Veronkia Didusenko tiene 23 años y hace unos días cumplió uno de sus sueños, al ser coronada como Miss Ucrania, circunstancia que la acreditaba con todos los honores para participar en el certamen de Miss Universo que se celebrará el próximo 16 de diciembre en Bangkok (Tailandia).
Hasta ahí, todo normal. Salvo por el hecho de que días después, fue descalificada por mentir sobre su vida. La miss Didusenko había ocultado que estuvo casada en el pasado y que tiene un hijo de cuatro años, circusntancias ambas que al parecer arrojan al abismo a cualquier mujer que quiera hacer carrera luciendo palmito en las pasarelas.
No hay objeción en que, si hay unas normas y alguna de las candidatas las infringe, sea expulsada de la competición. Tiene toda la lógica. Como la tendría que no se admitieran a modelos cuya belleza no fuera fruto de la naturaleza y el esfuerzo, sino de un puñado no pequeño de billetes en el bolsillo de un cirujano. Pero allá ellos con sus normas
La polémica surge por agravio comparativo respecto a la persona que representará a España. No parece muy lógico que alguien que nació hombre no haya encontrado impedimento alguno para presentarse a un concurso de belleza femenina.
«Creo que un reinado de belleza, como es Miss Universo, es para mujeres que nacimos mujeres», ha protestado Miss Colombia
Así lo ha manifestado su contrincante colombiana, Valeria Morales, con una claridad evidente: «Creo que un reinado de belleza, como es Miss Universo, es para mujeres que nacimos mujeres. Y creo que para ella también sería una desventaja, así que hay que respetarla pero no compartirlo”.
Ángela Ponce, que nació varón y, por tanto, mantiene toda la carga genética que biológicamente le corresponde, no sólo no tuvo trabas para presentarse a Miss España, sino que además ganó el concurso y paticipará en Miss Mundo.
No entro a valorar las cuestiones por las que esta persona comenzó esta transición. Hay expertos en el mundo que han explicado de forma más que suficiente este asunto: Ahí están el extransexual Walt Heyer, el doctor Paul Hruz, la pediatra Michelle Cretella o la propia Charlotte Goiar, la primera persona española que consiguió una sentencia para operarse en la Seguridad Social diagnosticada por disforia de género.
El agravio comparativo es aún mayor, si se tiene en cuenta el precedente de Jenna Talckova, que fue la primera persona transexual, en representación de Canadá, en participar en Miss Mundo.
«La progresía, cuando quiere, no ve en estos concursos el evidente paralelismo con las ferias de ganado»
Cuando se supo que había nacido varón, fue descalificada. Pero la presión de los grupos de interés de la ideología de género lograron su readmisión. Ocupó el puesto número 12 del escalafón.
La falta objetiva de Talckova fue la misma que la de Didusenko: mentir sobre una circunstancia no admitida en las bases del concurso. Hagan apuestas a que ocultar la maternidad será considerado, en el mundo de Miss Universo, un pecado mucho más difícil de perdonar que el de ocultar que nació varón quien pretende ser reconocido como la más esplendorosa belleza femenina.
Miss Universo puede haber nacido varón, pero no ser madre, que es fruto del heteropatriarcado, como manda el canon de la progresía. La misma que cuando quiere, no ve en estos concursos el evidente paralelismo con las ferias de ganado.
Nota aparte, sobre los concursos de misses. No se dejen deslumbrar. Nunca olviden que, como decía un castizo, el ideal de belleza de un sapo es una sapa.
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