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Un grupo LGTBI acusa a HazteOir.org de amenazas mientras publica pruebas de su falsedad

Manifestación LGTB / EFE

Manifestación LGTB / EFE

Este martes las agencias de noticias y varios medios de comunicación recogían el comunicado del Observatorio contra la LGTBfobia en la que denunciaban una campaña de HazteOir.org contra ellos que incluía incluso «brutales amenazas de muerte». En su blog Contando Estrelas, Elentir demuestra lo qué realmente ha ocurrido y cómo este grupo gay utiliza la mentira para acusar a otros de un delito que nunca han cometido. Por su interés reproducimos su artículo íntegro:

Los ataques a las personas y entidades que han criticado la Ley de Adoctrinamiento Sexual de Cifuentes han caído hoy todavía más bajo con una grave mentira lanzada por un grupo LGTB.

El llamado “Observatorio Español contra la LGBTfobia”, impulsado por el grupo gay Colegas y que hace unas semanas anunció una denuncia contra obispos madrileños por criticar la citada ley -como si criticar una ley en un país democrático fuese un delito-, se ha lanzado esta vez a arremeter contra HazteOir.org, acusando a esta plataforma cívica de inundar el Twitter del citado Observatorio de “ataques e insultos, incluyendo hasta una brutal amenaza de muerte”, hechos que dicen haber denunciado ante la Fiscalía especializada en delitos de odio, según recoge una nota en su web.

El propio grupo gay publica las pruebas de que miente 

El caso el comunicado de dicho Observatorio publica capturas de cuatro tuiteos, y ninguno de ellos proceden de HazteOir.org. De hecho, sólo uno de esos cuatro tuiteos contiene una amenaza, los demás ni siquiera contienen insultos. Además, la cuenta autora de la amenaza ni es de HO, ni sigue a HO en Twitter ni es seguida por HO en esa red, como cualquiera puede comprobar de forma fácil y rápida con Followercheck.com. Es decir, que ese Observatorio gay acusa a HO de una amenaza lanzada por otro usuario, usuario con el que HO ni siquiera tiene relación, y además publica la prueba de que la acusación es falsa. Además de mentirosos, torpes.

Lo que dice el Código Penal sobre mentir para acusar a otros 

Publicar la captura de una amenaza de muerte hecha por un tuitero y culpar a otra cuenta distinta de publicar dicha amenaza es algo muy grave. Mentir para imputar un delito a alguien que no lo ha cometido es una conducta tipificada en el Artículo 205 del Código Penal:

“Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.”

Las leyes españolas castigan este delito con “penas de prisión de seis meses a dos años o multa de doce a 24 meses, si se propagaran con publicidad”, como ocurre en este caso. Se da la circunstancia, además, de que ha sido la propia organización gay la que ha publicado las pruebas que demuestran la falsedad de su imputación a HO de ese delito de amenazas, facilitándoles a los calumniados todo el material necesario para recurrir a la Justicia en defensa de su derecho al honor.

Un grupo gay con tendencia a hacer denuncias sin ninguna base

Hay que decir que no es la primera vez que Colegas, promotora de dicho Observatorio, utiliza la vía judicial para acusar a otros de delitos que no han cometido. Os recuerdo algunos precedentes:

Colegas estigmatiza a los varones jovenes, católicos y heterosexuales

Además de usar la Justicia para intentar censurar las opiniones que no son de su agrado, este grupo gay no ha tenido reparos en dirigir su dedo acusador contra millones de españoles por motivos como su sexo, su edad, su orientación sexual, su clase social y sus creencias religiosas. La delegación de Colegas en Getafe fue uno de los grupos que promovieron un manifiesto que tacha como homófobos y racistas a los hombres católicos, delgados, blancos, heterosexuales, jovenes y de clase media o alta, manifiesto que fue suscrito el mes pasado por el Ayuntamiento de Getafe con los votos del PSOE, Izquierda Unida y Ahora Getafe (la marca local de Podemos). Que una institución pública se preste a dar carácter oficial a un manifiesto así ya es algo intolerable, y que además lo haga en nombre de la “no discriminación” ya es el colmo de la tomadura de pelo.

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