Esta semana, como todas las semanas desde hace años, cuando entreviste a Nora Kurtin y conocí ‘Sapos y Princesas’, he recibido en mi correo electrónico una versión on-line de la revista que dirige. Pero esta vez, a diferencia de otras, he decidido escribir sobre el magnífico artículo que recoge su boletín, titulado ‘Cómo hablar de terrorismo con nuestros hijos’.
El reciente atentado en Barcelona ha supuesto que en muchos hogares los niños preguntaran a su padres acerca del terrorismo. Seguro que muchos de los que me leéis hoy os habéis visto en esta situación.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPor este motivo, me parece muy interesante recoger aquí las ideas expuestas en ‘Sapos y Princesas’ sobre el asunto, que cita a la psicóloga y terapeuta Familiar, Silvia Erice. Las recomendaciones de esta experta están basadas en los autores Serge Tisseron y Catherine Dolto.
Silvia Erice, psicóloga y terapeuta: “No hay que hablar de terrorismo a un niño porque sí”
Lo primero que recomienda es “no hablar del terrorismo a un niño porque sí”.
“No hay que hablar de terrorismo a un niño porque sí. Lo adecuado es hablar de ello cuando el menor haya sido expuesto al terrorismo de alguna manera: vivirlo directamente en su entorno; haberlo visto en imágenes, haber oído hablar de ello, ver a los adultos de su entorno sobrecogidos por algo grave que ha pasado, etc. Hay que dar la posibilidad a los niños de hablar sobre lo que perciben y sienten. Lo mismo que hay que hacer, por ejemplo, en caso de una enfermedad, un fallecimiento cuando ‘toca’ de alguna manera al niño”, destaca la experta.
Pero la realidad impera. Es difícil que los niños a partir de determinada edad no se hayan enterado del atentado de Barcelona, ya sea a través de la televisión, la radio, la prensa, Internet o a través de conversaciones entre adultos.
Silvia Erice comenta las 9 recomendaciones que la Fundación Anar plantea para hablar con los niños sobre los atentados:
1) Se puede omitir información, ahorrar detalles y dramatismo, es decir, controlar las emociones. Pero no se debe mentir a los niños para que no confundan la realidad.
“Hay que contar con que el menor percibe que algo pasa y puede pensar: no me lo quieren contar porque soy el causante, porque es algo muy grave o porque al ser pequeño creen que soy ‘tonto’ y no me entero de las cosas”.
Hay que ser sincero con el menor para que no viva en un mundo de fantasía. Se debe dar la información que el niño sea capaz de entender y asimilar emocionalmente.
Los niños, cuando perciben o sienten que sus padres están tristes, preocupados o impactados por algo siempre se lo atribuyen a sí mismos, sintiéndose culpables. Hay que explicarles que el motivo de preocupación, tristeza o miedo no viene de ellos, sino del impacto que a los adultos les ha producido una noticia.
2) Contar el suceso con vocabulario, expresiones y símiles adaptados a la edad del niño y a sus preguntas. Es decir, no existe una edad mínima a la que se deba o pueda hablar sobre terrorismo u otras catástrofes.
También hay que tener en cuenta que “no es lo mismo vivirlo en primera persona que verlo en las noticias, por lo que las preguntas, las dudas y la confusión estarán a distintos niveles”.
3) Aunque se deba mantener la calma y controlar las emociones, bajo ningún concepto tenemos que reprimir nuestras emociones de dolor, pena o empatía. Esto ayudará a que los niños no solo sean conscientes de la situación, sino a que ellos también expresen sus sentimientos y emociones.
4) Es normal que estén confusos. Por ello, debemos explicarles qué sentimos, ponerle nombre a nuestras emociones para que ellos les pongan nombre a las suyas y aprendan a identificarlas.
5) Debemos explicarles que el ser humano no es omnipotente. Pero somos capaces de superar adversidades y seguir adelante.
6) Ahora más que nunca es importante hablar con los niños sobre la diversidad cultural, que existen numerosas creencias y religiones y enseñarles a tolerarlas, aunque a veces haya gente que pueda hacer daño.
7) También hacerles ver que en situaciones como esta es fundamental mantenerse unidos, mostrar apoyo. “Debemos transmitirles que existe la bondad, solidaridad y que hay instituciones que nos pueden ayudar y nos protegen. En definitiva, que un mundo mejor es posible. Es importante mostrarles seguridad, que no vivan con miedo”, añade la psicóloga.
8) Cada niño reacciona o lo asimila de una manera diferente, por lo que tendremos que estar pendientes en los días posteriores y ver cómo reaccionan.
9) Podemos apoyarnos en fundaciones, especialistas, psicólogos o libros para enfrentarnos a dicha circunstancia.