La homofilia de VIPS y algunos medios

    Los LGTB consideran “homófilo” a todo aquel que les baila el agua y les hace la pelota. Si no bailas según la música que tocan los y las LGTB te tachan de “homófobo”.

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    Restaurante VIPS.

    No, no me he confundido con la hemofilia que sí que es una enfermedad médicamente definida y diagnosticada. La homofilia suena a enfermedad y hay quien dice que lo es y hay quien dice que no, vayan ustedes a saber. La homofilia es como se definían los colectivos de gays y lesbianas antes de definirse como gays y lesbianas. Esto sucedió desde 1950 hasta 1990, más o menos. Luego volvieron a manipular el diccionario como todo buen revolucionario sabe que debe hacer –Stalin dixit- y vinieron con el invento LGTB y esas cosas tan raras y posmodernas.

    Los LGTB consideran “homófilo” a todo aquel que les baila el agua y les hace la pelota

    Actualmente, los LGTB consideran “homófilo” a todo aquel que les baila el agua y les hace la pelota. Si no bailas según la música que tocan los y las LGTB te tachan de “homófobo”, que viene a ser lo que era para un judío que un nazi le llamara “judío”. De momento, no internan a los etiquetados como homófobos en campos de exterminio o de reeducación, pero todo se andará, porque los totalitarismos siempre han funcionado de la misma forma, tan tenebrosa.

    Algunas personas creen que La Sexta da información.

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    Y todo esto viene a cuento de la lamentable campaña de VIPS que utiliza a una pareja de tíos jovenes y que distorsiona la imagen de la familia. Es un error lamentable y yo pondría en la calle al director de marketing y a la agencia de publicidad por haber pergeñado algo tan poco profesional. Daré cuatro datos y me despediré, no sea el caso que a los datos también los acusen de “homófobos”.

    Publicidad de VIPS.

    Los homosexuales no pasan en España del 6% de la poblacion, según un periódico tan homofílico como publico.es. Los mayores de 50 heterosexuales son globalmente la cuarta potencia económica mundial. Los directores de marketing y las agencias los maltratan porque el 85% de las acciones que planifican, también a nivel mundial, van dirigidas a los jovencitos –ahora, los “millenials”- que gastan una décima parte que los mayores. A estos mayores hay que añadir, porque están llegando ya a los 55-60, a los “baby boomers”: una generación amplísima de “seniors” con mucha pasta y pensamiento más bien tradicional, aunque ya habituados a las nuevas tecnologías.

    VIPS tiene que apuntar a ese target y no al escaso 6% de la poblacion española. Como yo no creo que los directivos de VIPS sean tontos –tampoco el de marketing-, tengo que suponer que lanzan esa campaña por otros motivos. ¿Ideológicos? Tal vez. Desde luego, sin duda, no son comerciales.

    Pretenden que la homofobia se pague muy cara. Pero la homofilia es, ahora mismo, carísima. Todo un lujo que muchas marcas no se pueden permitir.

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    Francisco Segarra es director del digital geopolítico www.institutodeestrategia.com, publicitario y escritor. Por un milagro de la Gracia de Dios, después de 40 años de excesos, ya no fuma ni bebe. En Twitter es @ElCoronelPakez y en la vida real un alegre melancólico crónico. Con el monje Altisent cree firmemente que lo que pasa es lo que toca y Dios lo quiere. Su lema: OMNIA IN BONUM.