó un mensaje inequívoco a los diputados antes de votar la Ley de los vientres de alquiler: «No se puede arriesgar la unidad del PP por mojigaterías»

La prueba de que la dirección del Partido Popular ha renunciado a los principios está en la propia Cristina Cifuentes, que negó la libertad de voto a sus parlamentarios para elegir «en conciencia» sobre la ley de los vientres de alquiler. La frase del portavoz del grupo popular en la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio, contra los díscolos fue de lo más esclarecedora: «No se puede arriesgar la unidad del PP por mojigaterías».

¿El futuro del PP?

El también exsenador del PP, Ángel Pintado, cree que ni siquiera hay que emplear el término disidentes para referirnos a cargos como a Alberto San Juan. «Creo que hay más personas que no están de acuerdo con Cifuentes. No les llamaría disidentes porque mantienen la postura que siempre ha defendido el PP», declara a Actuall.   

Lourdes Méndez: «El PP debe defender la libertad que se está conculcando con estas leyes. Si no existe una regeneración, el futuro del partido puede estar en cuestión»

En estas circunstancias la pregunta es evidente: ¿el futuro del PP ya es irremediablemente LGTB? Responde Lourdes Méndez: «En el PP se debe demandar la defensa de la libertad que se está conculcando con estas leyes. Si no existe una regeneración en la dirección que se está tomando, el futuro del partido puede estar en cuestión». cristi

El senador del PP, Ángel Pintado, en los jardines de la Cámara Alta / Roberto Sánchez

Por su parte, Gari Durán hace esfuerzos por separar el partido de sus actuales dirigentes. «El PP como partido no es LGTB, porque la voz de la militancia lleva mucho tiempo sin oírse. Cuando haya un congreso y se debatan y voten estos postulados, entonces saldremos de dudas. Los que mandan en el PP han abrazado la ideología de género por la vía de los hechos».

La postura que hoy manifiestan las principales figuras del partido suscita las dudas sobre el futuro. Ángel Pintado también lo tiene claro: «El futuro del PP está en una necesaria refundación que defina con claridad su visión sobre el hombre, la familia y la sociedad».

Comentarios

Comentarios

Salir de la versión móvil