Sucedió el pasado 21 de mayo en la sesión de la Comisión de Políticas Sociales y Familia de la Asamblea de Madrid. Comparecía, invitada por Ciudadanos, la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, María Menéndez, para explicar la situación y las demandas de este grupo social en la comunidad autónoma.
En su intervención, Menéndez realizó afirmaciones como las siguientes: “Formar una familia es un compromiso de responsabilidad social”. [Formar una familia] es una gran aportación a la sociedad, buena para todos”. Y comparó a aquellos que ponen en marcha una familia con los emprendedores, los que fundan y mantienen empresas. Y propuso a los legisladores “invertir en familia”, es decir cuidar y promocionar esta institución, aplicar una política familiar. A continuación, pasó a denunciar que la legislación madrileña discrimina a las familias numerosas, por ejemplo en el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) o en el precio de la luz y el agua.
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Suscríbete ahoraAñadió la presidenta de la mencionada asociación que “las ayudas y beneficios a las familias numerosas no son una cosa franquista ni facha ni ‘carca’ ni de derechas ni religiosa. Es cuestión de justicia compensatoria”. Reclamó también a los legisladores una “gestión en la tramitación del título acreditativo oficial de familia numerosa seria, profesional, rigurosa y comprometida con las familias”. Y mencionó ejemplos de retrasos en este trámite y lo que implica no disponer a tiempo de esa documentación a la hora, por ejemplo, de matricular a los hijos en la universidad pero también en el caso de fallecimiento de algún miembro de la unidad familiar. o de una enfermedad o de una discapacidad. Reivindicó también un trato adecuado en lo relativo a la gratuidad de los libros de texto o a la dependencia porque “a las familias numerosas se las ningunea”.
María Menéndez defendió la relevancia social de las familias numerosas, comparó a los padres con los emprendedores y denunció el invierno demográfico que sufre la sociedad
Otras frases memorables de María Menéndez hicieron referencia a la baja natalidad que aqueja a la sociedad española. Por ejemplo: “Estamos inmersos en un invierno demográfico gravísimo porque no hay niños”. Y también: “Las familias numerosas concentramos la mayor parte de la natalidad ahora mismo. Lo que pedimos es un poco de consideración y un compromiso por vuestra parte”.
Llegó después el turno de las reivindicaciones concretas: incluir a los discapacitados en el título de familia numerosa (que debería ser electrónico en opinión de la presidenta de la asociación), una consideración administrativa real al niño no nacido y aumentar la edad mínima de los hijos de estos grupos hasta los 26 años. Y por último, que, como compensación al esfuerzo económico realizado por los padres, se les permita conservar su título de familia numerosa.
Hasta aquí la intervención de María Menéndez. A continuación fueron tomando la palabra los representantes de los grupos parlamentarios para comentar y responder a las peticiones de la compareciente. Quiero detenerme en la intervención del portavoz de Podemos, Raúl Camargo, quien se mostró dispuesto a apoyar a las familias -como no podía ser menos- pero recordó que para formarlas es necesario que se den “las condiciones económicas y laborales” que lo permitan. Y mencionó la precariedad laboral y los bajos salarios como causa principal del descenso de la natalidad. Nada que objetar hasta ahora, faltaría más.
Cuando el ‘podemita’ Camargo llegue a gobernar ya le dirá en el Boletín de la Comunidad de Madrid cómo se educa a los niños y cuántas horas debe dedicar el varón a las tareas domésticas.
Y una vez dicho esto, el señor Camargo pasó a rebatir las afirmaciones de la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid. Así, negó que hubiera una sola política demográfica y que la situación se podía revertir con otras medidas, no sólo fomentando la natalidad. Y criticó veladamente que Menéndez no hubiera mencionado la política inmigratoria como una solución a la falta de niños.
Después el diputado desgranó lo que podríamos denominar el ‘programa de política familiar’ del partido morado: una “política fuerte” de escuelas infantiles -se le escapó un “no sólo privatización”- para que el Estado se haga cargo de una parte del cuidado de los niños y las niñas; políticas públicas para evitar que los cuidados de niños y personas mayores recaigan sólo en las mujeres, a las que se relega en su “rol de cuidadoras”; defensa de “las familias” y detalló: “de la familia tradicional pero también de todo tipo de familias, las familias nuevas, las formadas por parejas homosexuales, de lesbianas, de transexuales y de todo el colectivo LGTBI. Y yo creo que este es un punto fundamental ahora. La defensa de la familia no puede ser la de un sólo tipo de familia”.
Y cuando servidora de ustedes creía que don Raúl había acabado de atizar a las familias numerosas se encontró con que se reservaba una sorpresa final: reprochó a la invitada a la sesión que hubiera recibido recientemente un premio de “una asociación claramente homófoba, Hazteoir”, que había “estado paseando autobuses contra la ley LGTBI durante mucho tiempo”.Y le puso deberes a las familias numerosas madrileñas. Es más, yo diría que les marcó qué pueden y no pueden hacer. Estas fueron textualmente las palabras del ‘podemita’: “Creemos que estas asociaciones [HazteOir.org] que contravienen la Constitución y las normas más básicas de convivencia no deberían formar parte de las organizaciones habituales con las que colaboran una asociación que defiende a las familias”.
En definitiva, es como si el diputado Camargo hubiera dicho algo así: “Señora presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid. Me conmueven sus problemas pero le voy a decir lo que tiene que hacer de ahora en adelante. Primero, llevar a los niños a la guardería estatal. Segundo, organizar su casa y su familia de forma que las mujeres no sean las que cuiden a otros. Tercero, menos quejarse de la ausencia de ayudas y más favorecer la inmigración. Cuarto, apoye a las familias LGTBI (al menos no las calificó de “numerosas”) y, quinto, aléjese inmediatamente de HazteOir.org.
Así que ya lo saben. Si le invitan a alguno de ustedes a hablar en una sesión de la Asamblea de Madrid de un asunto de su especialidad no se preocupe lo más mínimo. El representante de Podemos no tomará nota de sus sugerencias de confiado ciudadano madrileño que habla ante sus representantes. Pero le marcará la hoja de ruta, lo que la “gente” (recuerde que Podemos es, sobre todo, el defensor de la “gente”), el madrileño de a pie, tiene que hacer y lo que debe evitar a toda costa. Eso lo llevará a cabo como legislador, parlamentario madrileño. Pero cuando el ‘podemita’ Camargo llegue a gobernar y tenga en sus manos, por ejemplo, la Consejería de Familias de Todos los Colores, no le preguntará. Ya le dirá en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid cómo se educa a los niños, quién y cómo constituye una familia como el partido manda y cuántas horas debe dedicar el varón a las tareas domésticas. Y ojito con las malas compañías, que como te vuelva a ver con los del autobús naranja te llevo a los tribunales. Con dos narices.