Kuczynski desoye a los peruanos y su grito contra la ideología de género “Con mis hijos no te metas”

    Que todo cambie para que nada cambie. La frase de 'El gatopardo' de Lampedusa parece cumplirse con el nuevo gabinete de Kuczynski. Quitó a la ministra de Educación Marilú Mertens (pro-LGTB) pero la nueva primera ministra Mercedes Araoz ya ha dicho que el Género va a ser prioritario.

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    Pedro Pablo Kuczynski, presidente de Perú, y Mercedes Araoz, vicepresidenta de Perú/Actuall.

    El nuevo gabinete de presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski comenzó con el pie izquierdo. En su primer día como nueva jefe de Gobierno, Mercedes Aráoz, lanzó fuego sobre uno de los temas que está en el centro de la severa crisis política que vive el país: la polémica inserción de la ideología de género en el currículo educativo.

    Afirmó sin empacho que la «perspectiva de género» continuará como política pública del Ministerio de Educación. No habrá cambios. Todo seguirá igual que con la depuesta Marilú Martens, solo cambiará el «estilo» con el que se administrará la pasta.

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    Marilú Martens, exministra de Educación.

    Y no sólo eso. También lanzó un torpedo directo al nuevo titular de Educación, Idel Vexler, comprometiendo su papel clave como negociador ante padres de familia y profesores.

    La fama de hombre de dialogo con la que llegó al cargo, y que le ganó una incipiente confianza entre parlamentarios de oposición, se tornó irrelevante con las palabras de la funcionaria, víctima del «fuego amigo».

    En una entrevista exclusiva para RPP Noticias, preguntaron a Mercedes Aroz si el Gobierno hará algún cambio en el Currículo Nacional de Educación Básica (CNEB), toda vez que el nuevo responsable por la pasta, tiene en ese tema «una posición más conservadora que su antecesora», pues había solicitado hace algunos meses que se retirara la palabra «género» del documento.

    El nuevo ministro de Educación, Idel Vexler, reconoció hace meses que el uso del concepto ‘género’ es problemático y fuente un conflicto real con los padres de familia

    Aráoz respondió: «lo que él (Vexler) considera es que el tema de la igualdad de género no se va a sacar. (…) Son sutilezas de cómo utilizar los verbos para no generar conflictividad con las familias. La política pública la dicta el presidente y no cambia».

    La declaración fue leída en algunos medios como una descalificación de la posición de Vexler que, sin ser favorable al multitudinario movimiento de familias que lleva por lema «Con Mis Hijos No Te Metas», reconoció hace meses que el uso del concepto ‘género’ es problemático y fuente un conflicto real con los padres de familia.

    Idel Vexler, ministro de Educación en Perú.

    «Decir que el varón y la mujer nacen biológicamente, tienen diferencia de sexo, pero que social y culturalmente se construye la identidad de género, podría entenderse como una posibilidad de orientación (a los niños y adolescentes) a una postura homosexual», detalló Vexler. Pero Martens ignoró la propuesta.

    Las declaraciones de la nueva premier, Mercedes Araoz, lejos de ayudar a apaciguar los ánimos y serenar el conflicto que deflagró la caída del gabinete, contribuyeron a avivarlo. ¿Por qué?

    – O Aráoz carece de oficio político al cometer un error primario que comprometió a Vexler, una pieza clave elegida por el presidente para desactivar el conflicto con los padres de familia y la huelga de docentes…

    O esta administración gobierna como desde un «palacio de cristal», sin contacto real con el pueblo, y, en su soberbia, no reconoce que existe un problema real con un vasto movimiento popular de repudio a la ideología de género;

    O Kuczynski está realmente obsesionado en imponer una ideología, que tiene un altísimo grado de rechazo popular, como fuente de políticas públicas de ingeniería social que incautará en la mentalidad y costumbres de millones de peruanos, especialmente niños y adolescentes.

    En cualquiera de los casos, tres hechos saltan la vista:

    1. El repudio masivo a la ideología de género es un factor relevante en la crisis política.

    El jueves 14 de septiembre cayó la ministra de Educación, Marilú Martens, y junto a ella, todo el gabinete del presidente Kuczynski.

    En el centro de tan clamorosa derrota está el masivo rechazo del pueblo peruano, y de buena parte de sus legisladores, a la tentativa gubernamental de insertar la ideología de género en el sistema educativo nacional.

    En uno de los últimos sondeos de opinión, el presidente cuenta con 64 por ciento de reprobación. Sólo dos  de cada diez peruanos lo apoyan abiertamente. La pérdida de respaldo es todavía más notoria en el interior peruano. En agosto de este año el jefe de Gabinete, Fernando Zavala, y su ministras de Salud, Patricia García Funegra, y de Educación tenían una aprobación aún menor: 24 por ciento.

    Desde su inicio, en julio de 2016, el gobierno de Kuczynski planteó una batalla frontal contra los padres de familia, que son contrarios a la ideología de género.

    En el Currículo Nacional de Educación Básica (CNEB) el gobierno ha impuesto, de forma autocrática y sin ningún tipo de consulta, la perspectiva ideológica de género.

    Un multitudinario movimiento popular, bajo el lema «Con Mis Hijos No Te Metas», reprueba que se adopte la «igualdad de género»

    Un multitudinario movimiento popular, bajo el lema «Con Mis Hijos No Te Metas», reprueba que se adopte la «igualdad de género» como una directriz transversal.

    El documento del Currículo afirma que «si bien que aquello que consideramos femenino o masculino se basa en una diferencia biológica sexual, estas son nociones que vamos construyendo día a día, en nuestras interacciones”.

    Este párrafo fue recientemente anulado por una resolución emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, pues consideraron que «proyecta objetivamente una visión y concepto de la sexualidad que va mas allá de la concepción natural que lo “femenino” o “masculino”.

    Para los jueces, un abordaje que pretenda la inserción de contenidos polémicos, como éste, deberían ser determinados sólo después de una amplia consulta con profusa participación de las familias y las instituciones de educación, especialmente porque los afectados son niños y adolescentes.

    Pero a pesar del fallo, Martens no modificó su política de género.

    2.El nuevo gabinete de Kuczynski: aparentemente de conciliación.

    El domingo 17 de septiembre el mandatario anunció los nombres que compondrían su nuevo gabinete y les tomó juramento. Ratificó a 13 ministros y nombró a cinco nuevos.

    Fernando D’Alessio, director de una prestigiosa escuela de negocios católica y doctor en administración de negocios por la Universidad de Phoenix, fue nombrado ministro de Salud, en reemplazo de la abortista Patricia García.

    El condecorado magistrado Enrique Mendoza, cercano al fujimorismo, es el nuevo ministro de Justicia y Derechos Humanos, en reemplazo de Marisol Pérez Tello, defensora de la agenda LGBT y del aborto a niños con malformaciones.

    El congresista Carlos Bruce asumió el ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, en reemplazo de Edmer Trujillo.

    Este cargo no es nuevo para Bruce, ya que entre los años 2002 y 2005 estuvo como su titular en el gobierno de Alejandro Toledo. Un hecho notable: se trata del más importante activista LGBT del país.

    Como parlamentario intentó impulsar diversas iniciativas de ley, entre las que destaca la que legaliza la unión civil entre personas del mismo sexo, apoyada por el actual gobierno.

    Aunque esto parecería un desafío a la mayoría del Congreso, que es contraria a la agenda del lobby gay, también puede leerse como una muestra más de buena voluntad: el hombre que era la punta de lanza de la agenda «progresista» en esta legislatura, ha sido removido y  promovido a un ministerio técnico y «no ideológico».

    Completan los cambios Vexler en Educación y Aráoz como presidenta del consejo de ministros. Esta última, parecía también un ofrecimiento de buena fe: en marzo de 2016, como candidata a ocupar un escaño en el Congreso, firmó un compromiso público en favor de la vida y la familia, promovido por diversas organizaciones ciudadanas.

    Parecía, hasta la víspera de su ascensión como premier y su primera entrevista en el cargo. El día que fue anunciado su nuevo puesto, el diario El Comercio publicó una entrevista en la que se dice católica, pero con una mirada liberal; centro derechista pero con enfoque social; tiene sus «bemoles en el tema del aborto» y es favorable a la unión civil homosexual.

    En la entrevista ya como jefa del consejo de ministros, el lunes 18, colocó una cerca al ministro de Educación. Surge la pregunta ¿el gabinete es realmente un acto de buena fe del mandatario para con la oposición o es una regalo de griego?

    3.Una sombra de duda se cierne sobre Vexler

    Las declaraciones de Aráoz han lanzado la sombra de la duda sobre Vexler el nuevo ministro de Educación. ¿Es un negociador real o simulado, con las manos libres o atadas?

    ¿Es realmente el hombre elegido por Kuczynski para desactivar, a través de una negociación real, dos conflictos que le han desgastado intensamente: con el magisterio y con los padres de familia? ¿O es la estrategia de cambiar de «forma» para en el «fondo» seguir igual?

    Vexler tiene una amplia experiencia como viceministro en tres gobiernos diferentes: los de Paniagua, Toledo y García. Es considerado un hombre con «olfato y tacto político» y buen negociador.

    Además de ser reconocido entre los docentes como un profesional especializado y capaz. Es educador por la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, especialista en pedagogía y tiene una maestría en calidad educativa.

    En enero Vexler defendía el enfoque de género; y en marzo pedía la exclusión del término del currículo escolar

    Su opinión respecto a la cuestión de «género» ha mudado progresivamente, por lo menos en sus declaraciones públicas.

    En enero de este año defendía el «enfoque de género» en un debate del periódico La República, en febrero mitigaba su posición con algunas criticas al gobierno, y en marzo pedia definitivamente la exclusión del término «género» del currículo.

    El mismo día la primera entrevista de la jefe del gabinete de gobierno, Vexler profirió un discurso en la sede del ministerio para despedir a Martens.

    Anunció que dialogará y trabajará en conjunto con la comisión de educación del Congreso, com los maestros y con los padres de familia con el propósito de que las políticas publicas cuenten con un amplio consenso y sean más «familiares».

    ¿Estas son las sutilezas en el uso de las palabras para no generar conflictos con las familias, de las que hablaba la jefe del consejo de ministros? El tiempo lo dirá. Lo que es un hecho es que Aráoz dejó a Vexler en una situación extraordinariamente compleja y comprometida. Se cierne sobre el la sombra de la duda.

    O desmiente con hechos las palabras de la premier o será el tercer ministro de Educación que se enfrenta al rechazo de un movimiento masivo y popular que, en menos de 10 meses y por el respaldo que tiene en el Congreso, derrumbó a dos ministros y a todo el gabinete de un gobierno que, parece, no esta dispuesto a escuchar.

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