Este martes dio comienzo en Madrid la gira ‘Marxismo, feminismo y LGTBI’ protagonizada por los politólogos argentinos Nicolás Márquez y Agustín Laje, que no han dejado de viajar por medio mundo tras publicar El libro negro de la nueva izquierda: Ideología de género o subversión cultural.
La tourné inaugurada en la sede de HazteOir.org en Madrid, está previsto que arribe a las ciudades de Zaragoza, Oviedo, Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia, Murcia, Sevilla y Cádiz aunque, debido al éxito de la primera sesión, los organizadores ya trabajan para repetir en Madrid, en un espacio con mayor capacidad que la sede de la asociación, abarrotada en el estreno.
Laje y Márquez, Márquez y Laje, configuran un tándem francamente bien coordinado, que con la facilidad de verbo que les corresponde como argentinos logra encandilar a la audiencia. En especial a los menos avisados sobre los insólitos casos reales que derivan de la imposición social de la ideología de género.
El hombre que se dice mujer para jubilarse antes en Argentina; el que se operó decenas de veces para configurar su cuerpo al de un extraterrestre asexuado; el que asegura, a los 54 años y con familia numerosa, que es una niña de seis años; el pederasta que afirma sentirse menor de edad para eludir la cárcel; el violador que tras ser recluido en una prisión femenina al considerarse mujer, llega a ser aislado por seguir cometiendo acoso a mujeres; el del que dice ser mujer y representa a España en Miss Universo;…
Y ante todo esto ¿qué propone la ideologia de género? «No estamos aquí para discernir«, recuerda Laje que decía una responsable de la administración en uno de los casos, lo que equivale a que «no estamos aquí para pensar».
En este punto, cabe reseñar la importancia del Estado frente al individuo para la ideología de género. Porque, como apunta Laje, «sin el Estado la ideología de género sería sólo una idea de un club de tontos».
Por su parte, Nicolás Márquez expone el contexto en el que toda esta revolución cultural se produce, con el año 1992 como fecha clave. Tras el fracaso del sistema comunista, desmoronado por su propia ruina económica y social, encuentra en la ideología de género, la ecología o el indigenismo campos de acción nuevos en los que desarrollar una renovada modalidad -de ahí que estos autores hablen de la ‘nueva izquierda’- de la lucha de clases.
En 1992, se reúne el llamado Foro de San Pablo, financiado por las FARC y liderado por Fidel Castro y Lula da Silva; Evo Morales lanza en Bolivia su movimiento indigenista a los 500 años de «genocidio» de Cristobal Colón; en Argentina, donde no se daba ninguna condición objetiva de discriminación, se convoca la primera marcha del llamado ‘orgullo gay’.
Y, 25 años después, «estamos padeciendo una hegemonía cultural insoportable de la cual no podemos escapar«, denuncia Márquez. ¿Seguro que no podemos?
Es obvio que se puede, aunque cueste asumir riesgos. No en vano, decir verdades como que los niños tienen pene y las niñas tienen vulva están castigadas por las inquisiciones LGTBI: con lejes injustas, con multas administrativas, con acusaciones indemostrables y con el respaldo de las administraciones.
Por eso Laje llama a los ciudadanos libres y a las familias a despertar. Es conocida la metáfora, según la cual, para cocer una rana es necesario meterla en agua fría y subir poco a poco la temperatura para que se adormile y no salte. Y, como dice Laje, «todos tenemos la misión histórica de despertar al resto» de las ranas.
Para difundir este mensaje, despertar conciencias y ganar espacios de libertad frente a esta ideología anticientífica y totalitaria ha nacido esta gira de conferencias. Será buena señal si quienes la defienden no tratan de impedirlas con la violencia a que nos tienen acostumbrados. Recuerden el famoso autobús. Se verá.
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